Mallorca cierra tres calles para detener el turismo de borrachera

FOTO DE ARCHIVO: Agentes de la policía con mascarillas patrullan la calle Punta Ballena en Magaluf, Mallorca, España

MADRID, 15 jul (Reuters) - El Gobierno balear de la isla de Mallorca ordenó el miércoles el cierre de tres calles de fiestas populares y sus respectivos establecimientos de ocio y restauración, en un intento de evitar que los turistas borrachos ignoren las restricciones del coronavirus y aumenten el riesgo de un nuevo brote.

La medida se produce después de que varios vídeos de gran difusión mostraran a turistas alemanes y británicos de fiesta sin mascarillas en bares abarrotados y, en un caso, saltando sobre un coche aparcado.

"El objetivo que se persigue con estas nuevas medidas es evitar que el comportamiento incívico de unos pocos pueda poner en riesgo todo lo conseguido hasta ahora en términos de reinicio seguro del turismo", dijo el gobierno regional de las Islas Baleares en un comunicado.

Las tiendas, bares y restaurantes de la calle Punta Ballena en la localidad de Magaluf, conocida por atraer a multitudes de jóvenes británicos, permanecerán cerrados durante un período de tiempo indeterminado.

En la zona de Playa de Palma, dos calles conocidas como "calle de la cerveza" y "calle del jamón" también serán cerradas.

Las Islas Baleares, que tuvieron casi 14 millones de visitantes en 2019, son uno de los puntos turísticos más populares de España.

Desde la reapertura de las fronteras europeas en julio, el Gobierno balear ha tratado de comercializar las islas como un destino seguro, en particular para los turistas alemanes y británicos, que constituyen la mayor parte de sus visitantes.

La semana pasada se convirtió en la segunda región española en hacer obligatorias las mascarillas, incluso en los casos en que la distancia social puede ser garantizada.

Sin embargo, en Alemania, los vídeos del comportamiento incívico de los turistas suscitaron la preocupación de que los veraneantes se contagien y lleven la enfermedad a su país.

El ministro de Sanidad alemán Jens Spahn advirtió el lunes que el riesgo de una segunda ola de infecciones de coronavirus era todavía real y que la población no debería confiarse demasiado.

Muchos de los primeros casos de coronavirus en Alemania se produjeron entre turistas que se enfermaron después de visitar la estación de esquí austríaca de Ischgl, zona conocida como la "Ibiza de los Alpes".

En una entrevista con el diario alemán Die Welt publicada el miércoles, Karl Lauterbach, un legislador socialdemócrata y profesor de epidemiología, pidió pruebas obligatorias de COVID-19 para los turistas que regresan de Mallorca para evitar la propagación silenciosa del coronavirus.

(Información de Nathan Allen en Madrid y Maria Sheahan en Berlín; editado por Alison Williams, traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)