Se llevará a cabo primer caso legal de eutanasia en Ecuador

Leonardo Aníbal Caiza se convertirá en la primera persona que recibirá la muerte asistida en Ecuador. Hizo una fiesta de despedida.

La eutanasia consiste en poner fin a la vida de una persona cuando se considera que la muerte es la mejor opción. Hasta ahora, solo se aplica a quienes sufren alguna enfermedad avanzada o terminal; además, solo puede llevarse a cabo tras la petición reiterada del paciente y con la supervisión de un equipo médico. 

En algunos países europeos, así como, en Canadá, un par de regiones en Estados Unidos y otras de Australia está permitido lo que también se conoce como suicidio asistido. En Latinoamérica, Colombia fue la primera nación en reglamentar esta práctica. En Perú, se despenalizó la eutanasia solo para el caso de Ana Estrada, quien accedió al procedimiento en 2024.

Otro país que, a partir del 7 de febrero de 2024, es legal lo que se considera “muerte digna” es Ecuador tras la solicitud, a la Corte Constitucional, por parte de Paola Roldán, quien fue diagnosticada con ELA. Sin embargo, será Leonardo Aníbal Caiza el primer ciudadano de este país que podrá acceder a la eutanasia tras realizar el proceso necesario ante el Ministerio de Salud.

Este hombre de 67 años sufre esclerosis lateral amiotrófica. Dicha enfermedad le fue diagnosticada hace cinco años pero comenzó a tener los primeros síntomas hace 13 años. Le afecta a las neuronas en el cerebro y la médula espinal; lo cual, lo ha postrado poco a poco al grado de perder la movilidad del cuerpo y hablar con dificultad. “Es una enfermedad silenciosa, sin dolor. No hay dolor para nada, hasta los cinco años”, explicó Caiza al programa estadounidense de televisión Primer Impacto (Univision).

Si bien el paciente asegura que no fue una decisión fácil, lloró de la emoción al recibir el aval oficial, debido a lo complicado que le resulta vivir con la enfermedad. “Sí es duro pero todo tiene un comienzo y tiene un fin feliz”, confesó. “Es lo que me llevo”.

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Pilar Ordóñez, su esposa desde hace 34 años, lo ha apoyado en esta decisión y se ha encargado de llevar a cabo los trámites correspondientes que incluyeron el diagnóstico, los tratamientos médicos, una declaración notarizada de que nadie lo obliga a aplicar la muerte asistida; así como, valoraciones psicológicas y psiquiátricas. “Son cinco años que estoy pegada a él y no puedo irme a ningún lado por su enfermedad. Es duro, difícil aceptar eso”, expresó la señora. “Apoyarle al cien por ciento si duele. Pero toca aceptar la realidad de lo que estamos pasando”

Así, Leonardo Aníbal Caiza tuvo una fiesta para reunirse por última vez con sus tres hijas, cinco nietos y amigos cercanos. Solo queda esperar la fecha que decidan las autoridades para que reciba la muerte asistida. “Realmente, una despedida para mí no lo es. Sino una reunión familiar entre amigos y familia, para poder hacerle sentir a [Leonardo Anibal] que todos estamos con él”, dijo Pilar Ordoñez. “Muy duro, muy fuerte. No estoy preparada; psicológicamente no”.