Las manchas en la piel pueden indicar que tienes lupus: cómo identificarlas
El lupus sigue siendo una enfermedad relativamente confusa que los expertos y los médicos se esfuerzan por comprender mejor cada día. Y es que esta enfermedad autoinmune crónica afecta a las personas de muchas formas diferentes. Por ejemplo, una forma de lupus solo afecta su piel, mientras que otra forma puede afectar los principales órganos y tejidos del cuerpo. Los síntomas pueden variar desde la caída del cabello hasta erupciones cutáneas, desde problemas cognitivos hasta deficiencias físicas.
Dado que presenta una gran variedad de síntomas, el lupus puede pasar desapercibido para médicos de familia y especialistas, retrasándose así un diagnóstico que puede ser crucial para el tratamiento temprano de la enfermedad, y por tanto, limitar los daños potenciales en riñones, corazón, pulmones o cerebro.
El lupus puede ocasionar una serie de reacciones cutáneas muy parecidas a otros trastornos más comunes de la piel, lo que hace que, muchas veces, el diagnóstico de la enfermedad sea más difícil y dudoso. Por ejemplo, el eritema “mariposa” puede confundirse con rosácea, psoriasis o eczema y retrasar aún más el diagnóstico adecuado, ya que al principio mejoran con corticosteroides.
En realidad se trata de una erupción “malar” roja o un cambio en la coloración con forma de mariposa, una lesión que experimentan alrededor de la mitad de las personas con lupus, y que puede producirse en las mejillas y el puente nasal.
Así lo explica el doctor Manuel Romero, reumatólogo de la Clínica de Reumatología Manuel Romero Jurado: “El espectro de síntomas del lupus es muy amplio. Suele presentarse un síndrome que aúna fatiga, fiebre, pérdida de peso, artralgias y/o artritis, lesiones cutáneas en forma de fotosensibilidad o eritema malar (lo que conoce como “eritema en alas de mariposa”, dejando las mejillas y nariz enrojecidas), y alopecia”.
Esta erupción puede permanecer durante días o semanas y suele ser dolorosa o pruriginosa. También puede afectar a las orejas, la parte superior de los brazos, los hombros, el pecho y las manos, así como en otras áreas cuando se exponen a la luz solar.
Además de estas lesiones en la piel, hay otras 'pistas' que pueden ayudarnos a saber si se trata sólo de lupus cutáneo, también llamado 'discoide' cuando causa lesiones circulares en forma de disco:
Observa tus uñas. El lupus pueden hacer que se inflamen en el tejido inferior. Esto puede causar agrietamiento, hinchazón o burbujeo, manchado, enrojecimiento y dolor.
¿Se te cae mucho el pelo, en mechones o en matas? Este tipo de lesión discoide también puede ocurrir en el cuero cabelludo y provocar la caída del cabello debido a la alteración del área del folículo y su capacidad para realizar la producción para empujar el cabello a través del cuero cabelludo. Hay que diferenciar esta caída de los periodos habituales de muda, que son temporales. Si el cabello vuelve a crecer no es lupus. Pero si las lesiones forman cicatrices cuando se caen, la caída del pelo puede ser permanente. Por eso, en caso de que se produzca un eritema discoide en el cuero cabelludo debe tratarse inmediatamente para evitar su avance.
Fíjate bien en el tipo de manchas que tienes en la piel, las del lupus cutáneo suelen ser rojas, escamosas y gruesas. Por lo general no duelen o pican. Con el tiempo, estas lesiones pueden producir cicatrices y decoloración de la piel (zonas oscuras de color y/o claros).
Diferenciar de que tipo de lupus hablamos es muy importante. Para que tengas más datos, de los once criterios oficiales para el diagnóstico del lupus sistémico, cuatro están relacionados con la piel: eritema malar, eritema discoide, sensibilidad a la luz solar (fotosensibilidad) y úlceras orales.
Otros problemas comunes de la piel relacionados con el lupus son el fenómeno de Raynaud, en el que los dedos se ponen blancos, morados y azules por el frío; la vasculitis, que produce la ruptura de la piel debido a la inflamación de los vasos sanguíneos cerca de la capa superior de la piel; el 'livedo reticularis', que se presenta con moteados de color rojo o apariencia de encaje debajo de la piel; y la púrpura, que tiene el aspecto de decoloraciones rojas o moradas debajo de la piel, producidas por sangrado.
Generalmente es el reumatólogo el que hace el diagnóstico, pero también pueden intervenir dermatólogos, especialistas del riñón y cardiólogos. Puede aparecer a cualquier edad pero suele debutar entre los 15 y los 40 años, afectando más a mujeres que a hombres.
En el caso del lupus cutáneo, el dermatólogo deberá tratar las erupciones y lesiones cutáneas de lupus. Por lo general tomará una muestra del tejido de la piel (esto se llama una biopsia) y luego examinará el tejido bajo un microscopio para determinar si una lesión o erupción se debe a lupus cutáneo.
Solo 1 de cada 10 personas con lupus cutáneo desarrolla el tipo sistémico, pero esta gente probablemente ya tenía lupus sistémico con la erupción de la piel como el primer síntoma. Si te proteges de los desencadenantes ambientales, como la luz solar y el humo del cigarrillo, y si te 'cuidas' de los llamados “indicadores de transición” hacia el lupus sistémico con la ayuda de los médicos especialistas, podrás ayudar a prevenir esta transición grave y, tal vez, hasta a revertir su curso, si es que ya ha comenzado.
Estos son los indicadores que deberían ponerte en alerta, ya que indican que la enfermedad está evolucionando: la aparición de las úlceras de la piel, los nódulos y depósitos de calcio, el desarrollo generalizado de dolor muscular o articular y de eritema por lupus debajo del cuello, y proteínas o sangre en la orina.
En cuanto al tratamiento, las cremas o inyecciones recetadas de corticosteroides pueden ayudar a eliminar las lesiones cutáneas discoides y, en caso de que no mejoren o sean muy graves, puede intentarse con las píldoras de corticosteroides y los medicamentos antipalúdicos. No obstante, los medicamentos corticosteroides que se utilizan habitualmente para tratar el lupus pueden también traer complicaciones, como marcas negras y azules y la piel fina. Por eso es tan importante le supervisión de los especialistas que podrán ir modificando el tratamiento según el estado y avance de la enfermedad.
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