María Casares, actriz española marcada por el exilio,el teatro y Albert Camus

Madrid, 9 mar (EFE).- A la reciente publicación de sus cartas con el escritor francés Albert Camus, su amante durante 16 años, y las actividades conmemorativas por el centenario de María Casares (1922-1996), se une ahora el estreno de un documental sobre su vida, que busca acercar a nuevas generaciones la figura de esta actriz española y universal.

Dirigido por Xavier Villaverde, "María Casares, la mujer que vivió mil vidas" repasa la trayectoria de la que fue una de las grandes actrices europeas del siglo XX, hija de Santiago Casares Quiroga, jefe de Gobierno de la Segunda República española, y exiliada en Francia desde el comienzo de la guerra civil en 1936 y donde vivió hasta su muerte en 1996.

Llegó a ser primera actriz de la Comedie Française, aunque fue durante los seis años al frente del Teatro Nacional Popular de Jean Vilar cuando interpretó a algunos de los personajes más importantes de su carrera, desde Lady Macbeth a Marie Tudor y también desarrolló una fructífera colaboración con el argentino Jorge Lavelli.

"Siempre he vivido en estado de urgencia", dice Casares al comienzo de la película, realizada a partir de extractos de sus memorias ("Residente privilegiada", 1980) y de una entrevista en profundidad en la televisión regional gallega, su región de procedencia.

Arriesgada, fogosa y camaleónica, para Casares el teatro era su verdadera pasión. En sus memorias cuenta que a menudo hizo películas solo por dinero porque lo que le importaba de verdad era poder elegir libremente sus trabajos sobre las tablas.

Aún así, en su filmografía destacan títulos como "Los niños del paraíso" (1945) de Marcel Carné, "Las damas del bosque de Bolonia" (1945) de Robert Bresson, y "Orfeo" (1959) de Jean Cocteau.

ALBERT CAMUS, UN ENCUENTRO CRUCIAL

Nacida en La Coruña (noroeste) en 1922 en el seno de una familia atea, rica y republicana, Casares fue educada en un ambiente liberal y culto; se relacionó con personajes como los escritores Ramón María del Valle Inclán, Federico García Lorca, Rafael Alberti o la actriz Margarita Xirgu.

En París se codeaba con los escritores Simone de Beauvoir, Jean Paul Sartre, Jean Genet o Antonin Artaud, y el pintor español Pablo Picasso. Pero sobre todo fue crucial su encuentro con Albert Camus, en 1944, en un París aún ocupado por los nazis.

Según el documental, el comienzo de su relación de amantes coincidió con el desembarco aliado en Normandía, y tuvo una primera fase interrumpida cuando acabó la guerra y Camus se reunió en París con su mujer, hasta entonces en Argelia.

Cuatro años después se reencontraron por casualidad y ya nada pudo separarlos. Una relación profunda, cómplice y abierta por ambas partes, de la que dan testimonio las más de 800 cartas que se escribieron, hasta la muerte de Camus en accidente automovilístico en 1960.

Tras la etapa en el TNP y la muerte de Camus, atravesó una crisis y se marchó a Buenos Aires, donde interpretó por primera vez dos obras en español, "Yerma", de García Lorca, dirigida por Margerita Xirgu y "Divinas palabras" de Valle-Inclán. Después de esa etapa en Argentina, el coreógrafo Maurice Béjart la llamó para que trabajara con él en diversos espectáculos.

EL TRAUMA DE LA GUERRA Y EL EXILIO

Xavier Villaverde rodó un corto en 1985 en una casa coruñesa sin saber que se trataba del hogar de Santiago Casares Quiroga, que en su día albergó una biblioteca de más de 20.000 volúmenes, quemada tras el golpe de Estado de 1936.

Ahí comenzó su curiosidad por la figura de María Casares y con aquellas imágenes que grabó arranca el documental.

La primera parte está dedicada a sus primeros años, marcados por el estallido de la Guerra Civil (1936-1939), siendo su padre jefe del Gobierno. En sus memorias recuerda que la primera noche, tras el anuncio del alzamiento del general Francisco Franco, fue la peor de su vida.

A los 13 años huyó, junto a su madre, a París. Su padre se reunió con ellas más tarde, pero en 1940, con la ocupación nazi de Francia, huyó a Inglaterra donde permaneció hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.

María Casares no regresaría a España hasta 1976 para participar en un montaje de "El adefesio" de Alberti, pero aquel regreso le supuso, asegura, una sensación de "vacío", un "desajuste", por toda aquella algarabía de libertad que le resultaba ajena.

Magdalena Tsanis

(c) Agencia EFE