Lisset pone el dedo en la llaga de los influencers y lo que vale para conseguir trabajo como artista

Lisset no aprueba que se contraten influencers solo por el número de seguidores que tienen en las redes.  (Photo by Adrián Monroy/Medios y Media/Getty Images)
Lisset no aprueba que se contraten influencers solo por el número de seguidores que tienen en las redes. (Photo by Adrián Monroy/Medios y Media/Getty Images)

"He visto cómo mis compañeros gastan su dinero, y se quedan sin comer, para ir a una clase de ballet. He visto a mis compañeros sin comer, sin agua o sin pagar la renta, pero van a una clase de canto, o van a una clase de actuación. Esa gente es la que merece estar arriba de un escenario", reflexionó Lisset durante la promoción del musical Mamma Mía al interior de México, en una crítica a la inclusión de influencers en elencos teatrales y representaciones musicales de obras que exigen rigor en canto, baile y actuación.

La cantante se sumó a las voces en contra de las producciones que apuestan por integrar influencers a sus repartos solo porque tienen un determinado número de seguidores en sus redes sociales. Lisset considera que estas prácticas perjudican a talentos jóvenes y experimentados que se preparan, se forman y han hecho méritos, pero que son desplazados por personalidades de las redes.

"Me he fregado, me he chin&%$*, he sudado para poder ganármelo. Me he formado en cada proyecto que he hecho. Esto lo voy a defender y no voy a permitir que alguien venga a destrozar nuestras carreras", subrayó la cantante y actriz.

Uno de sus deseos como intérprete era participar en Mamma Mía, proyecto al que se integró después de intentarlo varias veces, hasta que hizo la audición que cumplió con los requisitos solicitados. En este sentido, hizo notar que aparte de talento es importante esforzarse y luchar por ganarse una oportunidad.

El malestar general por la labor de los influencers en el mundo del entretenimiento volvió a estar en el foco recientemente por la cobertura de la alfombra roja de Dune 2 en Ciudad de México, donde los influencers ocuparon un lugar tradicionalmente reservado para la prensa especializada, pero formularon preguntas ajenas a la película y se comportaron como fans. Eso se tradujo en "entrevistas" que resultaron muy criticadas. Por ejemplo, a Timothée Chalamet se le incomodó y molestó con cuestionamientos sobre Eiza González, y a Zendaya sobre dónde había dejado a Tom Holland.

Ante esa situación, no solo los periodistas expresaron su disgusto sino que un sector del público criticó que a las estrellas internacionales asistentes se les tratara mal con preguntas que no tenían nada que ver con su trabajo.

Esa polémica se extiende a otros campos y otros profesionales.

Actrices experimentadas como Jacqueline Andere también se han pronunciado sobre la creciente incursión de los influencers en los medios. En 2021 brindó una entrevista al programa Venga la alegría -curiosamente el mismo programa señalado por incomodar a Chalamet- para mencionar que le daba "horror" la integración de influencers en televisión y cine.

"Creo que deben hacer los castings, como están haciendo, y de ahí que elijan, no porque tengan 20 mil seguidores, eso se me hace un absurdo [..] Si no son actrices ¿qué?, nosotros empezamos desde abajo", detalló.

Lupita Sandoval es otra de las celebridades del teatro y televisión que ha expresado su sentir sobre este fenómeno. Luego de unirse al elenco de la serie Lotería del crimen, de Televisión Azteca, acudió a Ventaneando y dijo lo siguiente: "me doy cuenta que llaman a exitosos de las redes y no funcionan porque no tienen formación. Tienen seguidores, está bien, pero no venden boletos, un seguidor no te compra un boleto".

Una de las voces opuestas a esas apreciaciones es la de la directora María Torres, quien eligió a los influencers Annie Cabello y Ralf para protagonizar la película Anónima (2021), de Netflix. "Creo que si estás buscando talento joven es algo muy natural buscarlos en redes, son chavos que nacieron en una era digital", argumentó para justificar su elección. Fue una película que no generó impacto.

Fue en 2019 cuando René Pérez, Residente, aprovechó el foro del festival Latin Alternative Music Conference en Nueva York, Estados Unidos, para comentar que "cuando un influencer hace un disco le quita espacio a un músico" y que "no cualquiera es artista". Alertaba que las figuras de redes sociales iban a aprovechar las redes para venderse también como músicos y cantantes.

Justo tres años después se lanzó Suena en TikTok, un concierto de la plataforma transmitido en la aplicación con diferentes tiktokers que superaban el millón de seguidores. Entre los invitados estuvieron Mont Pantoja, Ingratax y Rod Contreras. A este último lo criticaron fuertemente por carecer de voz, dicción y presencia para cantar. "Eres un fraude" y "canta fatal en vivo" fueron comentarios que usuarios publicaron.

Lisset se encargó de colocar nuevamente el tema sobre la mesa. Al hacerlo incluyó a periodistas que cubren espectáculos, toda vez que están expuestos a ser sustituidos por figuras de redes sociales que podrían ser consideradas para hacer funciones que desconocen, tales como entrevistar.

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