María Corina Machado, el grito de "fraude" contra Maduro
Un joven lloraba de emoción al verla pasar: María Corina Machado despertó un sentimiento prácticamente religioso entre sus seguidores en Venezuela, mientras revitalizaba la ofensiva de la oposición contra el presidente Nicolás Maduro.
Una desafiante Machado, de 57 años, reapareció este jueves en público tras permanecer en la clandestinidad desde finales de agosto para encabezar una protesta en Caracas contra la toma de posesión de Maduro, prevista para el viernes. Todo terminó en un confuso incidente.
Su equipo político denunció que había sido "retenida por la fuerza" por agentes y posteriormente liberada. El gobierno negó que hubiese sido arrestada y el ministro de Interior, el poderoso dirigente chavista Diosdado Cabello, calificó los señalamientos de "invento".
"Actas en mano", Machado reclama una victoria del diplomático Edmundo González Urrutia en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio y acusa al Consejo Nacional Electoral (CNE) de cometer fraude por haber proclamado a Maduro reelecto para un tercer mandato (2025-2031).
"Todos sabemos quién es el presidente electo, todos. Lo saben los venezolanos, lo saben las Fuerzas Armadas, lo sabe Maduro, lo sabe el mundo entero", dijo en una entrevista con la AFP.
- "Solo le queda el miedo" -
Nacida en Caracas, Machado comenzó su camino político en 2002, cuando creó Súmate, organización civil que impulsó un referendo para tratar de revocar el mandato del presidente Hugo Chávez, y llegó a ser diputada en el Parlamento, donde encaró al mandatario cuando era intocable, una especie de dios.
"Expropiar es robar", le reclamó a Chávez cuando presentaba cuentas ante el Parlamento. "Está fuera de ranking para debatir conmigo (...). Águila no caza moscas", replicó el líder socialista.
Más de una década después, Machado pasó a liderar el ranking de popularidad entre los opositores, según numerosos estudios de opinión.
Expertos la comparan como fenómeno político con el arrastre que tuvo el propio Chávez, que dio paso en el poder a Maduro tras su muerte en 2013 por un cáncer.
"Es nuestra libertadora", dijo Trina Rosales, de 60 años, después de una caravana en San Cristóbal (estado Táchira, oeste).
En las primarias opositoras hacia las elecciones del 28 de julio, Machado arrasó, acaparando más de 90% de los votos. Vetada por una cuestionada inhabilitación política, tuvo que ceder su puesto a González Urrutia, postulado a última hora, pero fue el alma de la campaña opositora.
Ella dio la vuelta al país entre multitudes.
Machado sostiene que siete de cada diez votantes eligieron a González. Mientras el CNE no ha divulgado un escrutinio detallado de las elecciones, como ordena la ley, la oposición publicó en una página web actas electorales que esgrime como prueba del triunfo de González Urrutia. Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina han desconocido la reelección de Maduro.
A Maduro "solo le queda el miedo", dijo a la AFP en referencia a la represión de protestas poselectorales, que dejó 28 muertos, casi 200 heridos y más de 2.400 detenidos.
- "Hasta el final" -
La migración, con unos 7 millones de venezolanos que dejaron su país desde 2014 en medio de la crisis, es uno de los puntos centrales del discurso de Machado. Es una realidad que la toca directamente: sus hijos -Ana Corina, Henrique y Ricardo- viven en el extranjero.
Maduro y altos funcionarios del chavismo no ahorran calificativos para atacarla, tildándole de "terrorista" y "fascista".
El ministro Cabello, número dos del partido de gobierno tras el mandatario, se burla de ella con sobrenombres como "La Sayona", un ánima del folklore venezolano.
En medio de las tensiones, el eslogan de Machado, "hasta el final", prometiendo no rendirse en su pugna para sacar del poder a Maduro, se convirtió en su mantra.
Ha repetido en numerosas ocasiones que la juramentación de Maduro el viernes 10 de enero no será ese final: "Edmundo González Urrutia se juramentará".
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