Madonna celebra un mes de recuperación con una carta de agradecimiento a sus hijos

Madonna en su última publicación de Instagram credit:Bang Showbiz
Madonna en su última publicación de Instagram credit:Bang Showbiz

Madonna ha sacado a relucir su lado más cándido y sentimental, aprovechando que ya ha pasado un mes desde que salió del hospital tras sufrir una infección bacteriana que a punto estuvo de acabar con su vida. La reina del pop ha compartido varias imágenes que la retratan visiblemente mejorada y abrazada a dos de sus retoños, Lourdes León y David Banda. A ellos y a sus otros cuatro hijos, Rocco, Mercy James y las gemelas Stella y Estere, la intérprete ha dirigido una emotiva carta para agradecerles el apoyo y el cariño que le han brindado en tan duros momentos.

"El amor de la familia y los amigos es la mejor medicina. Un mes fuera del hospital y ya puedo reflexionar. Como madre, a veces acabas atrapada en las necesidades de tus hijos, en un dar que parece interminable. Pero cuando las cartas están boca abajo, mis niños han estado para mí. He visto una parte de ellos que nunca antes había visto. Y ha marcado la diferencia", confiesa la artista de 64 años en su publicación.

La 'ambición rubia' también ha querido presumir del respaldo incondicional que ha recibido de su mánager, Guy Oseary, quien además le ha regalado una foto enmarcada en la que aparece el malogrado Keith Haring, fallecido en 1990 a causa del sida, de espaldas a la cámara que porta nada menos que Andy Warhol. "Y también lo es el amor y el apoyo de mis amigos. Si hacéis zoom en la imagen, veréis una polaroid tomada por Andy Warhol en la que aparece Keith Haring con una chaqueta en la que sale el rostro pintado de Michael Jackson. Un triángulo perfecto de brillantez: artistas que han marcado tantas vidas, incluida la mía", ha indicado.

Abriéndose en canal como sólo hace en sus canciones más personales, Madonna ha revelado que rompió a llorar en cuanto abrió el obsequio de Oseary, ya que le hizo ser plenamente consciente de lo afortunada que ha sido en uno de los veranos más preocupantes de su vida. "Sollocé cuando abrí el regalo porque me di cuenta de la suerte que tengo de estar vida. Y lo afortunada que soy de haber conocido a toda esta gente que ya no está. Gracias a todos mis ángeles, que me han protegido y me han dejado quedarme aquí para acabar mi trabajo", concluye.