Lo bueno y lo malo del universo químico de los besos

Por: Dr. Omar Luja

¿Sabías que los besos nos pueden hacer sentir estabilidad emocional y ayudarnos a disminuir la ansiedad y el estrés diarios? Pues sí, eso se debe a que nuestro organismo desprende endorfinas (también conocidas como hormonas de la felicidad) que generan la sensación de confianza, tranquilidad y armonía, reducen los niveles de estrés, combaten la tristeza, aumentan las sensaciones de placer y favorecen la liberación de hormonas sexuales como la progesterona en la mujer y la testosterona en el hombre lo que tiene como resultado el aumento del deseo sexual.

Los besos estimulan una parte del cerebro que se llama hipotálamo, la cual entre otras funciones tiene la de controlar nuestros estados de ánimo. El hipotálamo produce una hormona llamada oxitocina que provoca que la confianza en nosotros mismos aumente, regula nuestra respuesta al miedo disminuyéndola y aumenta nuestra generosidad volviéndonos más empáticos o afectivos con los demás.

Otra sustancia que aumenta en nuestro cuerpo gracias a los besos es la dopamina, una hormona asociada con la sensación de bienestar. Con besos muy apasionados también suben en nuestra sangre los niveles de adrenalina y noradrenalina las cuales provocan la sensación de vacío en el estómago, aumentan la temperatura corporal así como la presión arterial, la frecuencia cardiaca y el nivel de glucosa en la sangre, haciendo con esto que llegue más sangre y por lo tanto oxígeno a las células de todo nuestro cuerpo, haciéndonos sentir más activos y fuertes.

El cortisol, que es otra sustancia que nuestro cuerpo produce en situaciones de alarma y es considerada la hormona del estrés, desciende cuando damos un beso, provocando en nosotros la sensación de mayor tranquilidad.

Más allá de las sensaciones placenteras y tranquilizantes de los besos, éstos reducen también la producción de histamina, una sustancia química relacionada con las reacciones alérgicas, por eso es que los besos pueden ayudar a disminuir o retrasar la secreción nasal o los estornudos.

Además de todo lo anterior, besar es un excelente ejercicio facial y puede ayudarte a lucir más joven, ya que al besar se ejercitan 34 músculos de la cara y al ejercitarlos se fortalecen y adquieren tono por lo que pueden ayudar a disminuir la formación de arrugas en la piel, que mejora su elasticidad por haber una mejor circulación sanguínea.

Sin embargo no todo en el besar es bello. También existen riesgos por besarse prolongada e intensamente sin haberse aseado adecuadamente la boca; existe la llamada “enfermedad del beso” un tipo de herpes cuyo nombre científico es mononucleosis infecciosa y que es ocasionado por el virus Epstein-Barr. Además pueden haber otras infecciones ocasionadas por virus, bacterias y gérmenes por el intercambio de saliva, por lo que es recomendable realizar una buena limpieza bucal diaria. Evita besar prolongadamente a tu pareja si tiene caries y no besar personas infectadas o que estén enfermas de gripe, varicela, hepatitis, herpes simple o alguna otra enfermedad.

Foto: Thinkstock

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Dr. Omar Luja es Médico Cirujano y Homeópata. Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía. I.P.N. Cédula 7719134.