Legalmente rubia: la fábula sobre lo “imposible” que saltó del cine a las tablas
Autor: Heather Hach. Música y letras: Laurence O’Keefe, Nell Benjamin. Adaptación: Marcelo Caballero, Macarena Del Mastro, Juan Pablo Schapira. Dirección: Ariel Del Mastro, Marcelo Caballero. Intérpretes: Laurita Fernández, Costa, Mario Pasik, Federico Salles, Santiago Ramundo, Ivana Rossi, Georgina Tirotta, Lucien Gilabert, Camila Rosen, Carolina Mainero, Fernanda Provenzano, Martina Scigliano, Nicolás Villalba, Tatiana Luna y Nahuel Adhami. Emiliano Pi Álvarez.Vestuario: Javier Ponzio. Escenografía: Gonzalo Córdoba. Iluminación: Anteo Del Mastro. Dirección coreográfica: Georgina Tirotta. Dirección vocal: Pilar Noseda. Sala: Liceo (Rivadavia 1499). Funciones: miércoles a viernes a las 20: viernes y sábados a las 19 y 22; domingos a las 19. Duración: 100 minutos. Nuestra opinión: muy buena.
Basada en la novela de Amanda Brown y en el film que Robert Luketic dirigió en 2001 con la actriz Reese Witherspoon como protagonista, el musical Legalmente rubia llega a Buenos Aires luego de presentarse en Nueva York y Londres. Si bien en la primera plaza teatral pasó algo desapercibida, en Inglaterra, en 2015, obtuvo tres distinciones Laurence Olivier.
Antes de convertirse en best seller la narración de Brown tuvo un camino azaroso. Ella escribía relatos que rescataban los acontecimientos que le sucedían mientras estudiaba en Stanford Law School, en donde sus compañeros no la tomaban muy en serio y los compartía con sus amigos más cercanos. Ellos de inmediato la instaron a publicarlos. Varios editores los rechazaron hasta que tomó una decisión que fue determinante. Como escribía en papeles de color rosa, decidió reenviar los escritos impresos de igual manera a las editoriales y esto atrapó a su primer editor.
Considerada por algunos como una película de culto, Legalmente rubia tuvo una segunda versión en 2003 y una tercera en 2023. Esta última no pasó por las salas.
En 2011, Heather Hach decidió dar forma a un musical y de esa manera logró que la historia continuara dejando algunas señales sumamente significativas, en especial, en el público femenino.
La trama muestra a Elle Woods, una joven rubia, que viste siempre de rosa, cuya vida en Los Ángeles transcurre dentro de un medio superficial y anodino, rodeada de unas amigas tan superficiales como ella. Está muy enamorada de Warner, un aristócrata proveniente de una familia que posee cinco generaciones de senadores. Él también quiere dedicarse a la política y llega un momento en el que decide dejar a Elle por considerar que ella no es la persona que necesita a su lado para lograr sus objetivos.
Pero como esta “Barbie de Malibu”, como se la califica en la película, mejor promedio de la escuela de moda, necesita reconquistar a su hombre, irá a estudiar a la Facultad de Derecho de Harvard, siguiendo los pasos de él.
Y eso que parece imposible, se logra. Elle, no sin atravesar algunas contradicciones, consigue que los demás dejen de verla como un estereotipo de jovencita tonta y hasta va más allá a la hora de enfrentar la misoginia y decidir que puede ser ella misma sin detenerse en lo que piensan los demás acerca de su forma de ser.
Fidelidad al guion
El libro de Heather Hach sigue fielmente el guion cinematográfico de Kirsten Smith y Karen McCullah. Según la versión que se presenta en el Liceo está más desarrollado el personaje de la peluquera Paulette (amiga y confidente de la protagonista) y sobre el final queda mucho más clara la relación amorosa que van construyendo Elle y su amigo abogado Emmett.
Esta experiencia teatral local es muy destacable. La dirección de Ariel Del Mastro y Marcelo Caballero le imponen muy buen ritmo al trabajo. Las escenas, aunque algunas pequeñas, condensan con rigor las diversas situaciones por las que debe atravesar la joven Elle. Sus rutinas diarias son muy cambiantes y pelear un lugar en un universo que la rechaza la llevan a atravesar diferentes estados anímicos.
Laurita Fernández posee el carisma necesario para dar vida a su personaje. Y si a eso le sumamos que encuentra el grado exacto de ingenuidad que esa muchacha necesita para expresarse, la formula cierra perfecta. Además baila bien y aunque su voz es pequeña a la hora de cantar, logra realizar una construcción muy efectiva de Elle.
Intensos también son los cuadros donde participa el denominado por la protagonista “coro griego”, conformado por Georgina Tirotta (Serena), Camila Rosen (Pilar) y Carolina Mainero (Margot). Un trío magnífico de cantantes y bailarinas, amigas de la protagonista, que la acompañan a lo largo del espectáculo demostrándole su incondicional afecto.
Ivanna Rossi se luce notablemente como Brooke, su escena presentación dentro del espectáculo es muy potente. Reconocida actriz, bailarina y cantante sabe aportarle a su personaje de presidiaria que reclama comprensión, una fuerte credibilidad. Costa construye a Paulette con todos los guiños a los que el espectador está acostumbrado a reconocerle. Coloca su mundo en escena y juega y divierte al público.
Mario Pasik (el profesor Callahan), Federico Salles (Emmett) y Santiago Ramundo (Warner) dan vida a seres muy opuestos. Sus participaciones son pequeñas pero cada uno encuentra el tono exacto para expresar la conducta de su personaje dentro de ese mundo inquieto que Elle va construyendo.
El resto de elenco también demuestra mucha capacidad a la hora de cantar, bailar y participar de algunas situaciones. Y más aún cuando participan de las coreografías de Georgina Tirotta, que realmente poseen fuerza e intensidad.