Lo que importa es lo de adentro: un supermercado le dice ‘adieu’ a los envases

Por Bárbara Asnaghi

¿Alguna vez te pusiste a contar los envases y paquetes que utilizas cada día para tus actividades diarias? Probablemente, sean muchísimos.

Por suerte, un supermercado de París ha decidido decirle adiós a estos y otros envoltorios, en el contexto de la Cumbre del Clima que se celebrará a fines de noviembre en esa ciudad.


Los compradores del mercado podrán ver de cerca a sus alimentos. Foto: Thinkstock


El mercado anti-envase

El local ecofriendly -parte de la red francesa de tiendas ecológicas Biocoop- vende desde el 4 de noviembre de este año, y durante dos meses, 250 productos orgánicos a granel, entre frutas, verduras, panes, galletas, legumbres, cereales y huevos, más un dispositivo para triturar el café en diferentes grados, y tubos que vierten el vino y la miel, entre otros.

Después de cerrar sus puertas, aplicará estas iniciativas en el resto de las tiendas de esa compañía. La idea es que los compradores lleguen con su recipiente, lo rellenen, y lo reutilicen en su próxima compra.

La misión, según manifestó la asistente de la alcaldesa de París, Antoinette Guhl, es “pasar de la sociedad de lo desechable a la de lo perdurable”, como describe el periódico español 20 minutos.

¿Adiós a la era de los envases?

Esta iniciativa y las palabras de Guhl, llevan a pensar todos los ámbitos en los que “dependemos” del envase: la ropa que envuelve nuestros cuerpos; los libros que “enfrascan” historias e, inclusive, los dispositivos, que actúan como archivadores de recuerdos, conversaciones y otros valiosos momentos.

Y entonces, vienen a la mente las reiteradas oportunidades en que el vestido fue más importante que el evento, o bien, las tantas veces que intentamos “envasar” memorias en nuestros smartphones en lugar de vivirlas en primera persona y en el momento presente.

¿Qué pasaría si aplicáramos la iniciativa del supermercado francés en otros ámbitos de nuestras vidas? Pues, el resultado podría ser maravilloso.

Por eso, estos cambios en la forma de consumir pueden ser una buena noticia en más de un aspecto. Y no solo porque repercutirá en menos desechos y contaminación en la elaboración, distribución y consumo de alimentos, sino porque permitirá ver el contenido del envase, en directo, sin fotos retocadas que lo distorsionen, y sin descripciones tendenciosas que le den más o menos valor del que tiene.

Al dejar de ver el envase, quizás dejemos de ver las etiquetas, las marcas, la publicidad engañosa y las falsas expectativas, y nos concentremos en lo que verdaderamente importa: lo de adentro.

Así que, ¡celebremos el cambio!


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@Barbaraine


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