Los traumas del pasado que Ana Claudia Talancón no ha podido sanar tras sufrir abusos

La fama tiene un precio alto, y hay celebridades que pagan el éxito de sus carreras con pesares en su vida privada. Ana Claudia Talancón sigue cargando los traumas de su pasado a pesar de ser una actriz consolidada, y en este momento se ha hecho el propósito de sanar.

Actualmente lleva un trabajo terapéutico para procesar las heridas causadas por abusos y estar bien consigo misma sin un cúmulo de dolores emocionales que han afectado tanto su personalidad como su relación con los demás. Para ella son un ejemplo todas las mujeres que denuncian a sus violentadores.

"No tienes idea cómo admiro a todas estas mujeres que se han abierto y han hablado de todas las cosas que les han pasado y han dicho nombres. A mí todavía me cuesta mucho trabajo, no estoy lista", comenta a Yordi Rosado en entrevista.

En su intención de dar un paso más para combatir los demonios internos que han puesto en riesgo su propia estabilidad emocional, la actriz habla sobre el acoso del que fue víctima durante el rodaje de la película El cometa (José Buil, Maryse Sistach, 1999) y le pone nombre al acosador: el director y actor Gabriel Retes.

"Hoy día sí puedo platicar de un Gabriel Retes en El cometa que se acercaba y decía: 'a mí hace mucho que no se me para, pero anoche soñé contigo y se me paró'. (Yo era una chica) de 15 años. No sé por qué el hecho de que él ya no esté con nosotros me hace sentir que puedo hablar de esto porque tengo una cosa rarísima, me da miedo lastimar y me da mucho miedo la confrontación", confesó.

Gabriel Retes falleció en abril de 2020 y Talancón se siente más segura revelando lo que sucedió. Pero agrega que "de las cosas que puedo hablar es de las personas que ya no están con nosotros". Le es difícil hacerlo con quienes están vivos. Sin mencionar su identidad, habla acerca de los abusos que vivió con una expareja. Describe que sufrió violencia física, un daño que sumado a los otros la puso contra la pared al llegar a pensar que no merecía ser tratada con cariño ni afecto.

"Hay otras cosas de las que todavía no puedo hablar, hay otras cosas que me cuestan mucho trabajo y sigo trabajando en terapia. Me sigue costando procesar las adversidades que he atravesado en la vida con abusos. (...) Tengo una historia que me ha afectado mucho en distintas ocasiones que viene de un bagaje de desvalorización, autoestima baja", reflexionó.

Contrario a lo que se puede imaginar, la actriz menciona que no tiene una larga fila de pretendientes detrás de ella. En cierta medida eso se debe a su carácter retraído y a la desconfianza que tiene hacia los demás como consecuencia de los temores que ha desarrollado.

Los daños pasados le pasaron factura en lo más importante, ella misma. Dejó de valorarse, perdió la autoestima, se sintió culpable de todo lo malo que otros le hicieron y dejó de creer en que puede ser una mujer que le interese genuinamente a un hombre para ser amada como es y con trato amoroso.

Una manera de cambiar la situación es arropándose con quienes la quieren. Para ello se ha vuelto ermitaña, disfruta su espacio lejos de lo masivo. Disfruta convivir en comité con las personas que ha seleccionado para protegerse y no sentirse vulnerable a un posible peligro: "me ha costado mucho trabajo poder hacerme de un grupo cercano que hasta hoy sigo armándolo, donde yo me sienta segura, valorada, vista".

Su evolución interna tuvo un fuerte choque en el último año con el cáncer que padeció su papá, quien logró superar la enfermedad. Fueron meses en los cuales padeció estrés, ansiedad y crisis. Se vio sometida a estar entera por decisión propia, pues la familia la necesitaba al 100 por ciento ante cualquier eventualidad trágica que por fortuna no sucedió.

Toda vez que su padre está libre de cáncer, Ana Claudia Talancón respira y procura lo que más le interesa ahora, su bienestar emocional. Un avance que ha tenido es pausar la elección de proyectos para concentrarse en pasar más tiempo con su familia, que es el núcleo donde obtiene la mayor seguridad en su sanación.

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