Las lágrimas de Toni Kroos en su despedida del Madrid arropado por sus tres hijos y su mujer
Toni Kroos ya es leyenda. Si el último partido de la temporada en el Santiago Bernabéu es siempre uno de los más especiales, lo vivido este sábado en el campo, pasará a la historia del deporte. El futbolista jugó por última vez — a falta de que el próximo 1 de junio ante el Borussia Dortmund — en la que ha sido su casa durante los últimos diez años, y ningún madridista quiso perderse esta jornada épica ni los últimos pases del ocho. Cuando se pitó el final del partido, recibió un homenaje épico en el que estuvo arropado por la afición, sus compañeros y su familia.
El mediocampista se ha ganado a lo largo de los años el cariño de todos, y así se demostró en su estadio este sábado donde recibió una ovación realmente emocionante en la que el alemán a pesar de que intentó mantenerse fuerte, no pudo evitar romperse, sobre todo cuando se fundió en un precioso abrazo con sus hijos: "Yo he estado bastante fuerte, pero mis niños me han matado", confesaba sobre el césped a las cámaras televisivas allí presentes.
Un campeón dentro de los terrenos de juego que también ha conseguido construir una bonita familia junto a su mujer y sus tres hijos, que, con toda seguridad, serán su mayor pilar en este nuevo capítulo de su vida. Jessica Faber, su novia de juventud que tras convertirse en su esposa adoptó el apellido Kroos, estuvo durante todo el partido muy pendiente de su marido y saltó al campo junto a sus hijos para mostrarle su apoyo y amor.
Uno de los momentos más bonitos fue cuando Toni cogió en brazos a sus tres hijos: Leon, Amelia y Fin, de once, ocho y cinco años respectivamente, y junto a su mujer, lloraron de emoción antes de marcharse del campo. Sus compañeros se apiñaron en torno a él con pancartas rindiéndole tributo, aplaudiéndole e, incluso, el segundo entrenador del Madrid, Davide, lloró. Antes de irse, fue manteado e hizo una vuelta de honor acompañado en procesión por sus compañeros. Al abandonar el césped, el equipo volvió a hacerle un pasillo. Unas imágenes que no se olvidarán.
Una despedida sencilla, tal y como él quería. Se marchó con un rotundo aplauso de su afición que coreó su nombre y descolgó una gran lona con su imagen y en la que se podía leer: "Gracias leyenda", junto con la relación de títulos ganados. A continuación, sus compañeros vistieron el ocho y los jugadores del Betis hicieron pasillo al alemán, ruborizado al sentirse el centro de todas las miradas. Sus hijos, desde el banquillo, no dejaron de llorar y salieron corriendo a abrazar a su padre.
Fue hace menos de una semana cuando Toni Kroos anunciaba su retirada del deporte profesional: “He pensado muchos meses qué hacer y la verdad es que hay pros y contras, como siempre, pero estoy convencido de que es lo que quiero. Siempre he querido que, si en unos años habláis de Toni Kroos, recordéis cómo fui. Quería estar a la altura de lo que tengo ahora. No quiero llegar a un punto en el que la gente piense por qué todavía sigo, que no tengo nivel, que estoy en el banquillo o que no disfruto. Por eso, quiero acabar en el mejor momento”.
La vida de Toni Kroos fuera del campo
Toni Kroos también ha tenido olfato para desarrollar distintos negocios de futuro. Además de su fundación benéfica, es propietario de la compañía Kroos Properties XXI, dedicada al sector inmobiliario; forma parte de la Icon League, una liguilla de streaming parecida a la Kings League de Piqué; y es el creador y cabeza visible de la Academia Toni Kroos en la que niños pueden comenzar a desarrollar su talento futbolístico a través de cursos y campamentos.