Maestro(s): padre e hijo, unidos por la música clásica y enfrentados por la gloria artística

Maestro(s), estreno del jueves 23
Maestro(s), estreno del jueves 23

Maestro(s) (Francia-Bélgica/2022). Dirección: Bruno Chiche. Guion: Bruno Chiche, Yaël Langmann, Cecilia Rouaud. Fotografía: Denis Rouden. Música: Florencia Di Concilio. Edición: Widy Marché. Elenco: Yvan Attal, Pierre Arditi, Miou-Miou, Caroline Anglade, Pascale Arbillot, Nils Othenin-Girard, André Marcon, Caterina Murino. Duración: 92 minutos. Calificación: apta para todo público con leyenda. Distribuidora: Mirada Distribution. Nuestra opinión: buena.

Padre e hijo, ambos directores de orquesta. Uno en el ocaso de la profesión, el otro en lo más alto. Y una relación casi nula que amenaza con quebrarse completamente cuando llega para ambos una misma y única oportunidad.

Maestro(s), del francés Bruno Chiche que llega con dos años de demora a la pantalla local, es una adaptación bastante libre de Pie de página, aquel film israelí que se estrenó aquí en 2012, luego de llevarse el premio al Mejor Guion en el Festival de Cannes y conseguir una nominación al Oscar. Aunque la vuelta de tuerca que da pie al conflicto es el mismo, las dos películas eligen caminos diferentes, siendo Maestro(s) una opción más amable y a la vez menos interesante que su fuente de inspiración.

El joven y revolucionario director de orquesta Denis Dumar (Yvan Attal) acaba de ganar el premio más importante de su carrera. Lo aplaude un auditorio entero, en el que se encuentra su novia, su exesposa, su hijo y su madre. Solo falta su padre Francois (Pierre Arditi), quien prefirió ignorar por completo la celebración.

El también director se niega a quedar en el olvido, aun cuando sea su heredero quien recoja su legado. Su ánimo cambia por completo cuando recibe una llamada para invitarlo a ponerse al frente de la Orquesta Filarmónica de la Scala de Milán, el sueño de toda su vida y el broche de oro de su carrera. Eufórico comienza los preparativos para el viaje, sin saber que la realidad es otra: la secretaria responsable de la convocatoria se equivocó de Dumar, al que realmente quieren contratar es a su hijo.

Los pormenores de este choque entre dos hombres, que se revelan como extraños entre sí a pesar de la relación filial, será la base en la que se apoyará el relato durante toda su extensión. No habrá segundas lecturas que apunten más allá de desarrollar la ligazón de un complicado entramado generacional, potenciado en este caso por la presencia de Mathieu (Nils Othenin-Girard), hijo de Denis y por consiguiente nieto de Francois, y las diferentes maneras de ver y encarar la vida de cada protagonista con su entorno.

Maestro(s) transcurre sin estridencias ni mayores dificultades que las ya planteadas -amén de las consiguientes ramificaciones de cada decisión de los contendientes en el seno familiar-, por lo que es de esperar que su desarrollo sea tan plácido como carente de brillo ni picos de interés. Sin embargo, es ahí donde entra en juego la banda sonora, que brinda desde el contexto ese empuje necesario para que lo acontecido cale más y mejor en el espectador.

Sin la banda sonora que la viste, potencia y cubre en sus huecos argumentales, la película sería apenas interesante, más cuando se tiene fresca en el recuerdo su poderosa predecesora. Pero la belleza de la música, y la habilidad del director a la hora de utilizarla, le brindan al resultado final el diferencial necesario para no pasar inadvertido. Una decisión artística que genera en el espectador algunos sentimientos parecidos a la emoción, escasos pero siempre bienvenidos.