Se dijeron de todo: así fue el mano a mano entre Furia y Agostina en Gran Hermano
Juliana ‘Furia’ Scaglione y Agostina Spinelli solían ser inseparables, pero aquella amistad se desmoronó unos días atrás, cuando Gran Hermano les advirtió a los participantes que no respondan a los gritos del exterior. Cuando la voz en off se apagó, Agostina le sugirió a Furia que “se porte bien” y eso hizo estallar el comienzo de una guerra que parece no tener fin.
Con intención de limar asperezas, y como lo han hecho otros integrantes de la casa más famosa del país, este jueves Agostina solicitó el “careo” y ninguna de las dos se guardó nada.
Después de servir las dos copas con agua, Furia preguntó: “Dime por qué me invitaste a este cara a cara. Igual hablamos ya”. Sin vueltas, su examiga le contestó: “En realidad no lo pedí, pero si me hacían el cara a cara lo pedía. Creo que ya lo hablamos un montón de veces, pero vamos a ir a lo básico que es que quiero saber cuál fue tu problema conmigo, en qué yo te fallé según vos”.
Al escucharla, Juliana le respondió: “Yo creo mucho en las actitudes, no en las palabras. Yo no sentí que estabas al lado mío”. Además, la participante le comentó que como ella misma se tiró las cartas, estas le indicaron que el juego entre ellas se podía terminar.
En ese sentido, Agostina le dijo que desde un principio prometieron jugar juntas hasta la final y que se “sintió usada por ella durante todo este tiempo”. Pero su compañera le dijo que eso fue un deseo de ella, que se “sintió sola en varios momentos” y que “fue a jugar sola”.
Además, en medio de los gritos que no dejaban escuchar al público con claridad, la policía le recriminó la nominación que le hizo quien era su cómplice y a quien le fue siempre fiel. “El domingo quiero que te vayas porque se merece ganar un jugador que juegue limpio”, sentenció.
Entre idas y vueltas, y muy lejos de una reconciliación, Santiago del Moro tuvo que intervenir. “Este juego no es un juego de valores. Lo que tenga que ver con la falta de respeto o no, eso es de cada uno”, expresó, y mientras entre ellas se gritaban, el conductor pidió hablar con cada una por separado y así calmar el clima de tensión.