Marcelo Tinelli, en La divina noche de Dante, habló de cuando su primer hijo murió antes de nacer
Marcelo Tinelli fue el invitado de la última emisión de La divina noche de Dante, el ciclo de eltrece que conduce Dante Gebel que se graba en Los Ángeles y que se emite casi en la trasnoche de los sábados. La charla entre ellos se inició con el conductor y creador de tantos programas exitosos recordando sus primeros pasos en la televisión de la mano de Juan Alberto Badía. en 1983, en el viejo Canal 9. En 1990, arrancó con VideoMatch. “Era otra Argentina”, reconoció Tinelli haciendo referencia a las diferencias presupuestarias de los programas televisivos cuando en aquel momento el equipo podía viajar sin restricciones. Hace 5 años no aparecía en la pantalla de eltrece, en donde estuvo casi 16 temporadas.
En plan de revisar su propia trayectoria y parte de su historia de vida, en un momento del mano a mano el conductor le preguntó por sus miedos, por su puntos oscuros. En ese momento, Tinelli no pudo evitar confesar lo que se le vino a la mente. “Lo primero que se me viene a la cabeza es algo que… Creo que la pérdida de un hijo es algo que ni siquiera quiero pensar. Todas las personas que conozco que han pasado por eso, hagan lo que hagan, yo voy a estar al lado de ellos. Van a tener siempre me cariño, mi valoración, mi amor porque creo que yo no lo podría pasar”, apuntó emocionado. El conductor le recordó entonces que él había perdido a su padre de joven, cuando tenía apenas 10 años. “Pero otra cosa es perder a un hijo”, señaló en ese momento frente a las cámaras del gran estudio televisivo en donde también remarcó su temor a las enfermedades mentales, justamente lo que afectó justamente a su madre.
Con referencias Dante Alighieri y su libro “La Divina Comedia”, Dante Gebel lo enfrentó a la escena del infierno. “El infierno fue el día que nosotros, con Sole (por Soledad Aquino, quien fue su primera esposa), perdimos un hijo antes de que naciera. No lo he hablado mucho, pero perdimos un bebé. Era mi primer varón, hoy tendría 38 años. Salió fallecido de su panza porque tuvo un desprendimiento abrupto de placenta. Ese fue un momento como del infierno… Tuve a mi hijo en brazos ya muerto... A Lorenzo, mi último hijo, hubo que sacarlo también a los ochos meses por un tema de la placenta…, imaginate. Eso a Sole a mí nos marcó. Eso, diría, es el infierno”, señaló atravesado por el dolor de evocar todo aquello.
Tras ello reconoció que no volvería a formar parte de una iniciativa como fue la Mesa del Hambre, aquella propuesta que se lanzó en noviembre de 2019, gobierno de Alberto Fernández, que integró Tinelli junto a figuras públicas como Narda Lepes y Martín Caparrós, como el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. “Lo hice con todo el amor del mundo y no por un partido político -señaló-. Fui uno de los pocos que hizo algo, que puso económicamente. Instalé 7 pozos de agua a las comunidades wichi de Salta. Pero no me volvería a exponer públicamente porque después es muy ingrato todo (...). Luego no se hicieron más reuniones y no quedó en nada. Y después vinieron los comentario de que yo no había hecho nada, pero yo no era el ministro, no vivo de la función pública”, admitió.
En tren de pensar en las heridas abiertas, el conductor y productor se refirió a otra de sus pasiones: el Club San Lorenzo de Almagro. En diciembre de 2019, Tinelli había asumido como nuevo presidente de la institución tras una histórica elección que superó todas las marcas en cuanto a la cantidad de votantes. En abril de 2022, se pidió una licencia porque al mismo tiempo seguía su trayectoria televisiva con su productora.
”Le puso mucho amor a San Lorenzo, mi club. Gasté muchísimo dinero, puse mucha plata de mi bolsillo. Lo que puse fue un delirio, me da hasta vergüenza decirlo. Tuve muchos errores siendo dirigente porque cuando uno hace se equivoca. Estuve 11 años de mi vida. Cuando me fue de ahí, que mis hijos no puedan ir a la cancha porque alguno todavía está enojado, porque me digan que chorié o que vaciamos al club… -recordó aquel momento- Para vaciar algo debe estar lleno. Y San Lorenzo no estaba lleno, al contrario. Y nosotros le dimos un montón de cosas. Mi amor por San Lorenzo es eterno tanto de mi abuelo, de mi papá, mío y de mis hijos. Y que ellos no puedan ir a la cancha… Por ahí debería haber seguido siendo hincha y no meterme como dirigente. Porque el hincha sufre igual que el dirigente, pero terminó el partido, te tomaste un agua, una cerveza y te fuiste a dormir. El dirigente perdió y al otro día tiene un quilombo”.
El conductor de La divina noche de Dante le propuso a Tinelli que reparara en los momentos más plenos, más felices. Tinelli no mencionó premios ni ninguno de aquellos programas que fueron un éxito. Según confesó, fueron 5 los momentos más plenos de su vida y que tienen que ver con el nacimiento de sus hijos. “Son el cielo”. apuntó con cara de padre.