Latido explora dos caras de ser mamá

CIUDAD DE MÉXICO, mayo 8 (EL UNIVERSAL).- Marina de Tavira no se considera una madre dulce, tierna y paciente, aunque amigas suyas, como la cineasta Katina Medina Mora, consideran que sí. Y aunque haber traído al mundo a su hijo Tadeo fue algo maravilloso, la actriz recién tomó conciencia de que esto no siempre es así para todas las mujeres.

"Fue muy fuerte descubrir lo que le pasa a una mujer hormonalmente y psicológicamente cuando está viviendo un proceso como el de intentar ser madre; me tomó por sorpresa la ignorancia que existe al respecto, empezando por la mía", señaló la nominada al Oscar.

Esto sucedió porque tuvo que investigar a fondo qué pasa física y emocionalmente en las mujeres que no consiguen un embarazo, conocer algunos casos y darle forma a un personaje que pasa por esto para el filme "Latido", que se estrena el 10 de mayo por Prime Video.

"Son cosas que se viven en silencio, casi siempre, y con vergüenza, por eso me pareció importante ponerle altavoz a este problema y que otras mujeres se vean reflejadas y digan, no estoy sola", dijo De Tavira.

Katina Medina explicó que esta historia nació durante la pandemia, cuando ella estaba en un momento donde barajaba la posibilidad de ser madre, esto le dio la idea de crear un guion con esta temática, pero todo el tiempo estuvo en su mente Marina de Tavira como protagonista.

De esta forma nació el guion de "Latido", donde cuenta la historia de Leonor (Marina de Tavira), una mujer de 45 años que ha intentado todo por quedar embarazada, pero su cuerpo parece no responder y la de Emilia (Camila Calónico), una adolescente de 16 años que ve su carrera de bailarina truncada el día que se entera que está embarazada. Ambas hacen un trato para compartir el proceso de embarazo, con todas sus consecuencias.

"También fue esta parte de la lucha feminista por la legalización del aborto y de ver cuántas adolescentes estábamos empujando a llevar a término un embarazo que no quieren. Me parecía muy complejo esta parte de cómo una mujer puede odiar lo que otra quiere, y cómo la maternidad es algo que no se puede controlar", comentó Medina.

La directora consideró que las mujeres siempre están con una lucha interna, sobre si la maternidad es un deseo auténtico o es esa idea que imprimen en ellas desde niñas, argumentando que, si no se es madre, no se es mujer.

Durante el proceso de filmación, la buena relación que se dio entre Marina y Camila se comenzó a reflejar en sus personajes, que sin darse cuenta lograron crear un lazo casi como madre e hija.

"Leonor sabe que dejará de ver a Emilia, pero el afecto empieza a sucederles", explicó Marina.