Yahoo Estilo Margarita Sanz, la excepcional actriz que ha convertido la lucha contra la violencia de género en su misión de vida
Existen actores que son llamados "de actores", por ser una referencia para sus colegas. El caso de Margarita Sanz, la excepcional actriz mexicana, es de esos; si bien el público la ubica y ha admirado y disfrutado de su trabajo en numerosas ocasiones, en realidad son sus colegas actores y directores quienes la han colocado en la tribuna que merece: como una de las figuras más queridas y reconocidas en los escenarios de México.
De hecho, me atrevería a decir, sin temor a exagerar, que si existiera un equivalente en la escena hispanohablante a la legendaria Liv Ullmann, sin lugar a dudas, se trata de Margarita, que no solo es una actriz de primera, también se ha revelado en años recientes como una voz que se alza en favor de las víctimas de abuso (físico, sexual, emocional) y la violencia de género, algo que da un nuevo matiz a lo que es, ya de por sí, una personalidad única.
Ahora bien, de que es conocida por el público, lo es: no hay quien pueda olvidar su derroche magistral de talento en 'Amor en silencio' (1988), producción de Carla Estrada, donde aparecía como la neurótica, celosa y finalmente sociópata Mercedes Silva, hermana del personaje encarnado por Arturo Peniche que, en uno de los momentos más impactantes e insólitos de la TV mexicana, justo cuando Peniche y Érika Buenfil, en sus personajes de Maricela y Fernando están celebrando que por fin se casaron y superaron la adversidad, son acribillados a sangre fría por Mercedes, muriendo a media telenovela —nunca antes en un melodrama mexicano se había visto cosa semejante y mucho menos en el horario familiar de las 7 de la noche; por supuesto, esto fue la garantía para que la segunda parte de la trama fuera un éxito rotundo, con Margarita regresando para el desenlace de la historia.
Graduada del Centro Universitario de Teatro — igual que Daniel Giménez Cacho, Humberto Zurita, Alejandro Camacho y Julieta Egurrola, entre otros contemporáneos suyos — Margarita nació en Guadalajara, Jalisco, el 20 de febrero de 1954 y llegó a la capital a los 17 años y a los 22 hizo su debut profesional en la primera puesta en escena de 'Malcolm contra los eunucos', dirigida por Alejandro Bichir (el patriarca de la famosa dinastía) y desde entonces no ha dejado de trabajar en cualquiera de los medios de comunicación: lo mismo en televisión, cine y teatro.
Aunque ha hecho un verdadero prodigio desde hace mucho tiempo, de interpretar a madres y esposas algunas veces sumisas y otras beligerantes, curiosamente, Margarita nunca ha estado casada ni ha tenido hijos, y aunque jamás ha sido reticente a hablar de sí con los medios, simplemente lo ha atribuido al hecho de que hay otras cosas más importantes para ella que cumplir con un rol convencional en la sociedad; en otras palabras, como dijo en una entrevista al ganar un Ariel por 'El callejón de los milagros', el matrimonio le parece una institución que funciona para mucha gente, pero que a ella (en ese momento y hasta ahora como ha demostrado) no le interesaba.
Valiente e intrépida en escena — 30 años después la gente todavía habla de su impactante desnudo total en 'Señora Klein', una obra de teatro en la que compartía escena con Ana Ofelia Murguía y Delia Casanova, dirigidas por Ludwik Margules—, Margarita se ha manifestado en muchas formas como una actriz de avanzada, utilizando la actuación como una forma de activismo para dar voz a las víctimas de abuso y violencia, un tema que para ella es sumamente importante, sobre todo en un país como México, donde la figura materna es el pilar de la sociedad, y donde la mujer es objeto de un alarmante nivel de violencia.
Esos son los detalles que ha buscado retratar en su trabajo más reciente: algo muy actual, que se debate en la sociedad; la violencia contra las mujeres, el machismo. Según ha señalado en entrevistas, en México hay una situación endémica de abuso y violencia de género que es la que desencadena todo el maltrato hacia la mujer, que ha existido siempre, algo que, apunta, la mujer también ha solapado, callado, es el tema central en la realidad social que se vive en el país y con su trabajo, Margarita Sanz busca la manera de defender y dar voz a quienes no pueden hablar y la mejor manera que ha encontrado para hacer ese activismo es precisamente en su trabajo, que la ha llevado a ser reconocida en México como una de las más grandes de su generación.
