Liébana, la comarca cántabra encerrada entre montañas

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(Georgios Tsichlis / Alamy Stock Photo)

La pureza del aire, las altísimas montañas, el vibrante color del paisaje, las sendas fluviales… La comarca de Liébana es un lugar lleno de posibilidades para hacer incursiones por la naturaleza, donde confluyen cuatro valles abrazados por ríos y frondosos bosques que se reparten los siete municipios que la conforman: Cabezón de Liébana, Camaleño, Cillorigo de Liébana, Pesaguero, Potes, Tresviso y Vega de Liébana. Por si le faltara algo, ahí está para entretenerse su rico patrimonio arquitectónico, sus posadas y casas de aldea o sus miradores. La hemos recorrido de principio a fin.

ANIMALES FANTÁSTICOS EN SANTA MARÍA DE PIASCA

En Cantabria existen numerosas iglesias románicas, a cada cual más impresionante, pero la del pueblo de Piasca, en el municipio de Cabezón de Liébana, a 9 kilómetros de Potes, es un gran descubrimiento. Según reza en la inscripción medieval que puede leerse en su portada se levantó en 1172 y sobresale por la riqueza iconográfica de sus dos portadas, en la principal con una pequeña galería donde aparece la Virgen María, escoltada por San Pedro y San Pablo. Fíjate en la decoración vegetal de la cornisa y en los animales reales y fantásticos que decoran los canecillos. Es una de las mejores muestras del románico en Cantabria.

Iglesia de Santa María de Piasca, Cabezón de Liébana
Una gran riqueza iconográfica se admira en las portadas del templo de Piasca.

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PASEO AÉREO EN EL TELEFÉRICO DE FUENTE DÉ

En pleno corazón de los Picos de Europa, Camaleño está rodeado de montañas que superan los 2000 metros, de las que podrás estar más cerca tomando el teleférico que sube hasta el mirador del Cable. Un paseo aéreo de solo 4 minutos en el que poner a prueba tu vértigo te llevará a las alturas salvando un desnivel de 735 metros. Una vez arriba, te puedes recrear con las panorámicas, tomarte un café con vistas, hacer alguna de las rutas senderistas de las que informan en la oficina de Cantur o regresar a pie a la base del teleférico.

Teleférico de Fuente Dé, comarca de Liébana
El teleférico salva desde su base hasta el mirador del Cable un desnivel de 735 metros. (E.M.)

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MOGROVEJO, UN PUEBLO DE POSTAL

No hay que salirse de los límites de Camaleño para parar en este pueblo que es conjunto histórico. Apenas una pequeña aldea con los Picos de Europa como telón de fondo en la que sobresale su torre medieval con almenas, su museo de la Escuela Rural y, sobre todo, un conjunto de casonas de los siglos XVII y XVIII. Si quieres pasar noche, reserva un alojamiento decorado con mucho gusto, como los de Luarna (apartamentosluarna.com) o La Ventana de Mogrovejo (laventanademogrovejo.com).

Mogrovejo, valle de Liébana y Picos de Europa
La torre medieval despunta sobre los tejados de Mogrovejo. (Witold Skrypczak / Alamy Stock Photo)

SANTO TORIBIO DE LIÉBANA Y EL MIRADOR DE CAMALEÑO

Nadie que pasa por Liébana deja de lado el monasterio de Santo Toribio de Liébana, donde se conserva el LignumCrucis, el trozo más grande de la Cruz de Cristo. Es uno de los cinco lugares santos de la Cristiandad –como Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz– y meta del Camino Lebaniego, que surgió para venerar los restos de Santo Toribio, obispo de Astorga. A cinco minutos andando, junto a una pequeña ermita, no dejes de asomarte a un mirador espectacular sobre el valle de Camaleño.

Monasterio de Santo Toribio de Liébana
Santo Toribio de Liébana es meta del Camino Lebaniego.
Mirador junto al monasterio de Santo Toribio de Liébana
Panorámica sobre el valle de Camaleño. (E.M.)

LA TIROLINA MÁS LARGA DE ESPAÑA

Es la nueva atracción de la Liébana y tirarse por sus dos líneas a 100 kilómetros por hora recorriendo 1600 metros de longitud, además de diversión, te permitirá disfrutar de la espectacular naturaleza del valle y de los Picos de Europa desde otro punto de vista. Está situada entre Los Llanos y Camaleño y la experiencia completa cuesta 35 €.

SANTA MARÍA DE LEBEÑA, JOYA MOZÁRABE

El río Deva baña el municipio de Cillorigo de Liébana, que, además de un paraíso para el turismo verde, posee uno de los testimonios de arte prerrománico más importantes de España. Se trata del templo de Santa María de Lebeña, que se levantó en el siglo X y que anima detenerse cuando se circula entre los paredones calizos del desfiladero de la Hermida para contemplar su belleza mozárabe.

Iglesia de Santa María de Lebeña, comarca de Liébana
La iglesia de Lebeña se intuye desde el desfiladero de la Hermida. (Marlene Vicente / Alamy Stock Photo)

EL MODERNO CENTRO DE VISITANTES DE LOS PICOS DE EUROPA

A la entrada (o a la salida, según se mire) del desfiladero que lleva hasta la costa, queda, a un lado de la carretera, este moderno centro de Tama que ofrece una visión detallada y guiada del paisaje del parque nacional: su fauna, sus redes fluviales, sus usos cotidianos... En él podrás conocer reproducciones de un templo románico o una escenografía del Beato de Liébana.

LA CASA DE LA NATURALEZA DE PESAGUERO

Y si a Camaleño lo baña el Deba, el Bullón hace lo mismo con ese otro municipio montañoso que es Pesaguero. En pleno área de recuperación del Oso Pardo, es un punto estratégico para el ecoturista, del que parten numerosas rutas a pie. En su Casa de la Naturaleza se ofrece información sobre la Red Natura 2000 y los valores naturales y culturales del valle de Liébana.

Casco antiguo de Potes, capital de la comarca de Liébana
Pasaje del casco antiguo de Potes. (E.M.)

POTES, LA CAPITAL

Acapara gran parte de la atención de la Liébana y motivos no le faltan, pues, además de ser un gran centro de servicios, posee un singular entramado urbano de callejuelas empedradas, caserones con escudos en sus fachadas y casas populares de piedra que van desvelando una rica historia a cada paso. Aquí la torre del Infantado, allí la de Orejón de Lama, abajo el paseo que ve como confluyen los ríos Quiviesa y Bullón, arriba los puentes que los salvan... Y para rematar la visita, numerosos bares y restaurantes donde tapear y probar los sabores del terruño, empezando por el cocido lebaniego que elaboran en Casa Cayo (casacayoc.om) o a las propuestas más creativas de La Soldrería (lasoldreria.com). Orujos, miel de Liébana y los famosos quesucos, con denominación de origen los encontrarás en cualquier tienda.

Pueblo de Bejes, Cillorigo de Liébana
Las vacas pastan en torno al pueblo de Bejes.

LA EXCURSIÓN A TRESVISO

Tresviso es un minúsculo pueblo que no llega al centenar de habitantes, pero alcanzar sus alturas es una de las excursiones más recomendables de la vertiente cántabra de Picos de Europa. Si se hace en coche, hay que hacerlo desde Sotres por una carretera estrecha y con barrancos que impresiona, tanto como los paisajes que se contemplan subiendo a pie desde Udrón, en el desfiladero de la Hermida. Una ruta de 11,6 kilómetros, con un desnivel de 825 metros, que tiene como platos fuertes el zigzag del sendero, el balcón de Pilatos o los prados de los Invernales de Prías, donde pastan caballos, vacas y ovejas, antes de llegar a Tresviso y degustar, después del esfuerzo, su queso picón con denominación de origen protegida que se cura en las cuevas del municipio.

Iglesia de Vega de Liébana, comarca de Liébana
Arquitectura popular en Vega de Liébana. (Robert Morris / Alamy Stock Photo)

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EL MIRADOR DEL CORZO

En Vega de Liébana, el último de los municipios de la comarca, la arquitectura popular, las tradiciones y la riqueza etnográfico no desentona con su privilegiado enclave natural de verdes praderas y montañas majestuosas, como Peña Pietra, el pico más alto de la cordillera Cantábrica. Si se buscan vistas únicas del valle y las cumbres que lo rodean ninguno mejor que los miradores del Corzo y el del Collado de Llesba.