Larry Hagman: una infancia muy difícil, adicciones y dos personajes que quedaron marcados a fuego
Bueno y malo. Comedia y drama. A Larry Hagman le bastaron tan solo dos personajes televisivos para convertirse en uno de los actores más famosos del mundo : el malvado magnate petrolero J.R. Ewing en la serie Dallas y el simpático capitán Anthony Nelson en la comedia Mi bella genio. Sin embargo, como suele ocurrir con las estrellas que no logran dar el salto triunfal de la televisión a la pantalla grande, para muchas de las personas que crecieron viéndolo actuar, su vida privada siempre fue un enigma.
Una infancia difícil
Su primera infancia fue complicada. Nació el 21 de septiembre de 1931 en Fort Worth, Texas. Su madre, Mary Martin, era actriz, y su padre, Ben Hagman, abogado. Las diferencias en sus estilos de vida se hicieron evidentes al poco tiempo de haber comenzado su relación, pero tomaron la decisión de divorciarse cuando Larry tenía 5 años.
En ese momento vivió su primer desarraigo: sus padres decidieron instalarse con su abuela materna, en la ciudad de Los Ángeles. Acostumbrarse a su nueva vida no le resultó nada difícil. Y cuando estaba ya acostumbrado, otro golpe lo obligó a cambiar de rumbo: su abuela murió. A los 10 años, entonces, se vio obligado a vivir con su madre, que se había casado en segundas nupcias con Richard Halliday, un hombre que -contaría el actor mucho tiempo después- le hizo la vida imposible desde el momento en el que lo conoció.
Esa mala relación con su padrastro lo llevó a cortar luego, todo vínculo con su madre, que a esa altura había logrado tener una carrera más o menos exitosa en Broadway. Recién volvieron a hablarse en 1973 cuando Halliday murió.
Sus comienzos
A pesar de que su madre no era precisamente la heroína de su vida, decidió seguir sus pasos y dedicarse a la actuación. Estudió en el Bard College de Nueva York y trabajó como ayudante de producción y actor de reparto en el Theater ‘50 de Margo Jones. Su debut en Broadway se produjo en 1958, en la obra Comes a Day. Luego apareció en otras cuatro: God and Kate Murphy, The Nervous Set, The Warm Peninsula y The Beauty Part. Durante este período, también actuó en numerosos programas de televisión grabados en vivo y en 1964 hizo su primera aparición en el cine, como parte del elenco de la película El alférez Pulver, junto a Jack Nicholson. El mismo año, intervino en Límite de seguridad, junto a Henry Fonda.
Pero el gran salto a la fama le llegó en 1965 cuando fue elegido para protagonizar la serie Mi bello genio junto a Barbara Eden. En la serie, que se convirtió en uno de los clásicos con más repeticiones en todo el mundo, interpretaba al capitán Anthony Nelson, un astronauta que encuentra una botella con una genio dentro, llamada Jeannie. La hermosa “mujer” lo convierte en su amo y le cumple todos sus deseos. La comedia fue un éxito inmediato y se mantuvo al aire hasta 1970.
Tras el final de Mi bella genio, Hagman siguió trabajando en televisión, cine y teatro, pero sin lograr el mismo impacto. Algunas de sus participaciones fueron en las series Here We Go Again y The Good Life, y en la película bélica The Eagle Has Landed, de John Sturges, junto a Donald Sutherland, Michael Caine y Robert Duvall.
El malvado más querido
En 1978, Hagman aceptó el papel que le daría un nuevo impulso a su carrera: el de J.R. Ewing, el ambicioso y despiadado empresario petrolero de Dallas, la serie narraba las intrigas, traiciones y romances de una familia dueña de una gran fortuna y de una enorme hacienda llamada Southfork. Ya desde el primer capítulo, su personaje se convirtió en el villano más odiado y admirado de la televisión. La crítica también reconoció su trabajo: su interpretación le valió cuatro nominaciones al Emmy y cinco al Globo de Oro.
Dallas fue un fenómeno global que duró 13 temporadas y que se emitió hasta 1991. Tuvo episodios históricos, como el que reveló quién había disparado, justamente, contra J.R., que fue visto por más de 350 millones de espectadores en todo el mundo. La serie también tuvo varios desprendimientos y, en 2012, un nuevo comienzo que, por supuesto, contó con Hagman y otros actores originales como Patrick Duffy y Linda Gray.
“No se puede odiar un personaje que es un hito mundial. Soy J.R., disfruto cuando me llaman así. Estar trece años haciendo este personaje me marcó y puede que limitara mis posibilidades para hacer otro tipo de papeles, pero para mí no fue ningún desgaste. Estamos hablando de una serie que fue un fenómeno mundial y es difícil escapar a eso”, expresó alguna vez.
Un padre disfuncional
En sus primeros años de carrera en Nueva York conoció a la diseñadora sueca Maj Axelsson, quien se convirtió en el gran amor de su vida . Vivieron juntos medio siglo y tuvieron dos hijos: Preston y Heidi. “Mi esposa es la chica más hermosa del mundo. Ella es mi roca, mi compañera, mi mejor amiga. Hemos estado casados por 55 años y todavía estamos enamorados”, expresó un tiempo antes de su muerte.
Las crónicas de la última mitad del siglo pasado lo retrataba como un padre amoroso y muy compañero de sus hijos. Pero, según confesó Heidi en su biografía, Larry tenía una contracara que los medios no retrataban: vivía de fiesta en fiesta, siempre con una botella en la mano y rodeado de personas de dudosa reputación.
Él mismo llegó a alardear de las 5 botellas del mejor champagne que bebía diariamente y de las exorbitantes cantidades de dinero que gastaba en casinos y casas de apuestas. Pero el reproche de su hija, con la que logró reconciliarse en sus últimos años de vida, incluían un hecho más complejo: “Desde muy chica me indujo a beber alcohol y a consumir sustancias prohibidas” , relató.
Las adicciones y el adiós
Quizá estaba repitiendo su propia historia. Según contó en más de una oportunidad, en su adolescencia, el músico David Crosby lo introdujo en el mundo del alcohol y lo inició en el consumo de LSD. Jack Nicholson, a su vez, fue la primera persona que le ofreció marihuana para que pudiera mantenerse lejos de los licores y el champagne.
“Fui un alcohólico durante muchos años . Bebía al menos una botella de champagne al día y me afectaba la salud, el trabajo y la familia. Un día me di cuenta de que tenía que cambiar y dejé de beber. Fue la mejor decisión de mi vida. Me siento más feliz, más sano y más libre”, explicó Hagman, una vez que logró superar su alcoholismo. Sin embargo, su cuerpo acusó recibo de los años de consumo: en 1992 le diagnosticaron cirrosis.
En 1995 debió someterse a un trasplante de hígado. Para ese entonces, ya se había convertido en un abstemio convencido y había comenzado su cruzada en los medios en contra del consumo de tabaco y alcohol. Pero los vicios del pasado habían dejado otra huella: “Como J.R. me podía salir siempre con la mía, a través de sobornos, chantajes, adulterio, pero tengo cáncer y quiero que todo el mundo sepa que es un cáncer común y tratable”, anunció en 2011. Un año después, el 23 de noviembre del 2012, su familia anunciaba su deceso.
Apenas unos meses antes, en una de las últimas entrevistas que brindó, Hagman indicó: “He tenido una vida maravillosa. He disfrutado de cada minuto de ella. He tenido todo lo que quería y he hecho todo lo que soñé”.
“Larry era un loco absoluto, era la criatura más amable del mundo: cuidaba de todos. Era un gran profesional y nunca tuvo un mal día en el set. Jamás tuvo comportamientos de megaestrella ni de prima donna, a pesar de que hubiera tenido el derecho de hacerlo”, aseguró Patrick Duffy, su compañero de elenco en Dallas y también su gran amigo.
Su colega también se encargó de dejar en claro que jamás los problemas de su amigo entorpecieron el trabajo en el set y que, a diferencia de J.R., Hagman era uno de los actores más queridos de la extensa “familia” que integraban los miembros del elenco. “Lo conocí en 1978, en la primera lectura del piloto de la serie. Entré, le estreché la mano y eso bastó. Luego, cuando llegué a mi casa esa noche le dije a mi esposa: ‘Estoy seguro de que acabo de conocer a mi mejor amigo’. Y eso es lo que fuimos durante todo este tiempo. Desde ese apretón de manos hasta el día el momento en el que se murió, mientras yo estaba junto a él en el cuarto”, expresó.