Los médicos de Nietzsche es una aproximación sensible a las dudas y certezas del juramento hipocrático

Los médicos de Nietzsche, estreno del jueves 17
Los médicos de Nietzsche, estreno del jueves 17

Los médicos de Nietzsche (Argentina-Francia/2023). Dirección: Jorge Leandro Colás. Guion: Jorge Leandro Colás. Fotografía: Aylén López. Música: Selma Mutal. Edición: Jeanne Oberson y Karina Expósito. Elenco: Esteban Rubinstein, Valeria Grossi, Francisco “Paco” Siquot y Julio Gavagnin. Duración: 78 minutos. Nuestra opinión: buena.

Ni una ficción histórica basada en la historia clínica del filósofo alemán, ni una comedia ácida y amoral. Los médicos de Nietzsche es una aproximación documental y sensible a la relación médico-paciente, donde unos interpelan a otros; y a la vez, a sí mismos.

El doctor Esteban Rubinstein dialoga con tres pacientes durante las diferentes etapas de su tratamiento. Un hombre mayor fumador empedernido, un muchacho parapléjico luego de un accidente automovilístico y una chica en plena incertidumbre de un tratamiento contra el cáncer. Y cuando la cámara le da descanso a la angustia de cada uno de estos relatos, deambula entre un círculo de médicos, que se cuestionan su rol más allá de los saberes aprendidos, y enfrentan a Hipócrates desde la duda más humana y carnal.

A pesar de que los textos e ideas de Nietzsche son la carta de presentación del film, quien se acerque a este trabajo de Jorge Leandro Colás con intención de descubrir una conexión sempiterna entre el autor de Así habló Zaratustra y la medicina moderna no quedará del todo satisfecho. Conceptos como la extramoral, la arbitrariedad de la verdad y la imperfección del bien y el mal son enunciados como meros obturadores de los diálogos de Rubinstein, tanto entre sus pares como con sus pacientes.

Aclarado este punto, es importante sumergirse en lo mejor de la propuesta: esos relatos en primera persona, cercanos, sensibles, certeros, que llegan al espectador sin cortes, con una cámara inmóvil que asiste a cada sesión respetando la palabra, los silencios y el dolor. Es allí donde radica el mérito mayor de la película, cuando respeta, escucha y conmueve.