La obesidad también está en la cabeza (trabaja tu autoestima para adelgazar sin efecto rebote)
Revisar tu relación con la comida, los hábitos de estilo de vida y tus relaciones personales puede ayudarte a eliminar esos kilos de más. Pero sobre todo, debes trabajar tu autoestima
Hay muchas personas a las que todavía les cuesta aceptar la estrecha relación que hay entre la obesidad y los trastornos psicológicos. Sin embargo, todo lo que nos pasa (bueno o malo) lo volcamos en el plato. Es común utilizar la comida como fuente de gratificación y como vehículo para gestionar las emociones, por ejemplo, como recompensa después de una jornada dura de trabajo o como manera para aliviar las penas o enfados. Y es que el estómago regula nuestras emociones.
Por otro lado, por el hecho de tener más peso, estas personas son fuertemente estigmatizadas, en la niñez, en la escuela, durante la edad adulta y también en el ámbito laboral. Esto conlleva una disminución de la autoestima, un incremento de la ansiedad y un empeoramiento de la relación con la comida, de los hábitos de estilo de vida y de sus relaciones personales, en definitiva, de su calidad de vida.
Médicos especialistas en Endocrinología y Nutrición aseguran que en la lucha contra la obesidad– no sirve de nada enfocarse exclusivamente solo a en la pérdida de peso, sino que debe haber un proceso de maduración psicológica que permita tomar conciencia del problema, mejorando la calidad de vida y asentando hábitos saludables, como la actividad física, una alimentación más ordenada y saludable y lograr una mejor autoestima y percepción del propio cuerpo. Para lo cual hay que acudir a un profesional de la psicología.
Los expertos señalan 3 errores que nos impiden adelgazar, casi todos solemos cometerlos en nuestra vida diaria pero en el caso de una persona con obesidad cobran mayor importancia:
No tener un horario establecido para las comidas: 50,4 por ciento de las personas obesas picotean sin comer en horarios fijos.
Dormir poco. Un tercio de la población suele dormir a diario menos de 7 horas y otro 12,4 por ciento no tiene una rutina establecida.
Ser sedentario. Más de la mitad de la población pasa sentada al menos tres horas al día fuera de sus horas de trabajo o estudio.
Estos ‘hábitos’ arruinan cualquier otro esfuerzo por mantener un peso saludable o adelgazar. Junto a estos, hay otro fallo habitual en las personas con obesidad. Habitualmente tienen baja autoestima y una imagen insatisfecha sobre su propio cuerpo y una percepción negativa de su estado de salud. En una encuesta realizada por la Sociedad Española de la Obesidad (SEEDO-SEO) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), menos de la mitad de los obesos definen su salud como buena o muy buena.
Además, suelen tender a infravalorar su ingesta calórica en comparación con las personas sin problemas de peso. Minimizan la cantidad de comida que comen, no siendo del todo conscientes de que su ingesta es excesiva.
Pero con voluntad, casi todo tiene solución, ¿verdad? Los expertos aseguran que se puede actuar sobre la obesidad mediante la realización de una dieta saludable y de ejercicio físico, fármacos y cirugía bariátrica. No obstante, si aparecen problemas psicológicos, se debe considerar la ayuda de un experto para poderlos afrontar. Este debería ser tu hoja de ruta si quieres perder peso:
Come de forma consciente y con todos los sentidos, sin distracciones innecesarias.
Disfrutar de la vida, no siempre implica comer.
Busca actividades con los amigos y familiares alternativas a la comida.
La comida no debe ser un consuelo ni un castigo.
Muévete, haz ejercicio, te sentirás mejor.
Pon orden en tus horarios.
Duerme suficientes horas.
Socialízate, no te quedes solo/a en casa.
Cree en ti mismo. ¡Tú puedes!
Busca ayuda profesional (psicólogo/a, nutricionista, endocrinólogo/a) si lo crees oportuno.
Este decálogo forma parte de la campaña ‘LA OBESIDAD TAMBIÉN ESTÁ EN LA CABEZA’, englobada debro del marco del Día Mundial de la Lucha contra la Obesidad cuyo objetivo es remarcar la importancia de los aspectos psicológicos ligados a la obesidad.
En este sentido, para adelgazar con salud además de seguir un plan de adelgazamiento puesto por un endocrino, hay que hacer ‘terapia’ psicológica para crear el entorno adecuado en el que cada persona exponga y exprese sus conflictos internos, afectivos y cognitivos.
Las cifras de la obesidad
Definida como un exceso de grasa, la obesidad es una enfermedad crónica de tendencia epidémica en el mundo y constituye uno de los retos más difíciles de abordar en salud pública.
Según la OMS, entre 1980 y 2014, la prevalencia mundial de obesidad casi se ha duplicado. En España, según el estudio ENPE publicado en 2016, el 39,3 por ciento de la población tiene sobrepeso; y un 21,6 por ciento obesidad (22,8 por ciento en hombres y 20,5 por ciento en mujeres), cifras que aumentan con la edad.
Afecta negativamente a la salud global, y se asocia a otros factores de riesgo cardiovascular como hipertensión arterial, diabetes, dislipemias, y apneas del sueño. Además, la obesidad tiene un alto índice de comorbilidad con psicopatologías, tales como la ansiedad, la depresión, ciertos trastornos de la conducta alimentaria como los atracones y la bulimia, entre otros.
Así, según los expertos, un 30 por ciento de las personas obesas que acuden a terapia expresan tener rasgos de bulimia. Además, un 50 por ciento de los pacientes con impulsos bulímicos también presentan depresión.
¿Comes emocionalmente? ¿Utilizas la comida para calmar tu ansiedad?
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