Luto en el teatro y la ópera: murió el régisseur, investigador y director Daniel Suárez Marzal

El director Daniel Suárez Marzal falleció este viernes, a los 82 años
El director Daniel Suárez Marzal falleció este viernes, a los 82 años

“Despedimos a Daniel Suárez Marzal, régisseur, director e investigador teatral que llevó adelante una prestigiosa trayectoria artística de trascendencia internacional. Enviamos nuestras más sinceras condolencias a sus seres queridos, acompañándolos en este difícil momento”. Con estas palabras la Asociación Argentina de Actores informó sobre la muerte de este creador argentino. Tenía 82 años.

En nuestro país ha presentado sus espectáculos en las más prestigiosas salas, como el Teatro Colón, el Teatro Nacional Cervantes y el Teatro General San Martín. Como gestor cultural ha sido director general del Teatro Argentino de La Plata, director general y artístico de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires y director del Instituto del Teatro de Sevilla, donde fundó las carreras de Escenografía y de Dirección Escénica.

Daniel Suárez Marzal alternó su actividad como gestor cultural con la dirección de espectáculos teatrales y de ópera
Daniel Suárez Marzal alternó su actividad como gestor cultural con la dirección de espectáculos teatrales y de ópera

Había nacido en La Plata, el 6 de septiembre de 1941. Director de teatro de prosa y ópera de notable actuación en América y en Europa, en su larga carrera ha abarcado los mas diferentes estilos, desde Shakespeare, Lope de Vega, Calderón, Cervantes, Goldoni, Molière y Marivaux, al teatro contemporáneo de Heiner Müller, Frida Kahlo, Horvart, Montherlant, Pushkin, B. Brecht-Kurt Weill y obras de las que es autor como Ciudades perdidas, EI sacrificio del cordero, El otro Fausto, Cabaret de dos guerras y Tango italiano, Pepino el 88 y Dama de Birmania, entre otras.

Durante una charla con LA NACIÓN, cuando asumió la dirección del Teatro Argentino de La Plata, en 2002, ofreció una reflexión que bien puede sonar oportuna para estos tiempos: “ Siempre estuve en contra de ciertas estructuras sectorizantes donde la ópera y otras manifestaciones están como preservadas. Este es un momento de reto para nuestra imaginación y para replantearnos cosas sobre nuestra existencia como país. D e algún modo, tenemos problemas económicos porque tenemos problemas culturales y no al revés. Tenemos que sacarnos de la cabeza que la cultura es decoración . Tenemos que mirar hacia nosotros. Hay que confiar en nuestros artistas. Hemos perdido muchas posibilidades de ser los referentes de nosotros mismos. Este país tiene cuatro de los diez mejores tenores del mundo y no es posible que estemos siempre, en estado de agonía, buscando a los cantantes por allí.”

Daniel Suárez Marzal, atento a la partitura de Luisa Miller, en la sala de ensayos del Teatro Argentino de La Plata
Daniel Suárez Marzal, atento a la partitura de Luisa Miller, en la sala de ensayos del Teatro Argentino de La Plata

Interesado por el teatro contemporáneo argentino, dirigió El acompañamiento, de Gorostiza; Rotos de amor, de Bruzza; Casa Matriz y Efectos personales, de Diana Raznovich, ambas en España; Requiem y Par’Elisa, de Jorge Palant, así como la comedia musical Jack el destripador de Juan Rodó. En 2006 estrenó en La Rioja Jettatore de Laferrère para el Plan Federal del Teatro Cervantes. Simultáneamente con una profusa labor en carácter de cantante barítono, sobre todo en Viena, donde fue estable durante largos años, como en el resto de Europa, desarrolló su carrera de director escénico operístico: Las bodas de Fígaro, Cosi fan tutte, Don Giovanni, EI empresario, La oca del Cairo, Orfeo, Alceste, EI barbero de Sevilla, Rigoletto, Ernani, Il trovatore, La traviata, Luisa Miller, Madama Butterfly, Tosca, L’elisir d’amore, Don Pasquale, Lucia de Lammermoor, Cavalleria rusticana y Adriana Lecouvreur, fueron algunas de las puestas que realizó. En el Teatro Colón llevó a escena EI holandés errante, Rigoletto, Adriana Lecouvreur, Madama Butterfly, EI barbero de Sevilla, Werther y Cosi fan tutte, entre otras.

En aquella charla de principios de este siglo, cuando se le preguntó sobre el modo “popular” como veía a la ópera, respondió: “La comparo con el fútbol y los toros, por las pasiones que despierta. Si no se logra tener público con la ópera es que uno no la está haciendo bien”.

Daniel Suárez Marzal cubrió un amplio espectro de la producción del arte escénico
Daniel Suárez Marzal cubrió un amplio espectro de la producción del arte escénico

Fue distinguido con los premios ACE por la Trilogia del veraneo, Konex por su actividad operística y, además, recibió, por primera vez en Argentina el galardón a la Trayectoria del Fondo Nacional de las Artes por su actividad en la lírica. En los noventa, durante nueve años fue miembro del Centro Andaluz de Teatro de Sevilla (cuatro de ellos como director general del Instituto del Teatro, CAT). Como director del Argentino se desempeñó entre 2002 y 2003. Como artista y gestor cultural representó a la Argentina y a España en destacados festivales europeos y dirigió en el Teatro de la Maestranza de Sevilla Cien años de Cante, espectáculo sobre el flamenco.

Además, se abocó a un intenso trabajo de investigación sobre el teatro en Oriente, tales los casos de Pwe de Birmania, el Katak y el Katakali de India, el Wayang Orang y Wayang Kulit de Java y Bali, formas del teatro camboyano y Opera de Beijin (Jinju), sitios donde abordó las técnicas y sus contenidos. Además se dedicó al estudio del Kabuki y el Noh japonés. Como consecuencia de estas experiencias y su preocupación por los problemas sociales ha escrito Dama de Birmania, un “drama sin final” en verso sobre la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi. En 2007 hizo, entre otros trabajos, Carmen de Bizet en los teatros Argentino de La Plata y Solís de Montevideo. En 2008 dirigió para el Teatro San Martín La Celestina de Fernando de Rojas y Pepino el 88 de su propia autoría, y para el plan federal del Cervantes Esperando la carroza, de Langsner. También dirigió en el marco del ciclo de conciertos Los sonidos prohibidos un espectáculo dedicado al cabaret. También realizó La historia del soldado, de Igor Stravinsky, y El Che Guevara, para el Konex.