Lily Allen no es la más famosa de su relación por primera vez en su vida, y le encanta
En la actualidad, la cantante británica vive en Nueva York con su esposo David Harbour y las dos hijas que tiene fruto de su primer matrimonio. Atrás ha quedado la época en que era la reina de la escena nocturna londinense, y tampoco la echa de menos.
Desde los 18 hasta la primera parte de sus trentaitantos era adicta a la fama tanto como al alcohol y las drogas, pero ahora le resulta gracioso no ser la más famosa en su relación sentimental, y se ha acostumbrado a sacar fotos de David con sus fans cuando caminan por la calle.
"Ni siquiera se fijan en mí. Sólo soy la fotógrafa", ha asegurado. "Nadie sabe quién soy. Crecer con la atención que tuve a los veinte años puede llevar a que desarrolles, en cierto modo, sentimientos narcisistas. Es agradable estar en una situación en la que otra persona recibe toda esa atención. Es bueno para mi ego".
El primer esposo de Lily, Sam Cooper, no formaba parte del mundo del entretenimiento y se dedicaba a la construcción. David, por el contrario, es uno de los principales protagonistas de 'Stranger things', una de las series más populares de Netflix, y forma parte también del universo Marvel. La cantante está encantada de que él sea la estrella y se siente muy cómoda siendo su 'acompañante' cuando pisan la alfombra roja.
En los últimos meses se había rumoreado que la pareja estaba atravesando una crisis, pero él se encargó desmentir esas habladurías asegurando que Lily y él están mejor que nunca. Lo único que sí ha reconocido es que ella estará encantada de que él pueda volver a trabajar tras el fin de la huelga SAG-AFTRA.