Lakers, tiempo de ganar: caos, egos desmedidos y los vaivenes emocionales de Magic Johnson, en la segunda temporada de la serie

Lakers, tiempo de ganar: caos, egos desmedidos y los vaivenes emocionales de Magic Johnson, en la segunda temporada de la serie
Lakers, tiempo de ganar: caos, egos desmedidos y los vaivenes emocionales de Magic Johnson, en la segunda temporada de la serie - Créditos: @Prensa HBO

La primera temporada de Lakers: tiempo de ganar se reveló como una de las propuestas más auténticas pensadas para la pantalla chica. A lo largo de sus primeros diez episodios, la ficción retrataba el vertiginoso ascenso de ese equipo y el quiebre que marcaba el ingreso de un joven destinado a la gloria: el popular Magic Johnson.

Ante la llegada de los nuevos episodios, LA NACION dialogó con Adrien Brody y Quincy Isaiah para saber qué esperar de la segunda temporada de esta épica deportiva.

Un nuevo desafío

Frente a lo que sucederá en los próximos episodios, el comienzo de esta historia fue un lecho de rosas. La llegada de Jeremy Buss (John C. Reilly) como principal accionista del club, y el fichaje de Magic Johnson (Quincy Isaiah), una joven promesa que pronto demostró su destino de grandeza, le permitió a los Lakers ganar el campeonato. Pero lo que viene será cuesta abajo. A partir de ahora, muchas batallas serán internas, los egos desmedidos y los delirios de grandeza llevarán al equipo a la amenaza de fracturarse internamente, y los vaivenes emocionales de su principal jugador traerá aparejado más caos a un contexto de por sí caótico.

Quincy Isaiah como Magic Johnson
Quincy Isaiah como Magic Johnson - Créditos: @Prensa HBO

El rol de Magic Johnson, para bien o para mal, nunca pasaba desapercibido ni en la cancha ni en los vestuarios. Y en la piel de ese jugador, el actor Quincy Isaiah conoce la responsabilidad con la que cargó el deportista. De ese modo, la segunda temporada hace foco en la tormenta emocional que atravesó el basquetbolista por esos años. “Los mayores desafíos que Magic enfrenta durante esta temporada tienen que ver con muchas cosas, pero la aparición de Larry Bird marca su temor por no ser tan bueno”, explica el intérprete, que luego agrega: “La rivalidad entre ambos, y si le será posible derrotarlo, será uno de los aspectos más importantes de la temporada . Durante estos capítulos, Magic estará muy lejos de llegar a un final feliz. Pero la grandeza se trata de eso, de poder atravesar los momentos oscuros. Y eso será lo que veremos”. La otra gran pata en la que se apoya la segunda temporada, desde luego, es en el rol determinante de Pat Reilly (Adrien Brody) como el nuevo entrenador.

Luego de una dura derrota, la etapa de Paul Westhead (Jason Segel) en la dirección de los Lakers llega a un abrupto final. Y su caída abre paso a Pat Riley al frente del equipo. El nuevo entrenador se encuentra ante el desafío de tomar las riendas de un grupo humano que no atravesaba su mejor momento. “Pat Riley es una de las figuras más importantes en el mundo del básquet, y definitivamente es alguien por quien siento una profunda admiración. Es una gran responsabilidad interpretar a alguien que existe, y es interesante ver todo lo que le sucedió hasta convertirse en ese Pat Riley al que todos conocen. Fue muy excitante componer esa ferocidad, esa pasión y esa chispa que vive dentro de él”, asegura Brody.

La era de Pat Riley

La segunda temporada de la serie transcurre entre 1980 y 1984, y hace foco en el dificultoso proceso que llevó a Riley a asumir la dirección de los Lakers, consciente de la extensa sombra que aún proyectaba Westhead. “Estos episodios marcan un cambio para Riley. Él era un soldado leal a Westhead, quien también era su gran amigo. Creo que los dos volaron muy alto gracias al triunfo de su equipo, y aunque Riley tenía desacuerdos con la forma de entrenar de su compañero, siempre se entendieron” , asume el protagonista de El pianista.

Más adelante, y en relación al principal reto de Riley, Brody concluye: “Pero ahora mi personaje se encuentra en la posición de tener que hacerse cargo y liderar. Por suerte él sabe cómo comunicarse con Magic y el resto de los jugadores. Claro que no es un camino fácil, pero así se lo dicta el destino. Sin lugar a dudas, se trata de un viaje notable”.

Adrien Brody compone a Pat Riley, el nuevo entrenador de Los Angeles Lakers
Adrien Brody compone a Pat Riley, el nuevo entrenador de Los Angeles Lakers - Créditos: @Prensa HBO

En el día a día de los Lakers, la opinión de Magic Johnson era de mucho peso. El jugador estrella de ese equipo tenía la capacidad de inclinar la balanza a favor o en contra de muchas decisiones, y como era de esperar, la llegada del nuevo entrenador fue impulsada en parte por él. Después de sufrir una derrota contundente, el equipo debe reinventarse y, ávido de un aire de renovación, Johnson motoriza el recambio de director técnico. Según detalla Isaiah, la relación entre el jugador y el director técnico no es un asunto menor: “ El conflicto entre Magic y Riley va escalando, y aunque el entrenador es alguien muy comprometido, no por eso deja de encontrarse en una posición inusual, y eso es fascinante. En un punto determinado, Riley elige guiar a Magic y unificar a ese equipo, enfrentando incluso sus propias fallas como entrenador”.

La evolución en la relación con Riley es apenas uno de los retos que enfrenta Johnson. “Magic debe lidiar con qué significa ser una súper estrella, aunque ahora ya esté acostumbrado a eso. Pero también se enfrenta a otras cuestiones personales como la paternidad, el vínculo con su entrenador y hasta la forma de relacionarse con sus rivales. Magic se encontrará en una posición de muchas dudas, y frente nuevos conflictos en los que tendrá que dar pelea”, señala Isaiah.

A diferencia de lo que sucedía en los primeros episodios, que examinaban exhaustivamente las relaciones de vestuario entre los miembros de ese equipo, el segundo año de Lakers: tiempo de ganar abre el juego y hace foco en rivalidades externas. Y si bien Johnson es uno de los polos del relato, la figura de Riley se convierte en el otro gran timón. En la piel de ese personaje, Adrien Brody gana un protagonismo decisivo y se convierte en una de las piezas más importantes de la trama.

“Hay una gran transformación en Riley, que durante estos años se convierte en un hombre nuevo. Incluso si mirás sus looks, se nota ese cambio. Él se pone traje y corbata, se acomoda el pelo y así se convierte en una presencia dominante. Y mucho de eso refleja su cambio interno, porque aquí es donde le encuentra un sentido a su vida. Riley se convierte en un entrenador notable, en alguien inspirador. Y tener la chance de honrar esos aspectos de su figura, fue algo muy emocionante de hacer durante la segunda temporada”, asegura Brody.

De esta manera, Lakers: tiempo de ganar se confirma como una ficción que, a partir de retratar una época de oro para el básquet, también refleja el camino que realizaron dos hombres para superar los complejos desafíos que los convirtieron en leyendas.

La segunda temporada de Lakers: tiempo de ganar comienza hoy por HBO Max.