La leyenda viviente Nile Rodgers salda su deuda histórica con Noches del Botánico

Madrid, 11 jul (EFE).- Pocas veces las palabras "leyenda viviente" se ajustan de forma tan precisa como en el caso de Nile Rodgers, quien a sus casi 71 años, más de 50 de ellos de carrera, sigue en activo junto a su banda Chic paseando en conciertos como el de hoy en Noches del Botánico uno de los repertorios más fructíferos de la historia.

Artífice no solo de algunas de las mejores canciones de la música disco, con hitos como "I'm Coming Out" para Diana Ross, en Madrid ha recordado además que se le debe una larga lista de colaboraciones clave como productor y/o coautor, de "Like a Virgin" de Madonna o "Let's Dance" de David Bowie hasta el "Get Lucky" con el que Daft Punk le volvió a poner de moda hace ya una década.

Poco antes de ese último gran éxito mundial, en 2011 Rodgers (Nueva York, 1972) visitó por última vez la capital, por lo que nunca había puesto un pie en este ciclo musical gourmet que acaba de alcanzar el ecuador de su séptima edición (en 2015 se canceló su presencia en Madgarden, su inmediato precursor en este Jardín Botánico Alfonso XIII).

Que esos 12 años se han hecho muy pesados a los madrileños ha quedado claro ante el aforo casi completo de 4.000 personas, con una transversalidad en su composición tanto en estrato como en edad propia de quienes han trascendido su propio relato (no olvidemos que en sus inicios en los 70 las compañías rechazaban grabarle discos a su primera banda de rock al descubrir que eran negros).

Músico, compositor, productor, arreglista y guitarrista entre otros muchos méritos, este Noches del Botánico ha sido el primero de sus dos únicos compromisos en España en 2023, pues mañana miércoles actuará dentro del Icónica Sevilla Fest en la monumental Plaza de España que le sirve de sede.

Habitual de los escenarios catalanes en los últimos años, el repertorio de esta velada no le habrá resultado extraño o ajeno a quien haya disfrutado su directo en alguna de esas visitas, pues el neoyorquino no se molesta mucho en variarlo, ni falta que hace.

Desde su aparición pasadas las 22.30 horas junto al octeto Chic (del que él es en realidad el único miembro estable desde su fundación a finales de los 70 y en sus diversas encarnaciones), esta vez ha apelado en el arranque a uno de sus bombazos, "Le Freak", presagiando que se avecinaba una oleada de "hits" para bailar.

Con su boina y su traje de color blanco nuclear y sus icónicas gafas de sol, a Rodgers y a su guitarra lo han flanqueado las poderosas voces de Audrey Martells y Kimberly Davis -"La más bella que he escuchado", ha dicho de ella-, mientras como un río incesante y fresco han pasando salpicando por sus gargantas "Dance, dance, dance" o "I Want Your Love".

"Mi nombre es Nile rodgers. Probablemente sepáis que produje y escribí todas las canciones de Chic, pero igual desconocéis que también lo hice para otras estrellas como Madonna, David Bowie, Lady Gaga o Beyonce", ha recordado, antes de soltar otro rayo de luz plateado en esta noche luminosa como "I'm Coming Out".

A una velada de resplandor funky como esta no le hacían falta motivos extras para acudir a escuchar "Upside down" o una colosal versión del "We Are Family" de Sister Sledge que también escribió, pero sin duda ha ayudado la idea de escapar de la canícula del asfalto del centro en pos de la temperatura mucho más amable de un jardín con varios grados menos y un ambiente lleno de sonrisas.

Del "álbum más importante" de su carrera, "Like a Virgin" (1984) de Madonna, han sonado el corte titular y "Material Girl" reflotando su influjo negro original ("Entonces la jefa era ella, ¡pero esta noche lo soy yo!", ha reivindicado).

La fiesta ha ido adquiriendo así formas de un karaoke colectivo en el que han cabido otras versiones tan famosas como "Get Lucky" y "Lose Yourself To Dance" de Daft Punk, "Notorious" de Duran Duran (que produjo) o hasta el dosmilero "Lady" de Modjo (del que fue uno de los compositores), subrayando que no ha habido década en la que no haya hecho algo memorable.

Por eso quizás en esta noche de autobombo ha recordado que entre sus seis premios Grammy, uno fue por todos los logros de su carrera. "¡Como si esta hubiese terminado ya!", ha protestado con humor antes de señalar que entre sus más recientes aportaciones está "Coffee", del último disco de Beyoncé, que han tocado como gran novedad en un largo repertorio que lleva años tallando en piedra.

Tras hora y media de concierto, para el final ha reservado dos de las joyas máximas, "Let's Dance" de David Bowie y el "Good Times" de Chic que, sampleado posteriormente por Sugarhill Gang en "Rapper's Delight", está considerada la piedra de toque del hip hop, otro hito (aunque indirecto) para este hombre que debería llenar y llenará más páginas de los manuales de historia de la música.

Javier Herrero.

(c) Agencia EFE