La lección de anatomía: del día que 7 actores se desnudaron en un congreso médico al secreto que su creador se llevó a la tumba
“En este aniversario, todo lo que haremos es celebración, un homenaje a Carlos, a lo que generó, a la gente que pasó por acá, a quienes se sintieron involucrados como personas, a quienes vienen otra vez con hijos y con nietos, y a esta obra que fue, es y será una ceremonia, un rito”, dice Antonio Leiva, el director de La lección de anatomía, la creación del rosarino Carlos Mathus que cumple cincuenta años, más de 10.000 funciones desde su primera vez en 1972. Y hay festejo desde el viernes 7 en adelante, de miércoles a domingos en el Multitabaris, la sala donde hace 40 años, en 1982, la obra encontró uno de sus tantos hogares.
El 2 de diciembre de 1972 en un congreso internacional de enfermedades psicosomáticas, en el hotel Sheraton, siete jóvenes actores y actrices se desnudaron íntegramente, por pocos minutos, frente a los espectadores. Es apenas un instante pero esa imagen sacudió la norma y traspasó un límite. Al poco tiempo, el 23 de marzo de 1973 comenzó su primera temporada en el Theatrón (Santa Fe y Pueyrredón), donde continuó casi una década, siempre con muchísimo público y el asedio constante de las fuerzas represivas de la dictadura militar. También hubo giras por todo el país y en el exterior: Uruguay, Paraguay, Venezuela, Chile, Brasil, España y el festival de Gaz, en Austria. En 1982, el productor Carlos Rottemberg ofreció su -entonces llamado- Tabaris para el décimo cumpleaños, gesto que se repite ahora en el mismo espacio (aunque no exactamente en la misma sala, esta vez es en el primer piso).
“Fue una de las primeras obras del off que pasó a Calle Corrientes”, dice Leiva. Y siguieron muchos otros teatros, Variedades Concert, Ateneo, la Comedia, Bauen, entre otros, y por supuesto, el Empire, el teatro dirigido desde 1997 por Mathus y Leiva, integrante de la compañía desde el minuto cero, intérprete de todos los personajes de la obra y compañero incondicional del autor, director y régisseur fallecido en 2017. “Nunca fuimos tratados como bichos raros, porque Carlos venía del Instituto Di Tella, tenía su recorrido en Rosario y siempre fue muy particular”, dice quien le puso el cuerpo a casi nueve mil funciones, desde 1972 hasta 2008, año en que se suspende la obra por decisión de Mathus: “Se llevó el secreto a la tumba, nunca nos dijo la razón. Una noche, después de la función, dijo: ‘mañana se baja de cartel, esta obra no me representa’. Lo queríamos matar”.
Sin embargo, nueve años más tarde, La lección de anatomía volvería al Empire, momento que retrata el documental de Agustín Kazah y Pablo Arévalo (se presentó en el Bafici 2019) con un Mathus ya enfermo y que muere durante este proceso pero que gracias el empuje de todos los jóvenes que querían ser parte -en especial, de Luciano Heredia, actor y hoy también productor- finalmente se concreta. Y, otra vez, en 2017, La lección de anatomía en pie, intacta, con algunos cambios en la música, las referencias a programas de tevé y el uso de los celulares, nada más. Un año después y hasta finales de 2021 (salvo pandemia), la leyenda continuó en el teatro Buenos Aires (Corrientes y Rodríguez Peña). Ahora, también en Calle Corrientes, pero en el Multitabaris de Carlos Rottemberg: “En 1980 habíamos alquilado con Linda Peretz (su mujer en ese momento) un departamento en Pueyrredón y Santa Fe. En el subsuelo de ese edificio, había un teatro, el Theatrón, que estaba siempre lleno gracias a La lección. En un bache que tuve en el Tabaris, para el verano de 1982, les propuse venir. Fue un éxito arrollador, de martes a domingos, dos funciones por día, tres los sábados; quedaban chicas las 500 butacas del Tabaris. Pero como tenía comprometido el espacio en invierno con la obra exitosa del verano marplatense, continuamos en otras salas propias: el Ateneo, Alfil, Lorange (hoy Apolo), Blanca Podestá (Multiteatro), el teatro Corrientes de Mar del Plata, en fin, fueron 10 años de recorrido juntos”, cuenta el productor teatral.
Si los desnudos todavía pueden considerarse movilizadores o transgresores a esta altura de la historia, para Leiva no hay duda: “Lo transgresor continúa porque la gente le sigue teniendo miedo al desnudo, a mostrarse cómo es, primero el continente para después mostrar el contenido. Hablar de la naturaleza humana y mucho antes de que se dijera ‘teatro físico’ nunca pierde vigencia. A los nuevos que nunca la vieron, les pasa lo mejor: la aman o la odian, porque entrás en el juego o te quedas afuera”.
Ceremonia 2022
Entre los más de 200 actores y actrices que formaron parte del elenco en estos 50 años se encuentran Daniel Fanego, Claudio Gallardou, Jorge Mayorano, Liliana Pécora, Alicia Aller, Cecilia Cenci, Gustavo Garzón, Osvaldo Guidi, Virginia Innocenti y Carlos Calvo, cuyo hijo, Facundo, estuvo en la obra en 2021. “El año pasado, para el cierre en el Buenos Aires, Facundo me pidió que yo hiciera la escena del padre. Fue muy fuerte, fue lo mismo que había hecho con su padre”, dice Leiva sobre el joven actor que este año actúa en Me duele una mujer, de Manuel González Gil.
Hoy, ellos son Luciano Heredia, Alejo Ortiz, Verónica Romero, Valentina Cerati, Eliana Manzo y Omar Ponti, más los reemplazos Pedro Raimondi, Hermes Molaro, Yamila Gallione y Javier Salas. Como capas superpuestas, conviven distintas generaciones con distintos vínculos con la obra. El decano del grupo es Omar Ponti quien cumple también un aniversario, 30 años desde su debut en el Ateneo, en 1992: “Fue la primera obra que vi en mi vida y al verla me dije que eso era lo que yo quería. Entré antes de terminar en el Conservatorio. Empecé como hijo y ahora hago del padre de la hija. Hice muchas giras, lo que más extraño. Con esta compañía, además de Lección, hice La cantante calva, El reñidero (fue Pancho Morales), el Cabaret, en fin, mucho. Sólo me alejé un tiempo cuando viajé a Europa a trabajar, porque soy bailarín de tango. Pero volví”.
Actor, productor ejecutivo y asistente de dirección, Luciano Heredia es parte del grupo desde 2017. A los 17 años, como su mamá hacía la prensa de El huérfano feliz, de Leiva, conoció el mundo Mathus y se interesó por La lección después de ver los videos. Quería que volviera y vivirlo desde adentro. Su deseo se cumplió con creces. “La obra es una máquina, hay que tener en cuenta todo, iluminación, música, coreografías, todo a la vez, porque sucede todo rápido. Se aprende mucho en esta obra, hay que involucrarse, no se trata de cumplir y nada más”, dice.
Dos son debutantes absolutos, Alejo Ortiz y Eliana Manzo. Alejo es actor -trabajó en varias obras, con Lito Cruz en Hombre mirando al sudeste y 33 variaciones; en Beatnik con Osvaldo Laport- e hijo de actores, de Susana Ortiz y de León Moguilner. Cuando tenía alrededor de un año, en 1976, su mamá estaba haciendo Panorama desde el puente, con Alfredo Alcón, en Mar del Plata. Y a su papá le tocó reemplazar a un actor enfermo en La lección. Esta historia que desconocía o, al menos, no recordaba -León murió cuando Alejo tenía 9 años y Susana murió en 2020, antes de esta versión de la obra- se la contó Leiva a Alejo. “Cuando me la contó fui a buscar los recortes que juntaba mi abuela. Me gustó prenderme a esto y, además, porque creo que esta obra, a los 50 años, se revaloriza, porque estamos involucionando, vuelven paradigmas sociales de la derecha y esta obra vuelve a sonar por eso, se revalida social y filosóficamente”, dice Ortiz.
En cuanto a la actriz y bailarina Eliana Manzo, fue una propuesta de Carlos Rottemberg incluirla cuando se viralizó lo que le había sucedido con el alquiler de un departamento, cuyo dueño no aceptó firmar el contrato al enterarse de que Eliana era ciega. “Me llamó por teléfono y fue una sorpresa y una emoción tremendas. Yo soñaba con que algún día él iba a llamarme para trabajar en Calle Corrientes. Me dijo que había visto mis videos, mis trabajos y que quería hacer algo por lo que había pasado. Y como su casa es el teatro, me abría las puertas. Fue un gesto enorme y con una humildad majestuosa”, dice Manzo, quien perdió la visión a los 15 años. En La lección había lugar para renovaciones. Leiva y Heredia le hicieron la prueba (el momento del footing en la obra es fundamental) y ella lo pasó sin problemas. “Se adaptó perfectamente y es una más”, aseguran.
Con aire nuevo, con experiencia acumulada, con el vigor de quien renace y la sabiduría del que permanece, La lección de anatomía sube al escenario a exponer con orgullo una verdad que guardan y cuidan hace 50 años: a brindar con ellos.
La lección de anatomía, de Carlos Mathus y dirección de Antonio Leiva. En Multitabaris Comafi, Corrientes 831. Funciones: de miércoles a viernes, a las 20; sábados, a las 20.30 y 22.30 y domingos, a las 19. Entradas en Plateanet