Laura Zapata y su tajante respuesta a los rumores de un supuesto romance con uno de sus secuestradores

Laura Zapata / Agencia México
Laura Zapata / Agencia México

La privación de la libertad de Laura Zapata vuelve a ser noticia a más de 20 años del lamentable suceso, y en esta ocasión es la propia actriz quien decidió romper el silencio y aclarar si es verdad que uno de sus secuestradores se enamoró e incluso tuvo intimidad con ella.

A su paso por la alfombra roja del estreno del remake de “El extraño retorno de Diana Salazar”, Zapata atendió a la prensa y explicó si es verdad que sufrió el Síndrome de Estocolmo y si llegó a enamorarse de ella uno de los delincuentes que la privaron de su libertad.

Laura Zapata en obra Cautivas / Cortesía
Laura Zapata en obra Cautivas / Cortesía

“No, no, se enamoró, y Ernestina, que es la otra persona que estuvo secuestrada conmigo, ella es la que narra, que ese secuestrador al que llama, en su pasquín que escribe, Romeo, no, no, conmigo no, a mi me trataron de ‘señora’, y de ‘¿qué necesita usted?’”, dijo la artista al respecto.

Mientras un reportero le hizo hincapié sobre el fenómeno psicológico en el que se desarrolla una vinculación afectiva entre rehenes y captores, la villana de las telenovelas esclareció:

Laura Zapata, Thalía y Ernestina Sodi / Agencia México
Laura Zapata, Thalía y Ernestina Sodi / Agencia México

“No, yo no, yo no me enamoré, yo salí a luchar para salvar la vida de Ernestina, y afortunadamente, gracias a Dios, la pude sacar de ese infierno, pero ella se quedó y sucedieron cosas que conmigo no sucedieron, que yo no soy testigo, y que a mí no me pasaron”.

Finalmente, la intérprete de 67 años negó que se tratara de ella la declaración de uno de sus captores de nombre Abel, quien antes de suicidarse, rechazó haber abusado a una de las hermanas de Thalía, dando a entender que existió una relación sexual consensuada.

“Se referían a la otra señora, yo salí a salvar y a rescatar a Ernestina, cuando ella salió, me dijo ‘me violaron, me golpearon, me dejaron sin comida’, y bueno, ahora sí que yo no estaba, yo no fui testigo, yo no estuve presente, pero no era yo. Es más, ella en su libro “Libranos del mal”, que para mí es un pasquín, ella relata cómo llegaba el famoso Romeo a ponerse un chicle, a hacer… una cosa fuera de cualquier tipo de norma”, remató.