La negación del embarazo, un problema sicológico que pone en riesgo vidas

Hemos escuchado hablar sobre embarazos psicológicos, una condición emocional que lleva a las mujeres a tener todos los síntomas del embarazo sin estar embarazadas, pero también en algunos casos puede ocurrir todo lo contrario, mujeres que sí están embarazadas físicamente pero que psicológicamente no lo están, no se sienten, no registran el embarazo, y se enteran cuando la gestación se encuentra avanzada o, en los casos más extremos, al momento del parto. Esta condición se denomina negación del embarazo o ausencia de gestación psicológica. Según el psiquiatra perinatal francés Benoite Bayle se trata de una psicopatología o enfermedad rara del embarazo.

Mujeres que sí están embarazadas físicamente pero que psicológicamente no lo están, no se sienten, no registran el embarazo (Getty Images).
Mujeres que sí están embarazadas físicamente pero que psicológicamente no lo están, no se sienten, no registran el embarazo (Getty Images).

La psiquiatra perinatal Ibone Olza, CEO del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal explica en conferencia una de sus conferencias sobre psicopatología del embarazo, que esta enfermedad produce mucha incredulidad y destaca como hecho llamativo que cuando la psique de la mujer no es capaz de hacerse consciente del embarazo la reacción del cuerpo es esconderlo al punto de que en algunos casos ni la pareja, familiares cercanos e incluso médicos que han evaluado a mujeres con esta condición, lo han detectado. Sobre los casos de negación del embarazo, Olza explica que suelen encontrarse más que en los libros de obstetricia, en los medios de comunicación. Casos como el de la modelo australiana Erin Langmaid que semanas antes del parto había publicado fotos en sus redes donde lucía delgada y sin panza, hasta que comenzó a sentir dolores de vientre y se enteró de que estaba de parto, y que a pesar de la enorme contrariedad que supuso este hecho inesperado de semejante impacto, acabó con un buen final en el que la madre pudo integrarlo y lograr conectar con su bebé. Pero también ocurren casos extremos donde hay abandono del bebé o neonaticidio.

La negación del embarazo puede ocurrir en mujeres que están gestando por primera vez como también en mujeres que hayan tenido gestación y partos normales previamente.

Se estima que uno de cada quinientos casos se diagnostica a mitad del embarazo, y uno de cada dos mil se diagnostica al momento del parto. La prevalencia de esta enfermedad es de dos a tres casos por cada mil embarazos.

Es importante discriminar la ocultación del embarazo respecto a la negación del embarazo. La primera es una decisión consciente por parte de la mujer que decide ocultar el embarazo por diferentes razones. La negación del embarazo en cambio es un mecanismo disociativo donde la mujer no se da cuenta de que está embarazada, y transcurre a lo largo del mismo sin síntomas físicos.

En los relatos recogidos de casos de negación del embarazo se presenta un patrón que es la real ignorancia por parte de la mujer gestante de estar embarazada, no se trata de que estén fingiendo. Ibone Olza aclara que pudiera haber un espectro entre la ocultación y negación del embarazo donde la frontera llega a desdibujarse. Usa el ejemplo de una adolescente que ante un escenario que le genera pánico, en principio lo niega, hasta llegar a perder la conexión consciente sobre su condición de gestación.

En el momento en que una mujer llega al hospital con dolores fuertes de parto sin saber que está embarazada y se le informa que está en embarazo, aparece la barriga. “Hasta que alguien no diagnostica el embarazo es como si el cuerpo bloqueara la presión abdominal”, señala la CEO del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal, refiriéndose a su experiencia en la práctica médica atendiendo estos casos. Uno de los cuales fue con una mujer que llegó a urgencias con dolores abdominales terribles, con pruebas de embarazo negativas y, que por tanto, se le indicaron exámenes de imagen bajo sospecha de tumoración maligna.

Ciertamente en los casos de mujeres con obesidad se dificulta más la detección antes del momento del parto.

Los expertos en el estudio de psicopatología del embarazo hablan de que en la negación del embarazo no se habilita la gestación psíquica en la mujer. (Getty Images).
Los expertos en el estudio de psicopatología del embarazo hablan de que en la negación del embarazo no se habilita la gestación psíquica en la mujer. (Getty Images).

La negación del embarazo se asocia con experiencias muy traumáticas o de abuso en la historia infantil de las mujeres gestantes que muchas veces están no han sido tratadas y por tanto no son conscientes. Los expertos en el estudio de psicopatología del embarazo hablan de que en la negación del embarazo no se habilita la gestación psíquica en la mujer. Se habla de la presencia de un mecanismo disociativo por rechazo inconsciente al embarazo, pero también son frecuentes los casos de negación del embarazo donde la mujer gestante tomaba anticonceptivos cuando quedó embarazada con lo cual ha seguido sangrando cada mes a lo largo de la gestación y piensa que está menstruando. En otros casos de negación del embarazo se encuentra a mujeres que creen que han dejado de menstruar por la menopausia. Por tanto además de las causas psicológicas, de acuerdo al punto de vista de la psiquiatra Ibone Olza, pueden haber también condicionantes físicos.

Una vez que se diagnostica el embarazo es común que surja el sentimiento de culpa en la mujer.

La negación del embarazo puede ser un trastorno grave. Si no se diagnostica antes del parto pueden llegar a dicho momento sin recibir asistencia. Con frecuencia las mujeres en estas condiciones acuden a los servicios de salud cuando entran en trabajo de parto creyendo que tienen dolores abdominales fuertes por otras causas (dolores menstruales, indigestión, etc.) También les puede ocurrir en un baño en su casa o en otros espacios estando solas y sin ayuda. Cuando aparece el bebé son presas de un shock psíquico que según lo explica Ibone Olza, puede ser muy peligroso para el bebé o para la mamá, a veces con implicaciones legales que acarrean condenas de hasta veinte años de prisión según sea el país donde ocurra, cuando las madres abandonan al bebé y se van. En estos escenarios los bebés fallecen la mayoría de las veces por falta de atención, desasistidos en el abandono y se juzga y sentencia a las madres por neonaticidio. Sin embargo es importante aclarar que muchas veces no hay intencionalidad de la madre de matar al bebé, sino un estado de shock psíquico en el que la mujer gestante está fuera de la realidad y se encuentra desasistida. También las madres en estos casos extremos ponen la propia vida en riesgo, debido a complicaciones graves postparto de las que no pueden hacerse cargo por su estado disociado de consciencia.

Sin duda aquellas mujeres que padecen este trastorno y sus bebés lo superan mucho mejor cuando reciben apoyo de su entorno y no se encuentran solas en el momento del parto. Dicho todo esto es importante concienciar sobre este tema, no solamente a la población en general pero también a profesionales en el ámbito sanitario y legal donde suele desconocerse este aspecto de la salud mental asociada con el embarazo y parto.

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