Loles León se erige como representante de una jubilación diferente, y me encanta

Por Miguel Ángel Pizarro.- Santiago Segura lo ha vuelto a conseguir. Su nueva película, Padre no hay más que uno 3, lideró la taquilla española en su primer día de estreno, augurando buenos datos a futuro y una luz de esperanza para el cine español. Estrenada el jueves 14 de julio, la tercera parte de la saga familiar rompió con la mala racha que venía acumulando el cine nacional y regaló a la industria el mejor jueves en taquilla de lo que llevamos de 2022.

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Y es que más allá de que el director y actor ha sabido encontrar la fórmula para convertir cada nueva película que dirige en un evento, hay varios aspectos que hacen que esta secuela funcione. Uno de ellos es el tono coral que adopta abriéndose en un abanico de historias, y el otro, el mayor protagonismo de Loles León, quien no solo demuestra seguir teniendo fuerza para un personaje protagonista, sino también representa a un tipo de jubilado diferente que necesitamos más ver en cine y televisión.

Aunque la actriz de 71 años debutó en la anterior entrega, Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra, es en esta tercera parte donde podemos ver su potencial como ejemplo de jubilada diferente. Su personaje, Milagros, rehúye de todo lo que puede esperarse de una abuela que hayamos visto tradicionalmente en la ficción, tiene una vitalidad envidiable, perspectivas de futuro y, por supuesto, no se cierra al amor, al flirtear y ligar con Carlos Iglesias, quien interpreta al padre Santiago Segura en esta cinta.

Fotograma de 'Padre no hay más que uno 3' (Jorge Alvarino, cortesía de Sony Pictures)
Fotograma de 'Padre no hay más que uno 3' (Jorge Alvarino, cortesía de Sony Pictures)

Es cierto que, en la vida real, estamos acostumbrados a ver a hombres y mujeres de más de 60 o 70 años ligando. First Dates ha hecho una gran labor en ese sentido. Sin embargo, en lo referente a ficción, pocas veces hemos podido ver de esta manera a una generación que el cine y las series olvidan o que reducen a personajes secundarios, convertidos en meras herramientas o apoyos del personaje principal. Ellos en contadas ocasiones (muy escasas) son protagonistas.

De ahí, que ver a una mujer de más de 70 años, disfrutar de su presente, mirar hacia al futuro con ilusión y no cerrarse al amor y la vida, es algo que me encanta y que tenemos que celebrar. Es más, deberíamos pedirlo más a los creadores. Por un lado, podemos atribuirlo al carácter de la propia León, quien ha demostrado una energía admirable en cada nuevo proyecto al que se ha enfrentado (no olvidemos que era uno de los concursantes más juego daba en la novena edición de Tu cara me suena). Sin embargo, el protagonismo de la actriz en Padre no hay más que uno 3 no es una excepción, sino un síntoma de que hay creadores audiovisuales que se atreven a poner a la tercera edad en primer plano.

En estos últimos años, el cine o las series españolas han comenzado a atreverse con protagonistas que disfrutan de la llamada edad dorada. En 2019, el debutante Santiago Requejo trajo una de las propuestas comerciales que ponía como protagonista a tres varones sesentones que buscaban reinventarse con Abuelos. Uno de los mejores ejemplos ha sido otra ópera prima, el drama La vida era eso, en la que David Martín de los Santos ponía como protagonista a una espléndida Petra Martínez, quien con 76 años encarnaba a una mujer que, tras presenciar la prematura muerte de una joven veinteañera, se embarca en un proceso de autodescubrimiento. Un papel por el que Martínez fue nominada al Goya. Sin olvidar a La abuela, esa obra de terror magnífica que analizaba los límites por la obsesión por la belleza y el paso del tiempo.

Loles León en el estreno de 'Padre no hay más que uno 3' (Goyo Conde, cortesía de Sony Pictures)
Loles León en el estreno de 'Padre no hay más que uno 3' (Goyo Conde, cortesía de Sony Pictures)

En series, hemos podido ver a Antonio Resines y Miguel Rellán vivir una tercera edad diferente con Sentimos las molestias. Todas ellas son producciones que han apostado con éxito por los protagonistas de cierta edad y Santiago Seguro ha sido muy inteligente pues, consciente de que su película aspira a ser uno de los grandes éxitos cinematográficos del año, ha querido poner a los abuelos en primera línea, pues la trama de Loles León tiene una presencia mayor incluso que la que tienen Segura y Toni Acosta.

Y, por supuesto, no podía estar más certero, pues personajes femeninos maduros como el de Loles León es lo que necesitamos, tanto como público y como sociedad. De ahí, que la actriz catalana se haya erigido como representante de una tercera edad diferente y que, en cierta manera, esté creando escuela en materia de representación de mujeres mayores de 70. Es importante que veamos a esa tercera edad del siglo XXI, que vive y disfruta de su propia vida, pues son nuestros referentes, al menos para aquellos que esperamos llegar a la senectud.

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