El look nupcial de Victoria López-Quesada, una novia clásica con vestido sencillo y tiara familiar

Este sábado 31 de agosto, ha tenido lugar un nuevo enlace aristocrático en nuestro país, al que han acudido varios miembros de la Familia Real española, como don Felipe VI. Victoria López-Quesada, ahijada del Rey de España, se ha dado el "sí, quiero" con Enrique Moreno de la Cova en la finca familiar de Soto de Mozanaque. Hija de Pedro López-Quesada y Fernández-Urrutia y Cristina de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, la joven de 27 años ha sido la protagonista de una jornada de cuento de hadas en la que, con su traje de novia, ha hecho más de un homenaje a su linaje.

Victoria ha elegido a Lorenzo Caprile para la confección de su vestido, al igual que hizo su madre aquel 15 de julio de 1994 en el que se casó con Pedro López-Quesada. Y si bien sus diseños guardan pocas similitudes (el de Cristina de Borbón-Dos Sicilias era mucho más recargado, atendiendo a las tendencias de la época), sí encontramos numerosas referencias a los antepasados de la aristócrata en este estilismo nupcial tan sofisticado. Y es que, en su día, Caprile también vistió la infanta Cristina, tía de la novia, con quien mantiene tantos años más tarde una estrecha relación de amistad.

El vestido de Victoria, muy sencillo y con una silueta que le favorece especialmente, tiene manga larga, escote barco y solo dos detalles que rompen el minimalismo del diseño: mangas de gasa más ligera que el resto del traje (un buen truco para no pasar tanto calor), y una banda de flores que actúa a modo de corsé alto, marcando el pecho de la novia. Desde este, nace una falda evasé que cubre sus zapatos, también blancos y con aplicaciones florales.

Como era de esperarse, Victoria aderezó el look de su boda con la impresionante tiara familiar de botones de diamantes, la misma que utilizaron su madre y su tía y que ha sido propiedad de sus antecesoras por generaciones. El 27 de septiembre de 2003, de hecho, su tía Cristina, quinta hija de los duques de Calabria, no solo se decantó por esta pieza sino que optó por repartir los botones de la tiara, que se pueden usar como broches de manera independiente, sobre el complicado semirrecogido de ondas de agua que le caía por la espalda. Perteneció originalmente a la archiduquesa María Cristina de Austria, duquesa de Teschen, siendo un regalo de bodas que recibió Alicia de Borbón-Parma, bisabuela de Victoria, por parte de su familia.

La elección del velo no extrañó a quienes conocen su historia, puesto que se trata del mismo que usó su abuela, la princesa Ana de Orleans, en su boda con don Carlos de Borbón. Un accesorio de estilo mantilla con puntilla y flores bordadas que Victoria sujetó, como hizo su madre, con la tiara de botones de diamantes.