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La boda de Mafalda de Bulgaria, el polo opuesto al 'bodorrio' de sus padres

Mafalda de Bulgaria será la primera nieta del rey Simeón de Bulgaria en pasar por el altar. Lo que podría ser una gran boda llena de invitados nobles y aristócratas, será sin embargo un enlace discreto y familiar por expreso deseo de los novios. Tanto Mafalda como su pareja, Marc Abousleiman, quieren mantener un perfil bajo de cara al día más importante de sus vidas y apenas han salido a la luz algunos detalles como que será una ceremonia civil y que contarán con sus familias y amigos más cercanos. Esta boda no tendrá nada que ver con la de los padres de la novia, Rosario Nadal y Kyril de Bulgaria, que se casaron en 1989.

Mafalda de Bulgaria se casa el sábado 28 de mayo en Mallorca. (Photo by Vittorio Zunino Celotto/Getty Images)
Mafalda de Bulgaria se casa el sábado 28 de mayo en Mallorca. (Photo by Vittorio Zunino Celotto/Getty Images)

Las cosas han cambiado mucho desde entonces y ni Mafalda ni su pareja quieren saber nada ni de la prensa del corazón ni de los grandes eventos sociales. Su perfil bajo solo es roto cuando Mafalda da alguno de sus conciertos, ya que después de estudiar Música en la prestigiosa escuela de Berklee en Estados Unidos, la princesa se dedica en cuerpo y alma a su gran pasión y muchos ya la han calificado como la princesa indie, por el estilo musical que canta.

Rosario Nadal y Kyril de Bulgaria fueron una de las parejas más glamurosas de los años 90. (Photo by Antony Jones/Julian Parker/Mark Cuthbert/UK Press via Getty Images)
Rosario Nadal y Kyril de Bulgaria fueron una de las parejas más glamurosas de los años 90. (Photo by Antony Jones/Julian Parker/Mark Cuthbert/UK Press via Getty Images)

Un amor de cuento de hadas

Por el contrario, cuando sus progenitores se dieron el 'sí, quiero', las fotos de los recién casados ocuparon buena parte de las portadas de las revistas del corazón en esos días. Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal se conocieron en Mallorca, isla de nacimiento de ella, durante un fin de semana de relax. La isla balear siempre fue el lugar de veraneo del segundo hijo de Simeón de Bulgaria y Margarita Gómez-Acebo, que con 10 años pasaba las vacaciones en Marivent junto a los hijos de don Juan Carlos y doña Sofía, con los que se lleva de maravilla desde entonces. Allí practicaban juntos vela o jugaban al tenis en las pistas del palacio mallorquín y entabló una gran amistad sobre todo con la infanta Cristina, con la que comparte edad. Una amistad que se mantiene y que le hizo convertirse junto a Rosario Nadal en padrino de Irene, la última hija de Cristina e Iñaki Urdangarin.

Tras cuatro años de noviazgo, Rosario y Kyril decidieron pasar por el altar. Su boda, como no podía ser menos, fue en Mallorca y fue, sin duda, el gran evento social del año 1989. Podríamos decir sin miedo a equivocarnos que fue una boda de cuento de hadas. Él, príncipe de Preslav y con un carrerón a sus espaldas; ella, niña bien de Mallorca apasionada del arte y la moda. Los dos guapos, jóvenes y aristócratas. E hicieron una gran boda a la altura de lo esperado. La ceremonia se celebró el 15 de septiembre al atardecer en la capilla de Santa Ana del Palacio Real de la Almudaina, que pertenece a Patrimonio Nacional. Era la primera boda en la casa de Simeón de Bulgaria y los novios apenas tenían 20 años Rosario y 25, él.

Una boda de película

Hasta ese momento, Kyril había sido uno de los solteros de oro de Europa. Atractivo, deportista, licenciado Cum Laude en Física Cuántica y consultor financiero en una de las empresas más importantes del momento, Lehman Brothers en Nueva York. Y cuando llegó a la Almudaina del brazo de su madre, parecía una estampa de película y él un actor de Hollywood. Bronceado, con un chaqué negro y pantalón gris y el pelo repeinado con raya a un lado, Kyril no podía quitarse la sonrisa de la cara. Su madre es prima hermana del duque de Badajoz y llegó vestida de verde y violeta con una gran pamela.

Y la novia, que entonces aún estudiaba Bellas Artes, no iba a ser menos. Vestida con un exclusivo diseño del modisto Gustavo Puente, entraba con ese aire de timidez que le caracteriza del brazo de su padre, Miguel Nadal Bestard. Rosario conoció a su amigo el diseñador italiano Valentino poco después y se convirtió en su musa. El diseño era en blanco, con cuello chimenea y mangas ligeramente abullonadas, falda recta y una discreta cola que dejaba ver un bonito escote en la espalda. En el velo llevaba una preciosa tiara de diamantes en forma de hojas de parra perteneciente a Simeón de Bulgaria y que, según se dice, fue propiedad de la emperatriz Eugenia de Montijo.

A la gran boda real acudieron representantes de varias casas reales europeas de toda Europa. No faltaron los entonces reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, que posaron con los novios tras la ceremonia y pudimos ver a doña Sofía vestida muy elegante con un diseño en color fucsia. Allí estuvieron también otros 400 invitados entre los que se encontraban la princesa Irene de Grecia, los barones Thyssen, Juana de Saboya y Bulgaria, madre del rey Simeón y última zarina de Bulgaria, Victor Manuel de Saboya y el heredero del trono de Marruecos, hoy Mohamed VI.

Uno de los invitados más buscados fue Felipe, entonces príncipe de Asturias, que además fue uno de los testigos por parte del novio, dando muestra de la amistad que les une desde niños. Entre los testigos de Rosario estuvieron Simoneta Gómez-Acebo y Alexia de Grecia. El banquete y la fiesta posterior se celebraron en un lujoso hotel y los invitados disfrutaron de esos días en la isla balear.

Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal en la boda de Victoria de Suecia y Daniel Westling en 2010. (Photo by Stephane Cardinale/Corbis via Getty Images)
Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal en la boda de Victoria de Suecia y Daniel Westling en 2010. (Photo by Stephane Cardinale/Corbis via Getty Images)

20 años de amor que terminaron en 2009

A partir de ese momento y pese a la discreción con la que siempre han querido vivir, Kyril y Rosario se convirtieron en objetivo de la prensa. Eran la pareja ideal y con sus tres hijos (Mafalda, Olimpia y Tassilo) formaron una familia perfecta. Sus veraneos en Mallorca dejaban estampas familiares únicas. Kyril haciendo windsurf y Rosario divina en algún yate. De hecho, cuando comenzó su amistad con Valentino, el matrimonio pasó más de unas vacaciones en el súper yate del modisto italiano y llegaron a compartir jornadas en alta mar con Lady Di y años más tarde con grandes estrellas como Gwyneth Paltrow o la modelo alemana Claudia Schiffer. Dos buenos amigos de la pareja son también Haakon de Noruega y su mujer, Mette Marit, que podrían asistir este sábado al enlace de la primogénita del ex matrimonio.

Porque como todo lo bueno suele tener un final. Kyril y Rosario se separaban en el año 2009. Nunca se supo los motivos pero durante el verano de ese año se pudo ver al príncipe de Preslav solo en el bautizo del hijo de Marie-Chantal y Pablo de Grecia, algo que hizo saltar los rumores sobre un distanciamiento de la pareja. La casa búlgara de Simeón de Bulgaria comunicó su separación en octubre de ese año. Tanto Kyril como Rosario han rehecho sus vidas. Él con la empresaria británica Katharine Butler, a la que conoció a través de un amigo en común en 2018. Rosario sale desde hace años con el artista de origen libanés Anri Sala. Las dos parejas han coincidido alguna vez en Mallorca, como hace un par de veranos para asistir a un concierto de Mafalda, y entre ellos hay una relación cordial.

Mafalda, ¿de Valentino y sin luna de miel?

Este sábado volverán a encontrarse para uno de los grandes días de su vida. Su primogénita se casará con su pareja, con la que lleva casi ocho años de relación. Mafalda y Marc se enamoraron durante sus años de universidad en Boston (él estudió en Harvard). Él es ingeniero de origen británico y había coincidido con Mafalda en el colegio Liceo Francés Charles de Gaulle en Londres. La joven se mudó desde Nueva York a Madrid hace dos años y aquí ha dado varios conciertos en los que siempre ha recibido el apoyo tanto de sus padres como de sus tíos y primos.

Hace unos días, Mafalda viajaba a Roma junto a su madre, un viaje que bien podría haber sido para la última prueba de su vestido en el taller romano de Valentino, aunque no se ha confirmado que él sea el elegido para su diseño nupcial. Curiosamente, la pareja no tendrá probablemente luna de miel por ahora, ya que Mafalda actuará el 8 de junio en el festival Primavera A la Ciutat.

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