El llanero solitario: secretos y disputas detrás del éxito de los 50 que se convirtió en un clásico de todos los tiempos
Un antifaz negro, un caballo de palo, un sombrero blanco de ala ancha, algunas pistolas de juguete y un grupo de niños jugando al lejano oeste. Quino, a través de la mirada de Felipe, retrató el éxito trascendental de El Llanero solitario con maestría: en la década del 60 y en la Argentina, el amigo de Mafalda, soñaba con ser el enmascarado justiciero, un ranger de Texas de Estados Unidos que nació en la radio en la década del 30, saltó a la televisión en los 40, se convirtió en la serie de televisión insignia de la posguerra y se hizo un lugar entre los clásicos de todos los tiempos .
Con una capacidad única para encender la memoria emotiva, la serie convirtió su introducción y la Obertura de Guillermo Tell en una invitación directa al mundo del western: “Un brioso caballo veloz como la luz, una nube de polvo y el grito ‘¡Hi-Yo Silver!’. Con Toro, su fiel compañero indio, el misterioso jinete enmascarado hace triunfar la justicia y el orden ayudando al necesitado”, arrancaba el locutor cada uno de los episodios con la imagen del héroe cabalgando a su fiel compañero blanco. “Aquí llega nuevamente para hacernos vivir otra emocionante aventura del oeste, el llanero solitario”, terminaba la presentación, escuchada durante tantos años por chicos de todo el planeta a la hora de la merienda.
El nacimiento de un héroe
El llanero solitario nació como un producto radiofónico en 1933. Creación del abogado y empresario George W. Trendle y el escritor Fran Striker, sus primeras andanzas se escucharon a través de la voz de Earle Graser en la estación WXYZ de Detroit. Luego de los 1300 episodios que protagonizó Graser, otros tres actores le dieron vida al personaje que vivió por 1700 capítulos más y que de inmediato se ganó la aprobación no solo de los chicos, el público objetivo, sino también de toda la familia. Según el sitio History.com, alrededor de 20 millones de estadounidenses escuchaban el programa en 1939.
Antes de llegar a la pantalla chica, Striker escribió varios libros. El Llanero Solitario tuvo también su propia serie de historietas e incluso varias adaptaciones cinematográficas, pero fue la serie de televisión -que se desarrolló entre 1949 y 1957, que se transmitió durante ocho temporadas y contó con 121 episodios-, la que inmortalizó al valiente justiciero en todo el mundo y la que lo llevó a convertirse en un fenómeno cultural . El desembarco se produjo gracias a que la cadena Blue Network de la NBC -que luego se convertiría en la ABC- compró la historia en 1942. El llanero solitario fue el mayor éxito de la cadena televisiva luego de la Segunda Guerra Mundial, además de convertirse en una de las primeras series de televisión en ser nominada a un Emmy: perdió contra La vida de Riley (1949), protagonizada por Jackie Gleason.
Una historia sencilla y eficaz
El llanero solitario cuenta las andanzas de John Reid, un Ranger de Texas -un cuerpo especial de agentes armados que surgió por fuera de la ley y luego se constituyeron formalmente como un cuerpo policial- que sobrevive a una emboscada ideada por un bandido llamado Butch Cavendish. Reid pierde a su capitán y hermano en el sangriento episodio, del cual es rescatado por un nativo norteamericano y miembro de la tribu Potawatomi, Toro, quien lo salva de la muerte.
Una vez recuperado y con el objetivo de atrapar a Cavendish y vengar la muerte de sus compañeros, Reid pasa a la clandestinidad y oculta su identidad detrás de un improvisado antifaz negro. Toro, para no dejar pistas, cava una tumba y pone sobre ella una cruz con el nombre verdadero del llanero solitario; además, se convierte en su inseparable compañero en la búsqueda de justicia. El llanero siempre galopando a su fiel compañero Silver, Toro con su caballo scout.
Según el sitio IMDB, Striker agregó el personaje de Toro para darle al Llanero Solitario alguien con quien hablar. Otro dato curioso es que, durante toda la serie, el protagonista -a quien jamás se lo ve tomando alcohol y fumando un cigarrillo- nunca es capturado, retenido por agentes de la ley o secuestrado por bandidos, por lo que en ningún momento se revela su verdadera identidad .
Dupla imbatible
Siempre vestido de celeste -aunque una sola temporada, la quinta, fue emitida en colores- el protagonista de la serie fue interpretado por Clayton Moore, mientras que Jay Silverheels le dio vida a Toro. Sin embargo, Moore no participó en 52 episodios: durante un tiempo, y según el estudio por una disputa salarial -el artista alegó diferencias creativas-, fue reemplazado por el actor John Hart. Pese a que siempre tenía puesto el antifaz, el público no acompañó la decisión. Cuando en 1954 Jack Wrather compró los derechos de la serie, llamó de nuevo a Moore y devolvió las cosas a su lugar.
Pese al buen gesto del empresario, la relación no terminó bien. Una vez que finalizó la serie, Moore empezó a hacer apariciones públicas y a firmar autógrafos como el personaje de televisión en rodeos y circos para incrementar sus ingresos. Con los derechos de la historia en la mano, Wrather lo demandó y, en 1979, la justicia le dio la razón. ¿Abandonó Moore sus presentaciones? No. Resolvió el problema cambiando el antifaz por unos lentes de sol envolventes Foster-Grant hasta que se impuso en una contrademanda y volvió al antifaz original.
Moore comenzó su carrera artística como acróbata en un circo. La oportunidad de entrar al mundo de Hollywood lo sorprendió en 1938, y ya desde ese entonces participó en papeles secundarios en películas de cowboys. Sus trabajos pasados resultaron fundamentales para encarar el papel que inmortalizó su nombre y le dio la tan ansiada fama: es que según contó el mismo actor, tanto él como Jay Silverheels tuvieron que hacer la mayoría de las acrobacias que se ven en la serie, y también tuvieron que maquillarse.
Por su parte, Jay Silverheels sumó a Toro sus aptitudes físicas: antes de participar en el western se destacó como jugador de lacrosse y boxeador y puso por primera vez los pies dentro de un set de filmación como doble de riesgo. El papel trampolín de su carrera llegó en 1948, un año antes de la serie, gracias a su participación en la película Cayo Largo, protagonizada por Humphrey Bogart. Oriundo de Canadá y de nombre real Harold Smith, la mayoría de los papeles que interpretó fueron de Indio. De hecho, utilizó la fama que le dio la serie para defender los intereses de los indios nativos en la industria del entretenimiento.
De la TV al cine
Tal fue el éxito de El llanero solitario que las andanzas del enigmático justiciero y su fiel amigo fueron recreadas en la pantalla grande tres veces. La primera se estrenó en 1956 con los actores de la serie de TV, y dos años después se estrenó una secuela.
En 1981, fue el director William A. Fraker quien contrató a John Reid y a Michael Horse para hacer su versión de la historia, aunque esta vez el público no acompañó la propuesta. Por último, en 2013, Walt Disney Pictures y el equipo detrás de la saga Piratas del Caribe se hizo cargo de la versión más reciente. La gran apuesta, dirigida por Gore Verbinski, incluyó a Armie Hammer como el legendario cowboy y a Johnny Depp como Toro. Por las expectativas puestas en la popular historia, la recaudación y las críticas no fueron las esperadas.