No solo es México, la Tierra se seca: hay disminución mundial de acuíferos, señala estudio

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En México ya resentimos los efectos del estrés hídrico causado por una mala gestión en la extracción y recuperación del líquido en aguas subterráneas y acuíferos. Sin embargo, no solo es nuestro país: la Tierra se seca y así lo revela un estudio publicado en enero por la revista Nature.

En el estudio advierten que el agua subterránea es la principal fuente de obtención de este recursos para desempeñar las actividades diarias de hogares, granjas, industrias y ciudades en el mundo.

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Sin embargo, las extracciones de aguas subterráneas ya son insostenibles y los cambios en el clima pueden hacer que los niveles de agua en estos sitios caigan dificultando, cada vez más, su acceso.

En los resultados del estudio Rapid groundwater decline and some cases of recovery in aquifers globally los investigadores indican que las extracciones excesivas de agua subterránea tienen como consecuencia la intrusión en el agua de mar, lo cual está por convertirse en un problema mundial.

Esto se debe a la creciente demanda de agua dulce en las zonas costeras y se predispone a la influencia en el aumento del nivel del mar y el cambio climático, como alertan en el estudio Seawater intrusion processes, investigation and management: Recent advances and future challenges.

Si se continúa con las extracciones de agua subterránea, se pone en riesgo el hundimiento de la tierra, el agotamiento del caudal de agua y pozos funcionando en seco.

Una investigación con expertos de todo el mundo

Los investigadores detrás de este estudio son Scott Jasechko y Debra Perrone, de la Universidad de California, y Ying Fan, de la Universidad de Rutgers, ambas universidades de Estados Unidos. Además de Hansjörg Seybold, de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH Zurich), Suiza.

Otro de los investigadores es Mohammad Shamsudduha del Instituto para la Reducción de Riesgos y Desastres, University College London, Reino Unido; Richard G. Taylor del Departamento de Geografía en el Colegio Universitario de Londres y Othman Fallatah del Departamento de Ingeniería Nuclear en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Rey Abdulaziz, Arabia Saudita.

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Para obtener estos resultados analizaron “las tendencias in situ del nivel del agua subterránea” de 170 mil pozos de monitoreo y 1,693 sistemas acuíferos en países que representan un 75% (aproximadamente) de las extracciones globales de agua subterránea.

aguas subterráneas

¿Cómo realizaron estas mediciones?

Aunque en el mundo se cuenta con mapas globales de las tendencias del almacenamiento de agua subterránea –gracias a la recopilación de datos de satélites como Gravity Recovery and Climate Experiment (GRACE)–, los autores del estudio consideraron que lo ideal era realizar esos cálculos en el lugar.

Esto, en parte, a que ambos satélites cuentan con una resolución demasiado gruesa (>150.000 km 2) para detectar cambios locales e informar sobre la gestión local.

Ante esto, para medir las disminuciones multidecenales del nivel de las aguas subterráneas y gestionar sus consecuencias (como agotamiento de los caudales, hundimiento de la tierra y pozos secos), los investigadores realzaron mediciones in situ del nivel de las aguas subterráneas a partir de redes de pozos de monitoreo.

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Estas redes se han utilizado a una escala local y regional y el método permite que se logre caracterizar el agotamiento en el caudal de los arroyos, evaluar riesgos sobre los pozos que se sequen y determinar si, además, existe un desvío de aguas superficiales, entre otros.

Pocas veces se analiza el nivel de las aguas subterráneas

Cabe señalar que las mediciones en el lugar sobre el nivel del agua subterránea se han realizado pocas veces para su análisis en el mundo y es que no hay una compilación global de series temporales de este tipo.

Para el análisis de este estudio, los científicos explican que compilaron y controlaron la calidad de las series temporales del nivel del agua subterránea en pozos de monitoreo de más de 40 países, entre ellos México.

A partir de ahí, calcularon las tendencias del siglo XXI en profundidad hasta el nivel del agua subterránea de 170 mil pozos de monitoreo con series de tiempo de al menos ocho años.

Para ello, utilizaron la regresión robusta del estimador Theil-Sen, un método en estadística para análisis basados ​​en técnicas de regresión alternativas y en diferentes umbrales de control de calidad.

Las tendencias en los niveles de agua subterránea a menudo difieren de un pozo a otro.

Por esto, fue importante encontrar puntos críticos locales sobre disminución del agua subterránea, tanto en regiones en las que los niveles son estables o aumentan, y viceversa.

 

nivel de aguas subterraneas

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Aceleró  la disminución de aguas subterráneas

En el estudio los investigadores revelan que el 30% de los sistemas acuíferos presentó una disminución en el nivel de las aguas subterráneas, la cual, además, se aceleró.

“Las disminuciones del nivel de las aguas subterráneas de principios del siglo XXI superaron a las de finales del siglo XX. Estos casos de descensos acelerados del nivel de las aguas subterráneas son más del doble de frecuentes de lo que uno esperaría de fluctuaciones aleatorias en ausencia de tendencias sistemáticas en cualquiera de los períodos”, señalaron.

También hallaron que “las disminuciones a principios del siglo XXI superaron a las de finales del siglo XX con mucha más frecuencia de lo que cabría esperar por casualidad”.

Disminución de agua en tierras secas de cultivo

Entre los diversos resultados que este estudió arrojó se encuentran las zonas en las que los sistemas acuíferos han presentado un descenso en los niveles de agua subterránea en el siglo XXI.

Estos sitios, según los investigadores, se encuentran en tierras secas donde los niveles de agua subterránea que se profundizan rápidamente (más de 0.5 m por año −1 ) se encuentran en el 11%, el 24% y el 8% de los acuíferos en zonas climáticas clasificadas como hiperáridas, áridas y semiáridas, respectivamente.

Además de verse afectadas las zonas áridas por la disminución de los niveles de las aguas subterráneas, los investigadores detectaron que las disminuciones aceleradas del nivel del nivel de agua en estos sitios, son más comunes en climas más secos, especialmente en las tierras cultivadas subyacentes.

Esto refleja que, probablemente, exista “una mayor dependencia del agua subterránea para el riego”.

Ante esto, advierten que estas pérdidas de agua subterránea de los acuíferos de tierras secas representan un desafío mayor en la gestión del recurso ya que, la recarga de estos sitios suele ser lenta para tierras con estas características.

“Significa que los acuíferos agotados de las tierras secas generalmente tardarán más en recuperarse que los acuíferos en climas más húmedos, excepto cuando las tasas de recarga se incrementan artificialmente (por ejemplo, la filtración de canales sin revestimiento en la cuenca del Indo)”, señalaron.

Para leer el estudio completo ingresa aquí.