Manuel Alejandro, el "escribidor de canciones" que a los 92 años tiene nueva inspiración

Miami, 12 feb (EFE).- El legendario compositor español Manuel Alejandro, de vuelta en Estados Unidos para recibir el Premio Visionario en Miami, la que considera la "capital de la música en español", dijo a EFE que va a componer de nuevo porque siente que su fallecida esposa se lo está pidiendo.

Cerca de cumplir 92 años de vida, el compositor confesó que sigue extrañando profundamente a su esposa, con quien compartió seis décadas, pero que ha vuelto a escuchar música dentro de él.

"En estos tres años y pico de la falta de mi mujer, lo dejé como imposible, y ahora comprendo que ya ella me está pidiendo que le escriba, que le diga algo. Y lo voy a hacer", aseguró el artista.

Manifestó que poner en el papel las canciones que tiene "ahí revoloteando alrededor" y seguir conversando con Ana Magdalena, quien fue su pareja y coautora durante seis décadas, es una de sus "ilusiones" para el próximo año.

No es el único plan que tiene para después del 20 de febrero, cuando recibirá el reconocimiento a su vasta trayectoria durante la entrega del Premio Lo Nuestro de Univision.

Al día siguiente, el creador de algunas de las baladas más emblemáticas del siglo XX en las voces de artistas como Raphael, Julio Iglesias, Rocío Jurado, Alejandro Sanz, Emmanuel y Luis Miguel, celebrará su cumpleaños.

Y una semana después, comenzará la promoción de su libro 'Vibraciones y elucubraciones de un escribidor de canciones', que redactó él mismo.

"El editor me envió el manuscrito y lo primero que pensé fue: '¡Qué vergüenza!'. Hablo mucho de mí, de mi vida, de mis hermanos, de mis padres, de los males y los bienes que he atravesado", relató. Con 400 páginas de recuerdos, el libro ofrece una mirada íntima sobre su proceso creativo y su recorrido en la industria musical.

"He vivido intensamente este libro", admitió. Reconoció como fundamental la amistad que tiene con artistas como Julio Iglesias, Raphael y Emmanuel, aunque dice que en algunos casos la relación se ha enfriado con el tiempo.

"Hemos pasado momentos estupendos juntos", recordó el compositor, destacando que estos encuentros no solo han sido de trabajo, sino también de celebraciones, conversaciones profundas y una admiración mutua que ha trascendido las décadas.

"Nos escribimos con Raphael, con Julio Iglesias de vez en cuando nos hablamos mucho", aseguró. Incluso relató que ha estado en contacto con El Niño de Linares después de su diagnóstico de cáncer. "Hablé con él y con su esposa Natalia, a ver cómo seguía", indicó.

Con cierta nostalgia, mencionó a Luis Miguel, con quien trabajó en un álbum que considera una de sus mejores obras. "Le escribí un álbum precioso, para mí uno de los mejores que he hecho. La pasamos increíble en Los Ángeles y Acapulco", recordó.

Sin embargo, la conexión se desvaneció con el tiempo. "Por lo visto, él me olvidó también a mí", comentó.

El maestro jerezano reflexionó sobre su industria. "Ya en la música no hay que ser muy listo para ser visionario. Ya se sabe a dónde va. Va a la catástrofe total", afirmó con la franqueza que lo caracteriza.

Para él, tanto la música popular como la clásica han perdido la esencia y la emoción que las definieron durante décadas.

Las buenas voces maleducadas

"A la música la tenemos que entender todos, todos. La música es un idioma, es una manera de sentir, de hablar. Cuando estás con una melodía, estás sintiendo pena o alegría", explicó y lamentó que esto no está pasando hoy en día.

Eso no quiere decir que sea un purista y que defienda cierto tipo de géneros. Todo lo contrario. Habla de calidad y conexión.

De hecho, confesó que siempre ha sentido mayor afinidad por las voces "maleducadas", aquellas que sin una técnica estricta transmiten emoción de manera más natural.

"Las voces educadas pierden el libre albedrío de la voz maleducada y se hacen muy duras, no dicen la canción naturalmente como se debe", explicó. Recordó su disco con Plácido Domingo, al que le fue muy bien y le llena de orgullo, pero que no es de sus favoritos.

Manuel Alejandro dice que le sorprenden los reconocimientos, pues el ser visto públicamente es algo que solo ha vivido en los últimos años. "Yo prefiero estar en batín en casa", admitió.

Su relación con el público cambió en 2020, cuando se estrenó su documental 'La fuerza de los mares. Un escritor de canciones'.

Desde entonces, le han llovido los reconocimientos y las invitaciones.

Para él, todo esto es una especie de cereza en el pastel, pues afirma que "si hubiese muerto hace unos años, nadie me recordaría y habría estado bien también".

Alicia Civita

(c) Agencia EFE