Yahoo Estilo Luz María Zetina: la historia de amor y tragedia de Miss México 1994
El destino no es ingrato, simplemente se encarga de hacer lo que tiene que hacer. En la vida hay dolores y alegrías, buenos y malos momentos, pero todo depende de procesar cada instante en su justa dimensión. Estas palabras son base del pensamiento que acompaña a Luz María Zetina, actriz y conductora mexicana que ha sabido trascender de una tragedia a un amor de película. Y su reinado como Miss México en 1994 es el punto medular de su historia.
Tenía 21 años cuando se coronó en el certamen de belleza en medio de la polémica. Al darse a conocer como ganadora, un sector del público reprobó su triunfo bajo el argumento de que hubo fraude. Entre gritos y protestas le impidieron pronunciar su discurso de reina. Molesto, Raúl Velasco, conductor del evento, pidió a la audiencia respeto y silencio para que Zetina pudiera expresarse. Ella no pudo contener el llanto al aire; sus lágrimas eran de tristeza e impotencia ante la situación.
Pero con el paso del tiempo, y con base en su pasado, su llanto cobra otro significado. Detrás de ese penoso incidente, la reina albergaba en su interior una profunda herida que no sanó tan fácil. Seis años atrás, luego de volver a México después de estudiar un año en Suiza, supo la verdad sobre el fallecimiento de su madre, quien murió cuando Luz María tenía tres años.
Creció escuchando versiones distintas sobre lo sucedido con su mamá. Siendo menor de edad, no prestó tanta atención a las contradicciones de la familia al hablar de ese tema. Fue hasta que llegó a la adolescencia que le pareció extraño el contraste de explicaciones que le daban sus tías. En su interés por saber qué pasó, su papá se encargó de contarle que su madre decidió quitarse la vida a los 33 años como consecuencia de una severa depresión que padecía.
"Me sentí súper engañada, como por qué nunca se me dijo. Muy decepcionada, muy sacada de onda. También me victimicé en un momento de mi vida al pensar que me abandonó mi madre", describió Zetina a Mara Patricia Castañeda acerca de sus sentimientos en ese entonces por la revelación.
Procesar esa noticia vino con giros inesperados para ella, siendo el más importante el de su participación en Miss México. Ganar el concurso le trajo como primera consecuencia la ruptura con su novio Emilio Guzmán. La fama repentina condicionó la relación por elección de Luz María, pues comenzó a experimentar cosas diferentes a las que conocía. Su mundo cambió por completo. Para evitar un daño a la postre a su pareja, optó por concluir el noviazgo.
Cortaron en buenos términos. Hacerlo de forma amable y con plena comprensión mutua de que era lo mejor para ambos fue vital para su futuro. Ninguno de los dos se imaginó que más de dos décadas después iban a reencontrarse para continuar lo que alguna vez iniciaron. Volvieron a darse una oportunidad y concluyeron que estaban hechos el uno para el otro, así que se comprometieron. En otras palabras, el destino los quería ver juntos.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de Luz María Zetina Lugo (@luzmazetina)
"Siempre Emilio se quedó en mi corazón como ese novio que me impulsaba, que me decía que iba a brillar, que era la mejor. Se nos va a hacer real eso de que tuvimos un pendientito hace 22 años", dice.
Practicar yoga, acercarse al método de las constelaciones familiares, incursionar como escritora en la psicomística, entre otras actividades, son herramientas que le han servido a Zetina para sanar y aceptar su dolor como parte del destino que la hace transitar por la vida que hoy día la tiene feliz. Así lo ve, así lo siente. Se pone a sí misma como ejemplo de que todo se equilibra tarde o temprano. Todo es cuestión de saber abrazar lo que somos y nos sucede.
