Yahoo Estilo Leonardo DiCaprio y el capricho que casi le cuesta su papel en 'Titanic'
Leonardo DiCaprio es uno de los actores más solicitados de Hollywood desde prácticamente su adolescencia. Entre su talento y la buena selección de proyectos a través de películas tan dispares como ¿A quién ama Gilbert Grape? (1993), Diario de un rebelde (1995) y Romeo y Julieta (1996), supo colocarse en un pedestal que le proporcionó la ventaja de ser selectivo. Un lujo que no disfruta la gran mayoría de intérpretes. Sin embargo, ser el niño mimado de Hollywood casi le cuesta el papel que terminaría encumbrándolo como imán de la taquilla mundial.
El actor tenía 21 años cuando se reunió con James Cameron ante la posibilidad de interpretar a Jack Dawson en Titanic. En ese momento, el cineasta ya tenía a Kate Winslet casi contratada. Varias actrices habían intentado conseguir el papel de Rose -como Gwyneth Paltrow, Winona Ryder o Claire Danes- pero la actriz británica se empeñó de lleno en convencer a Cameron enviándole cartas, llamándolo varias veces y demostrándole que era la elección perfecta. Y finalmente lo consiguió. Solo quedaba encontrar a un partenaire masculino con el que tuviera la química necesaria. No obstante, después de una primera reunión donde DiCaprio “encandiló a todos”, James Cameron se topó con el capricho del actor que casi lo deja fuera de juego.
Según cuenta el director en una entrevista para la revista GQ, Leonardo DiCaprio volvió unos días más tarde para continuar el proceso. Sin embargo, el actor no sabía que Cameron había preparado una cámara para grabar una prueba de vídeo. “Él no sabía que iba a hacer una prueba. Pensó que se trataba de otra reunión para conocer a Kate. Así que le dije ‘Okay, vamos a la habitación contigua, probemos unas frases y las grabo’. Y me dijo ‘¿Quieres decir que voy a leer?’ Y le dije ‘Si’. Y me dijo ‘Oh, yo no leo’. Le apreté la mano y le dije ‘Gracias por venir’.”
GUÍA | Los pasos que tienes que seguir para poder ver un vídeo de Youtube no disponible por tus preferencias de privacidad
Cameron asegura que estaba preparado para abandonar la intención de contratarlo como Jack, pero entonces DiCaprio le preguntó “Si no leo ¿no obtengo el papel? ¿Así de rápido?” A lo que Cameron le respondió que si, que se trataba de una película enorme que le iba a llevar dos años de su vida desarrollar mientras él seguía adelante con otros proyectos cuando terminara el rodaje. “Así que no voy a arruinarlo tomando la decisión errónea en el proceso de casting. Así que vas a leer o no tendrás el papel” le dijo.
Que Leonardo DiCaprio no quisiera hacer una prueba de cámara leyendo líneas de diálogo nos habla de un actor que, ya por entonces, probablemente estaba acostumbrado a llevarse los proyectos a casa sin demasiado esfuerzo. Hollywood lo habría mimado lo suficiente como para darle semejante privilegio. Porque por mucho que se trate de un buen actor, se puede entender la necesidad de James Cameron de asegurarse que DiCaprio era el candidato perfecto para interpretar a Jack. Mientras que la química en una película romántica como Titanic resulta esencial. Evidentemente debían probarla ante la cámara junto a Kate Winslet. Sin embargo, que DiCaprio supuestamente esperara llevarse el papel solo por ser quien era, sin considerar los riesgos de todos los implicados en una producción de semejante envergadura, se traduce en ese capricho afianzado por Hollywood.
Ya lo dijo Christian Bale en otra entrevista reciente a GQ, donde admitía que si obtuvo el papel que impulsó su carrera adulta en American Psycho (2000), fue porque DiCaprio lo rechazó primero. Según el actor, Leonardo había sido la primera opción de la directora Mary Harron pero no aceptó la oferta porque no le pareció buena idea meterse en la piel de un asesino sádico cuando acababa de encumbrarse como héroe romántico con Titanic. Con esta anécdota, Bale añadía que “hasta el día hoy cualquier papel que alguien obtiene es solo porque [Leo] lo rechazó de antemano”, dando a entender que el intérprete lleva siendo la primera elección de los estudios y productores desde finales de los 90s. Explicando, así, la actitud privilegiada que desplegó en el casting de Titanic.
Porque además de negarse primeramente a leer las líneas de diálogo, James Cameron añade que comenzó el proceso a regañadientes y con negatividad “hasta que dije ‘¡acción!’”. Porque en ese mismo instante “se convirtió en Jack”.
“Kate se iluminó e interpretaron la escena. Las nubes oscuras de repente se abrieron y un rayo de luz entró e iluminó a Jack. Y ahí lo supe, era el elegido” sentencia. Y lo demás es historia. Tras aquella primera prueba de cámara hasta la propia Kate Winslet insistió al cineasta para que fichara a Leonardo DiCaprio, haciendo historia juntos en la taquilla mundial y catapultando sus carreras para siempre.
James Cameron volverá próximamente a los cines con el estreno de Avatar: El sentido del agua el próximo 16 de diciembre.
