La música del funeral de Isabel II incluye guiños a su boda y a su fe cristiana

El féretro de Isabel II credit:Bang Showbiz
El féretro de Isabel II credit:Bang Showbiz

Hoy lunes se ha celebrado el funeral de estado de Isabel II en la abadía de Westminster donde contrajo matrimonio con el duque de Edimburgo y donde fue coronada como reina cuando tenía 25 años. La ceremonia ha sido tan emotiva como se esperaba y las lágrimas de 'Fergie', la antigua nuera de la monarca, han reflejado a la perfección la sensación de que estamos ante el final de una época histórica que comparten todos los británicos.

La música ha contribuido en gran parte a crear la atmósfera de solemnidad para una ocasión histórica. La sorpresa ha sido escuchar uno de los himnos que se cantó en la boda de la entonces princesa Isabel con el teniente Felipe Mountbatten en 1947, basado en el Salmo 23 y titulado 'El Señor es mi pastor, nada me falta'.

El guiño a este día refleja la importancia que tuvo su matrimonio a lo largo de su reinado, porque ella misma reconocía que su esposo era su mayor apoyo. La parte más famosa tanto del salmo como del himno es el verso que reza: "Aunque camine por el valle oscuro de la muerte, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo, y tu vara y tu cayado me reconfortan todavía".

Todos los asistentes se han puesto en pie tras rezar el Padre Nuestro para cantar 'Love divine, all loves excelling' que ha sonado en dos bodas reales: la del nuevo rey Carlos III con la reina Camila y la del príncipe Guillermo con la duquesa Catalina. El coro de la abadía, compuesto por niños con edades entre los once y los trece años, ha interpretado una pieza compuesta por Judith Weir -Maestra de la Música del Rey- expresamente para el funeral e inspirada en la fe cristiana de la monarca, y también otra de Hubert Parry, que escribió durante la Primera Guerra Mundial con los versos del poeta Henry Vaughan.