La maldición | Top de críticas, reseñas y calificaciones

Entre Nathan For You, The Rehearsal y su último trabajo, Fielder se ha hecho un hueco como el rey de la comedia fuera de lo común, creando obras de larga duración que son tan incómodas y atrevidas como divertidas. En colaboración con el gran Safdie y la tremenda Stone, La Maldición demuestra ser otra joya en su extravagante corona.

Hay mucho que desempacar en La Maldición. Es algo extraño y sinuoso, anclado en las extraordinarias actuaciones de sus tres protagonistas y una sensación de misterio vagamente amenazador (debido en gran parte a la partitura, compuesta por la leyenda del jazz de vanguardia John Medeski). Durante gran parte del programa, no estás muy seguro de lo que estás viendo, lo que de alguna manera lo hace aún más atractivo.

Es redundante y trillado a estas alturas afirmar comparaciones con el trabajo de David Lynch, pero me llamó la atención algo familiar en la forma en que La Maldición se hipercentra en lo aparentemente ordinario y lo convierte en pura maldad, como si las conciencias podridas de sus protagonistas están contagiando no sólo su entorno sino el alma del espectáculo y la forma en que nosotros, los espectadores, lo percibimos.

Incluso con problemas de trama, intentos incómodos de comedia vergonzosa y personajes fáciles de odiar, La Maldición ocasionalmente funciona [...] La relación entre Whitney y Asher intriga, gracias a la química entre Fielder y Stone.

La Maldición a menudo resulta desconcertante e inquietante. Siempre, siempre existe la sensación de que algo terrible está a punto de suceder en este programa, ya sea que la maldición de un niño pueda considerarse o no como el factor decisivo (...) es, como otros proyectos de Fielder y Safdie, un comentario distintivo, único y extrañamente desconcertante sobre la cultura moderna, tan refractado y deformado como los espejos que constantemente confrontan a sus personajes.

Dirigida por Emma Stone en una de sus mejores actuaciones hasta la fecha, La Maldición consolida aún más a Benny Safdie y Nathan Fielder como talentos preeminentes como escritores y cineastas. Nathan Fielder ha pasado de sus raíces cómicas a convertirse en una fuerza creativa similar a Jordan Peele con esta serie. Todavía no puedo describir qué es este programa, pero sé que no tiene comparación en la pantalla chica. La Maldición es un show incómodo, y lo digo de la mejor manera posible. Te encontrarás riendo, encogiéndote y, en ocasiones, tapándote los ojos pero sin apartar la vista de la pantalla.

La Maldición, aunque en ocasiones dolorosa y melancólica, es un programa de televisión impresionante. Las ideas expuestas son increíblemente difíciles de representar, especialmente en este formato de metaTV, pero las formas en que materializan estos temas de clase, gentrificación y la ética que los rodea son audaces y gratificantes. Hay una naturaleza de confrontación en La Maldición que se siente profundamente inspirada...

...es una experiencia visual agotadora. El estilo agresivamente desagradable de La Maldición es difícil de soportar para una temporada de esta duración. Este tipo de inquietud intransigente funciona en dosis más concentradas en las películas de Benny Safdie y en los episodios de media hora de los reality shows de Nathan Fielder, pero no cuando el espectador tiene que sintonizarlos semana tras semana. El ritmo es tan lánguido, la atmósfera tan alienante y los personajes y el humor tan abrasivos que todos, excepto los fanáticos más devotos del arte desafiante, lo habrán dejado cuando la configuración comience a dar sus frutos en la segunda mitad de la temporada.

Los fanáticos del trabajo cómico de Fielder pueden tener dificultades para encontrar risas familiares en La Maldición, pero la serie es un tapiz de tensión hábilmente tejido. En el mejor de los casos, el enfoque surrealista de La Maldición se acerca a las alturas creativas de otra serie de Showtime, Twin Peaks: The Return. En el peor de los casos, la sátira social parece demasiado directa, especialmente después del auge cinematográfico de “Eat the Rich”. Sin embargo, a medida que continúa La Maldición, Fielder, Safdie y sus colaboradores encuentran nuevas formas de exponer la naturaleza refractiva de la moralidad en la sociedad contemporánea.

Tiene sentido que todos los involucrados en esta serie hayan superado todas las expectativas, con Fielder y Stone realizando actuaciones principales fenomenales que acentúan sus habilidades como actores para crear humor en las profundidades del malestar. La Maldición es un programa extrañamente divertido que provocará risas incómodas e involuntarias. Internet es un lugar donde cualquiera puede ser él mismo, pero la cámara captará la verdad.