María Pombo y Pablo Castellano posan felices con su hija Vega el día de su aniversario de boda

María Pombo y su marido, Pablo Castellano, han abandonado el hospital con su hija en brazos. Una preciosa niña a la que han llamado Vega y que vino al mundo el pasado 19 de junio en un parto por cesárea que se produjo antes de lo esperado y en el que hubo pequeñas complicaciones, como algún efecto secundario de la medicación, como señaló el papá, pero nada que no pudiera solucionarse. "Estoy un poco cansada, la verdad. Estoy deseando llegar ya a casa y ver a Martín y todo", ha expresado la madrileña a su salida del centro, un precioso momento en el que ha recalcado que, aunque Vega "es muy pequeñita", se encuentra "superbién", es muy buena y no ha necesitado estar en la sala de neonatos.

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La primera imagen de María Pombo con su hija Vega en la que ¡son iguales!

Hoy, 22 de junio, es un día lleno de emociones para la pareja porque celebran su cuarto aniversario de boda. No ha podido haber mejor regalo para el matrimonio que poder regresar a casa con su hija recién nacida cuando se cumplen tres días desde su llegada al mundo. "Ha estado fenomenal con nosotros en el cuerpo y engordando cada día", ha agregado María, que en los últimos días ha recibido muchas visitas de sus allegados, entre ellos, Marta Pombo, que compartió bellas imágenes de su sobrina, de la que será madrina. "Vega es pequeñita y se está adaptando al nuevo mundo poco a poco", contaba sobre la niña Pablo Castellano.

La pareja ha abandonado aobre las cuatro de la tarde el Hospital Quirón Salud de Pozuelo de Alarcón con Vega, dispuestos a comenzar una nueva vida junto a la recién nacida en su hogar, donde les espera su otro hijo, Martín, de dos años y medio, que recibirá a su hermanita con los brazos abiertos. Ambos, visiblemente entusiasmados, han salido por las puertas del centro y se han detenido con la gentileza que les caracteriza para atender a los medios allí presentes. Mientras la orgullosa mamá cogía en brazós a la bebé, el empresario llevaba una gran maleta en su mano y revisaba su teléfono móvil, pero sin dejar de prestarle atención en todo momento. Después han entrado al parking subterráneo, donde tenían aparcado su vehículo.

María Pombo y Pablo Castellano
María Pombo y Pablo Castellano

María Pombo y Pablo Castellano con su hija Vega
María Pombo y Pablo Castellano con su hija Vega

María ha salido de la clínica muy sonriente con su hija en brazos y junto a su marido, que ha estado muy pendiente de ella. "Yo estoy muy bien, muy contento. Veo a la niña y muy contento. Mi princesa. Ahora ya que le cuide Martín también. Así que nada, estamos muy contentos, además que está muy bien, que eso es lo importante, y Meri se está recuperando bien. Ahora ya para casa y a descansar", ha señalado Pablo.

La más pequeña de las hermanas Pombo lucía buena cara, con el pelo perfectamente peinado y un look veraniego para hacer frente a las altas temperaturas en el que el impoluto blanco era el absoluto protagonista. Su esposo, que fue el encargado de confirmar el nacimiento, no podía ocultar su felicidad. "El imprevisto más feliz de nuestra vida", compartía con sus seguidores después de que su hija hubiese nacido semanas antes de lo esperado.

María Pombo y Vega
María Pombo y Vega

María Pombo y Pablo Castellano con su hija Vega
María Pombo y Pablo Castellano con su hija Vega

La llegada de Vega pone el broche de oro a su historia de amor, que comenzó en verano de 2015 meses después de conocerse en una Masters de tenis. La pareja selló su amor con su boda el 22 de junio de 2019 en la colegiata de Santa Cruz de Castañeda, en Cantabria. Una boda que fue publicada en exclusiva en ¡HOLA! y que fue una auténtica cumbre de influencers. Reinas del mundo digital como María F. Rubíes, Natalia Coll, Dulceida o Madame de Rosa, estuvieron entre las asistentes. Los novios escogieron Cantabria para casarse porque en Santander comenzó su historia de amor. La pareja colmaba su felicidad un año y medio después del 'sí, quiero' con la llegada al mundo su primer hijo Martín, que nació el 28 de diciembre de 2020. Un embarazo que fue para ella una montaña rusa de emociones porque meses antes de dar a luz fue diagnosticada con esclerosis múltiple, la misma enfermedad degenerativa que padece su madre.