Lucía Méndez, la diva que destroza su imagen y alimenta su mala fama por el rating

Lucía Méndez en el ojo del huracán por prestarse a un gancho publicitario con la serie 'Siempre reinas'  (Photo by Adrián Monroy/Medios y Media/Getty Images)
Lucía Méndez en el ojo del huracán por prestarse a un gancho publicitario con la serie 'Siempre reinas' (Photo by Adrián Monroy/Medios y Media/Getty Images)

Es frágil la línea que divide a una actriz del personaje para que éste pueda suplantar su identidad en un momento dado. También es delgado el límite de construir una ficción dentro de la ficción que puede perjudicar tanto a quien la crea como a terceros que son involucrados sin razón alguna. Con el reality Siempre reinas, Lucía Méndez perdió el control al grado de empañar su propia imagen.

Para la segunda temporada del show de Netflix, la actriz decidió construir un personaje de villana siguiendo la sugerencia de un amigo. Hizo caso a la recomendación para moldear una personalidad ególatra, déspota, grosera, mal intencionada y traicionera. Dio por hecho que ese perfil impulsaría el rating sin consecuencias de por medio. Pero se equivocó.

Mientras que ella asimiló el show como un entretenimiento permisible para la metaficción, la cantante Dulce lo percibió de una manera completamente distinta. La intérprete de Tu muñeca se sintió herida por Méndez, con quien tenía una amistad antes de su participación en el reality. No le agradó que en su pose de diva hablara mal de ella con descalificaciones hacia su persona, incluido el concepto de “víbora” con que se refirió para denostarla. Le afectó tanto que culminó su relación de amigas.

"Todo es real y claro. Ahí está todo lo que pasó. La amistad se terminó. Se acabó. No queda nada. Yo le deseo que le vaya bien en la vida. Es todo. No me interesa hacerle el caldo gordo a la señora", declaró a los medios.

La situación del personaje de diva moldeado por Méndez no solamente repercutió en la molestia de Dulce, pues también fue más allá con avalar una maniobra publicitaria que consistió en mentir a costa de insultar a Verónica Castro, actriz citada por Méndez en uno de los episodios como "pendeja".

Que se haya expresado así de Castro causó revuelo debido a los antecedentes mediáticos que existen sobre una presunta rivalidad enmarcada por animadversión entre ambas. La ofensa dirigida hacia Verónica fue incluso tendencia en redes porque resultaba incompresible ante la ausencia de un conflicto real entre las dos. Entonces, ¿por qué dijo lo que dijo? Por rating.

En conferencia de prensa del espectáculo Vedette, Méndez admitió haber aceptado la sugerencia de expresarse así sobre Castro para inventar un supuesto pleito entre ellas y así provocar mayor atención de la audiencia con el gancho del morbo.

"No fue una estrategia mía. Fue de alguien a quien se le ocurrió que lo hiciéramos. No fue Netflix, ni yo. Fue alguien más dentro de este organigrama que llegó y me dijo 'siempre hablan de ti, de Verónica, ¿qué te parece si hacemos esto? Hacemos un escándalo, hacemos algo controversial'. Entre todos lo pensamos y lo hicimos".

Siguió: "Lo hicimos por un fin de publicidad, de controversia, para que vieran el reality. Fue nada más por eso. Pero jamás en mi vida he insultado a alguien, y mucho menos a Verónica. Fue la idea de alguien y nosotros nos atrevimos a hacerlo", confesó.

Tuvo la oportunidad de negarse y declinar a una propuesta de esa magnitud, pero quiso hacerlo. ¿Necesita Lucía Méndez recurrir a la ofensa contra una compañera sin motivo de por medio? No lo requiere. Eligió mal al aceptar sumarse a una estrategia publicitaria lamentable que pone en entredicho su integridad como artista.

La declaración de la diva tampoco fue bien recibida por la prensa. Un reportero le recriminó por haber cooperado con un artilugio de entretenimiento que afecta directamente a periodistas que cubren la fuente de espectáculos y son señalados de mentir, calumniar o difamar cuando en ocasiones son las propias celebridades quienes fabrican mentiras para posicionarse.

"Inventamos eso. Sí se inventó. Fue para tener controversia y poder tener un escándalo. Se los digo de frente. Así como lo demás fue una estrategia de juego, de inventos, esto también fue una estrategia", le respondió la actriz reafirmando que dio el visto bueno a una acción que a final de cuentas termina perjudicándola.

Lo dicho por Méndez asiste en la razón a Dulce cuando manifiesta que el personaje de diva se comió a la mujer real que no midió los estragos de sus actos: "La gente ha sido muy clara en sus opiniones y no la ha favorecido. No por la forma en que se portó conmigo, sino cómo se portó con la mayoría de las personas que trabajaron en la serie".

Compañeras de profesión, periodistas y un sector del público reprueban el comportamiento de Lucía Méndez, así como el hecho de haber validado y ser partícipe de una estrategia para incrementar el rating con un estilo burdo que impacta de forma negativa en su trayectoria justo cuando posee una carrera consolidada en televisión, cine y música.

Es un error que no va de acorde a una experimentada como es su caso, más aún si se considera que está en posición de estudiar propuestas más serias y propensas hacia una proyección de su vigencia en películas u otros contenidos que hagan notar la actriz que es.

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