Margaret Qualley reveló que las prótesis que usó en La sustancia le dejaron secuelas en la piel: “Estuve un año sin poder recuperarme”

Margaret Qualley reveló que las prótesis que usó en La sustancia le dejaron secuelas en la piel: “Estuve un año sin poder recuperarme”
Margaret Qualley reveló que las prótesis que usó en La sustancia le dejaron secuelas en la piel: “Estuve un año sin poder recuperarme”

La sustancia no solo le brindó a Margaret Qualley una nominación a los premios Globo de Oro por su interpretación de la inocente y bucólica Sue. Según contó la actriz, las prótesis que debió usar en su rostro para dar cuenta de las transformaciones que sufría el personaje con el correr de la historia le trajeron grandes problemas en la piel.

En el episodio del último lunes del pódcast Happy Sad Confused, conducido por Josh Horowitz, la actriz dijo que su piel quedó tan dañada que incluso tuvieron que quitar de cuadro su rostro en algunas tomas. “Por ejemplo, en la escena en la que mi personaje camina feliz por las calles de Los Ángeles y se ven palmeras de fondo, está filmada desde abajo porque mi cara estaba tan arruinada que no podían mostrarla en su totalidad ”.

El profundo acné que le provocaron las prótesis no fue fácil de curar y persistió luego de que terminó la filmación. Incluso, cuando comenzó a rodar su siguiente película, Tipos de gentileza, seguía padeciéndolo. “Entonces, ¿viste el personaje que tiene todo ese acné? Era solo el acné que me causaron las prótesis”, reveló Qualley, quien en el film dirigido por Yorgos Lanthimos interpreta a los personajes Vivian, Martha, Ruth y Rebecca. “Y pensé: ‘Bueno, esto es perfecto. Estoy interpretando a todos estos personajes diferentes; para uno de ellos usaremos todo mi acné protésico loco’. Probablemente, me llevó un año recuperarme físicamente de todo eso ”, agregó.

Las prótesis y el maquillaje intenso en su rostro no fue el único recurso que la actriz utilizó en el rodaje de La sustancia. En una entrevista publicada en septiembre de 2024 por The Sunday Times, la hija de Andie MacDowell reveló que usaba pechos falsos porque la directora Coralie Fargeat imaginó a su personaje como una bomba de los años 80, con una figura similar a la de Jessica Rabbit.

Margaret Qualley, left, and Demi Moore arrive at the fourth annual Academy Museum Gala on Saturday, Oct. 19, 2024, at the Academy Museum of Motion Pictures in Los Angeles. (Photo by Jordan Strauss/Invision/AP)
Margaret Qualley, left, and Demi Moore arrive at the fourth annual Academy Museum Gala on Saturday, Oct. 19, 2024, at the Academy Museum of Motion Pictures in Los Angeles. (Photo by Jordan Strauss/Invision/AP) - Créditos: @Jordan Strauss

“Desafortunadamente, no existe una poción mágica que hagan crecer o disminuir los senos, así que tuvimos que pegarlos”, dijo Qualley. “ Coralie encontró un equipo protésico increíble para dotarme de los mejores pechos que tuve en toda mi vida ”, recordó.

La coprotagonista de Qualley, Demi Moore también se sometió a una trasformación impactante en el film mediante el uso de prótesis que mostraban arrugas exageradas y marcaban aún más sus rasgos para simular el rostro de una anciana.

Demi Moore y el detrás de escena de La Sustancia (Foto: Instagram/@demimoore)
Demi Moore y el detrás de escena de La Sustancia (Foto: Instagram/@demimoore)

En una entrevista publicada por Los Angeles Times, las dos protagonistas del film se refirieron a esas prótesis, creadas en el set por el maquillador de efectos especiales Pierre Olivier Persin. Una de las tareas del profesional fue crear a la criatura que simula ser una mezcla de los personajes de ambas. “Estaba allí, con la cara de Demi pegada a mi propio cuerpo”, rememoró Qualley. “ Estaba sola en esa cosa. Chocaba con todo. Era una cámara de tortura. ¡La cantidad de videos que tengo de mí misma en esa situación! ¡Ya no podía más! Fueron ocho días. Sé que quizá a la gente no le parece mucho tiempo, pero para mí fue insoportable”.

Moore, a su vez, le contó a The Hollywood Reporter: “El tiempo de maquillaje era de entre seis y nueve horas y media. Durante parte de ese tiempo no podés comer ni beber, porque se trata de un trabajo muy delicado. Además, la ganadora del Globo de Oro aseguró que la directora ”exigía 15 tomas por escena”.

La historia de La sustancia

Elizabeth Sparkle (Demi Moore) es una exestrella de Hollywood que transita su quinta década, hace años ganó un Oscar, pero nadie recuerda por qué y en el presente es la figura de un programa de TV de gimnasia matutina. En el día de un nuevo cumpleaños le llega su certificado de vencimiento: el productor ejecutivo de su programa, un bruto, cruel y misógino llamado, sin mucha sutileza, Harvey (Dennis Quaid), le comunica que la despide porque necesita a alguien más joven. El shock de ver su fotografía retirada de una cartelera hace que Elizabeth tenga un accidente vial. En el hospital, antes de ser dada de alta, un enfermero que luce como un modelo masculino creado por inteligencia artificial comprende el verdadero trauma de la mujer y le ofrece una solución: la sustancia.

Tras una breve búsqueda online, Elizabeth averigua que se trata de una nueva droga que promete resultados milagrosos, aunque es producida por una compañía anónima y entregada en un depósito abandonado en la peor zona de la ciudad. El disgusto que le provoca su propia imagen en el espejo desactiva cualquier desconfianza: Elizabeth se inyecta un líquido del color más tóxico que las bebidas isotónicas sin saber cuáles serán los efectos, solo que liberará “la mejor versión de sí”. Es lo que sucede: una hendidura enorme se abre en su espalda y de ese inesperado canal de parto surge Sue (Margaret Qualley), plenamente formada y sin una imperfección. Pero hay contraindicaciones: Sue solo puede permanecer consciente una semana (lapso durante el que Elizabeth queda inconsciente) y, en caso de que no cumpla con el límite temporal establecido, el cuerpo de Elizabeth sufrirá las consecuencias.