Lobos marinos, la especie del Alto Golfo que debemos proteger para cuidar la salud de los océanos

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En las turbias y cálidas aguas del Alto Golfo de California se encuentra una colonia de lobos marinos, una especie que refleja la salud de los océanos. Entender su labor en el mar ayudará a conocer cuán saludable está el mar.

Según el registro de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), los lobos marinos (Zalophus californianus californianus) se distribuyen en México desde el Pacífico nororiental, a lo largo de toda la costa occidental de la península de Baja California y el Golfo de California.

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Otros sitios donde también se han observado individuos de este simpático mamífero son Punta Mita, Nayarit y Acapulco, Guerrero. 

Sin embargo, ante la preocupación sobre el descenso de su población, ya sea por la presencia de redes de pesca fantasma en desuso o abandonadas en el mar, especialistas y pobladoras en el puerto de San Felipe, Baja California se dieron a la tarea de iniciar el monitoreo de esta especie marina de vital importancia.

Georgina Castro Proal, ecóloga marina y coordinadora de ciencia en la organización Pesca Alternativa de Baja California, también conocidos como Pesca ABC, retomó junto con pobladoras del municipio de San Felipe el proyecto que el grupo CAT (Cetacean Action Treasury) inició en 2023. 

“Nosotros retomamos y le damos continuidad”, señala Castro Proal en entrevista con Animal MX, al tratarse de una importante labor para conocer cómo se encuentra, actualmente, la población de los lobos marinos.

Como parte de los proyectos que desarrollan especialistas de la biodiversidad en el Alto Golfo de California a través de la ciencia y con apoyo local de sus habitantes, Pesca ABC reemprende esta iniciativa para atender el estado en que se encuentra la población de lobos marinos y así, actuar de manera preventiva.

De acuerdo con la especialista, se estima que la población de lobos marinos ha descendido un 60% hasta la fecha. 

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Georgina Castro Proal es ecóloga marina y coordinadora de ciencia en la organización Pesca Alternativa de Baja California. Foto: Luis Madrid.

Un proyecto para ampliar esfuerzos

La también coordinadora de ciencia en Pesca de Alternativa de Baja California, explica que este proyecto nace como parte integral de muchos que se tienen en el Alto Golfo de California.

Estas iniciativas tienen el objetivo de atacar la problemática de contaminación marina, especialmente por las redes de pesca fantasma y aparejos pesqueros.

El proyecto de monitoreo de lobos marinos de Pesca ABC inició en este 2024 con una asociación aliada que es Cabet, Cultura y Ambiente A. C., especializados en la vigilancia de la población de lobos marinos.

Su principal proyecto se basa en el rescate de estos ejemplares que son afectados por heridas a causa de las redes de pesca y la basura marina en la Península de Baja California y el Golfo de California.

“Ellos nos están asesorando. Estamos formando un equipo para recuperar las poblaciones del Alto Golfo de California”, resalta Georgina Castro Proal.

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Foto tomada del sitio oficial de Cabet, Cultura y Ambiente A.C. sobre monitoreo en la población de lobos marinos. Esta organización asesora y acompaña el trabajo de las monitoras de Pesca ABC en San Felipe, Baja California.

Las amenazas hacia los lobos marinos

Por su parte, la Comisión de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) cuenta con un proyecto de monitoreo del Lobo Marino de California (Zalophus californianus californianus). La zona de vigilancia se ubica en la Reserva de la Biosfera Isla San Pedro Mártir y en el Área de Protección de Flora y Fauna Islas del Golfo de California.

Según datos técnicos recabados en este proyecto por la Conanp, una de las amenazas principales hacia esta especia generadas por la huella humana, está la contaminación por pesticidas, las pesquerías y visitantes a loberas durante la temporada de reproducción.

Además, la sobrepesca, introducción de especies exóticas, calentamiento global, cambio climático y pérdida del hábitat suman en los retos que enfrentan estos mamíferos.

Centinelas de los océanos

Según estudios de la Conanp, los lobos marinos son una especie grande y longeva. Por un lado, los machos adultos llegan a pesar alrededor de 380 kg y miden 2.2 m de longitud; mientras que las hembras adultas son un poco más pequeñas, pesan cerca de 100 kg y alcanzan 1.8 m de longitud.

Su comportamiento los hace una especie única, ya que los lobos marinos son muy sociables y, regularmente, se les encuentra en grupos numerosos. Por ejemplo, los machos son muy territoriales y tienen harenes de hasta 15 hembras cada uno. 

Incluso, al ser una especie territorial, las peleas por el dominio de los espacios son frecuentes entre machos y ocurren especialmente en la época de apareamiento. Además, emiten vocalizaciones cortas y de sonido grave.

Pero esto no es todo, Georgina Castro Proal explica que los lobos marinos son un indicador del estado en la salud ambiental, es decir, esta especie nos puede revelar la presencia -todavía- de redes en el lecho marino.

Al dar seguimiento a este proyecto, la especialista menciona que en los estudios y trabajos previos se detectó la presencia de juveniles y hace hincapié en el peligro de enmalle de hembras preñadas, que son las que sostienen el acervo poblacional de estos ejemplares en el hábitat.

¿Cómo monitorean a los lobos marinos? 

Con el trabajo previo que la asociación Cabet, Cultura y Ambiente A. C. realiza, en Pesca ABC deciden dar seguimiento al monitoreo de lobos marinos con el apoyo en asesoramiento por parte de Eréndira Valle y su equipo más cercano, el cual está constituido por mujeres.

De acuerdo con Castro Proal, el equipo de Cabet les da las pautas, las recomendaciones y la orientación para comenzar a hacer el monitoreo de lobos marinos en San Felipe, un proyecto que dio inicio en el mes de marzo de este año.

Los monitoreos a lobos marinos los realizan en la Isla Consag, un afloramiento granítico que se encuentra a 40 minutos del puerto de San Felipe.

“Somos un equipo de nueve monitoras, de las cuales normalmente seis salimos a hacer los monitoreos, más el capitán de la embarcación. Las monitoras somos únicamente mujeres”, detalla.

Para la ecóloga marina, estos trabajos de vigilancia y recabar información de la población de lobos son también una forma preventiva para atender a esta especie. Además, planean crear un catálogo de los individuos enmallados en la Isla Consag para conocer a los individuos que se van a desenmallar.

Incluso, realizar un material de difusión para hacer conciencia entre los pobladores de San Felipe para alertar sobre lo que sucede con las artes de pesca abandonadas. 

La especialista explica que retomar este proyecto es una manera de “hacer conciencia” sobre lo que sucede cuando las artes de pesca se abandonan, se pierden o descartan en el mar, ya que esto no solo sucede con lobos marinos y puede afectar a especies vulnerables y de interés comercial, algo que concierne a toda la población en un puerto pesquero.

¿Qué registran en el monitoreo?

Durante los trabajos en campo, explica la coordinadora de ciencia en Pesca ABC, las monitoras toman fotografías a los individuos que se encuentran en la Isla Consag rodeando toda la isla, al menos, dos veces para no perturbar a los lobos marinos.

La especialista describe que para comenzar los monitoreos en los islotes cercanos a la isla Consag, se acercan “lo más que se pueda”, para tomar registro fotográfico.

Rodean en la panga o embarcación menor. Durante la primera vuelta registran el número de crías, juveniles, hembras, machos y los que nos podemos identificar, para hacer un censo poblacional.

En cuanto a las crías, las monitoras prestan atención a si se trata de lobos marinos lactantes y si están están pegadas a la mamá. Durante esta primera vuelta a la isla ya notaron si hay ejemplares enmallados y dónde están ubicados.

En la segunda vuelta toman registro fotográfico, la descripción y la ubicación en la isla de los individuos que se encuentran enmallados. Normalmente, explica Georgina Castro, los lobos marinos que observan tienen la red alrededor del cuello o en forma de diadema en la cabeza.

Estos datos recabados por las monitoras son tan relevantes para saber en cuáles ejemplares se enfocarán para hacer los rescates.

El cambio climático también es un factor de interés dentro del monitoreo, porque al tener un cambio en la temperatura y en la acidez del agua, esto hace que las especies migren o disminuyan en ese sitio.

Como consecuencia de esta movilidad, la cadena alimenticia en el ecosistema marino también se puede ver afectada.

Próximas acciones al monitoreo

Como resaltamos arriba, uno de los servicios ecosistémicos más importantes que otorgan los lobos marinos al ecosistema marino es que son centinelas ambientales. Esto quiere decir que dan una visión amplia de la salud del ecosistema. 

Además, son depredadores tope y si su población disminuye, ya sea por factores como la contaminación o por la baja poblacional de sus presas principales como peces y moluscos, estos indicadores permitirán tener un panorama más certero de lo que está pasando en su hábitat.

Por otro lado, también se les conoce como centinelas ambientales porque pueden indicar qué está pasando con la calidad del agua como puede ser la marea roja, según explicó la especialista. 

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios señala que cuando las especies algales son tóxicas, se generan las denominadas “Floraciones de Algas Nocivas” (FAN).

Durante un evento FAN, según explica la ecóloga marina, las microalgas producen ácido domoico (neurotoxina) que afectan a mamíferos marinos.

“En el ciclo natural de cualquier especie silvestre, con las heces llegan a fertilizar la columna de agua, también cuando ocurre algún descenso de estos animales otros llegan a alimentarse”, explica.

Es decir, los lobos marinos fertilizan la columna de agua con sus heces, y al morir son alimento de otras especies.

Hasta ahora, el trabajo de las monitoras se enfoca en saber cuántos lobos marinos hay, la proporción sexual y las edades en las que oscilan. Entre los meses de mayo y julio, por ejemplo, las hembras que se encuentran preñadas ahora estarán dando a luz.

Castro Proal explicó que es importante conocer el ciclo reproductivo de los lobos marinos para tener precauciones durante los monitoreos y no realizar desenmalles en la temporada de alumbramientos, cuando las crías son más vulnerables a las perturbaciones.

Con las bases de datos que Pesca ABC genere sobre la población actual de esta especie, podrán tomarse mejores decisiones en los trabajos de conservación. Por lo pronto, la siguiente etapa de este proyecto serán los cursos de concientización en la población y entre compañeros sobre cómo atender un enmallamiento y de ahí comenzar con desenmalles de lobos marinos en la Isla Consag.

“Esta especie, por varios motivos, es muy importante conservarla, porque es parte integral del ecosistema. Es un consumidor tope, es parte de un eslabón importante como otras especies. En México, la tenemos protegida bajo el amparo de la Norma Oficial [Mexicana] 059”, resalta.

Actualmente, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) contempla a los lobos marinos californianos, Zalophus californianus californianus con la categoría de Preocupación Menor en su Lista Roja.

Este ejemplar fue evaluado por última vez en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN el 12 de diciembre de 2014.

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