Manolo Cardona: su debut como director, el género que más lo seduce y los motivos por los que se cansó de ser galán

Manolo Cardona: su debut como director, el género que más lo seduce y los motivos por los que se cansó de ser galán
Manolo Cardona: su debut como director, el género que más lo seduce y los motivos por los que se cansó de ser galán - Créditos: @Prensa Paramount+

Siete extraños, una mansión en el medio del Pacífico mexicano y un juego macabro en el que uno de ellos tendrá que morir; de lo contrario, todos serán asesinados. A medida que el reloj avanza, los secretos más espeluznantes, las miserias individuales, las extorsiones para salvarse y un pasado oscuro -que terminará conectando a todos entre sí- saldrán a la luz, manteniendo en vilo al espectador durante casi los 90 minutos que dura el film. La trama de Uno para morir es atrapante por donde se mire, y el elenco -encabezado y dirigido por Manolo Cardona- no se queda atrás: Maribel Verdú, Carla Adell, Juan Carlos Remolina, Adriana Paz, Dagoberto Gama y Fernando Becerril son parte de esta historia que propone un fuerte guiño al cine asiático.

“En este escalofriante juego hay tres reglas básicas: la primera, uno de los siete secuestrados tiene que morir; la segunda, el que elijan para morir, tiene que estar de acuerdo con su propia muerte; la tercera, nadie puede elegirse a sí mismo. Tienen una hora para elegir quién muere, sino todos serán asesinados”, le cuenta el protagonista, productor y director colombiano a LA NACION sobre este thriller que ocurre casi en tiempo real y que ya se encuentra disponible en Paramount+.

A pesar de tener un futuro asegurado en el mundo de las telenovelas, este intérprete -que pasó por éxitos como El cartel de los sapos, Sin tetas no hay paraíso y Rosario Tijeras- decidió dar un salto en su carrera, fundar su propia productora y empezar a contar esas historias que tanto le interesaban, donde el género del suspenso se convirtió en su gran aliado. “ Nunca quise que la actuación se me volviera algo mecánico sino que siempre estuve buscando retos, personajes, historias que me generaran primero un desafío y luego, satisfacción y felicidad ”, confiesa el protagonista de ¿Quién mató a Sara?, el thriller mexicano que, sin dudas, le dio una gran popularidad a nivel internacional.

-Al ver la película es imposible no asociar su estética o parte de su trama a El Juego del Calamar, ¿era la idea?

-Es un thriller de venganza al mejor estilo asiático porque ese tipo de cinematografía ha sido mi inspiración desde hace más de 20 años, así que sí. Más que nada, la pensé como un homenaje a uno de mis directores favoritos en el mundo que es Park Chan-wook y su trilogía de la venganza integrada por Sympathy for Mr. Vengeance (2002), Oldboy (2003) y Lady Vengeance (2005) (films que se caracterizan por sus encuadres exactos, el uso del humor negro y el abordaje de temas violentos). Quería traer todas esas influencias a Latinoamérica porque siento que hace rato no vemos algo así y nos estamos yendo hacia otros géneros. Estoy muy contento con el resultado.

-Además de actuar, producir y estar vinculado en el guion, es tu debut como director… ¿Cómo fue la experiencia?

-La verdad es que fue bastante complicado pero, desde un principio, el diseño de producción se hizo para que yo pudiera estar en cámara y luego pueda ir al monitor, ver las tomas y decidir si había que hacer algún cambio. Luego, me fue pasando que ya intuitivamente percibía lo que funcionaba y lo que no, y desde el set hablaba con mis compañeros y les decía cosas muy puntuales. La verdad es que estuve rodeado de profesionalismo todo el tiempo, de armonía, de amor. Todos los que estuvieron involucrados llevan mucho tiempo en este medio, saben lo que es un set y cómo se trabaja allí.

-¿Te costó darle órdenes o indicaciones a tus compañeros?

-Yo siempre busco la armonía en un rodaje y no hubo diferencia ahora dirigiendo. Me gusta que la gente esté tranquila y relajada, a pesar de que la película es muy intensa y desde el minuto uno todos los personajes están arriba y con la adrenalina a full. Entonces quería que el set estuviera calmo para que todos pudieran sacar lo mejor de sí mismos. Pero sí fue bastante complicado tener que dar indicaciones cuando estás intentando concentrarte en tu papel o tratando de decir tu texto. Es complicado actuar y dirigir toda la orquesta a la vez, pero me gusto mucho el proceso .

-Tu personaje es muy ambiguo y esconde algunos secretos que el público irá descubriendo a medida que avance la trama, ¿justificás parte de sus acciones?

-Me resulta complicado hablar de él sin spoilear parte de la historia, pero puedo decir que es un personaje bastante complejo. Para poder desarrollarlo o interpretarlo, me toca, no sé si justificarlo, pero sí entenderlo. Él cree, por encima de todo, que el fin justifica los medios y que la venganza es un plato que se sirve frío, pero no puedo decir nada más. Tienen que verlo (risas).

Una escena de Uno para morir
Una escena de Uno para morir - Créditos: @Prensa Paramount+

-¿Cuál fue la escena que más te costó rodar?

-Todo sucede en una mansión, así que cada vez que cambiábamos de ambiente o espacio era un universo nuevo por descubrir, donde salían a la luz nuevas verdades y nuevos retos. Pero creo que la escena más complicada fue una del final, donde todos estamos en un barco bajo un sol inclemente y mojados por el agua, así todo el día durante una semana. A eso, hay que sumarle el nivel de adrenalina y la intensidad actoral que refleja la escena porque es cuando cada personaje hace su catarsis. Pero bueno, estuvimos rodeados de gente muy profesional en la que nos apoyamos cada vez que lo necesitamos. Así que muy feliz de haber vivido esta aventura.

-Hace un tiempo te vemos abocado al thriller con proyectos como ¿Quién mató a Sara? o ahora con Uno para morir… ¿Qué es lo que más te atrapa de este género?

-A mí lo que más me gusta es poder discernir la condición humana desde perspectivas al límite. Los thrillers bien contados siempre te llevan por una historia donde los personajes están al límite, donde pasan por cosas que no pasaríamos habitualmente, que no son situaciones tan cotidianas, a pesar de que en nuestra Latinoamérica desafortunadamente la realidad supera a la ficción muchas veces. Pero me interesa discernir qué es lo que nos hace ser buenos o malos, cuáles son las motivaciones que nos llevan a tomar ciertas decisiones o hacer ciertas acciones que pueden afectar a otro. A partir de ahí se generan unas conversaciones y una dinámica que en otro género es difícil de explorar porque está todo puesto sobre la mesa sin tantas capas detrás, y a mí me interesa abordar todas esas capas para ir descubriendo la condición humana de un personaje.

-Tenías un futuro asegurado como galán de telenovelas. Sin embargo, decidiste dar un giro de 360 y empezar a producir tus propias historias, ¿qué tiene que tener un proyecto para que quieras contarlo?

-Esa fue una de las razones por las cuales fundé mi productora que se llama 11.11 Films y TV en 2005. Nace con esa necesidad de contar historias distintas, historias que tal vez no me estaban ofreciendo en ese momento y que sentí o creí que tenía la capacidad de generar. Esas series o películas que a mí también me gustaban ver y que no las estaba viendo en mi país. Y sí, la verdad que me bajé del colchón de la comodidad, de estar tranquilo en mi casa esperando un llamado o yendo al set para hacer las cosas que para mí eran “fáciles” de hacer porque si no te retas a ti mismo con el tiempo se vuelve algo mecánico. Y nunca quise que la actuación se me volviera algo mecánico, sino que siempre estuve buscando retos, personajes, historias que me generaran primero, un desafío y luego, satisfacción y felicidad. Así que aquí seguimos, 20 años después, generando, haciendo cosas arriesgadas como fue Uno para morir, que seguramente van a disfrutar de principio a fin.