María Penella, la actriz que renunció a sobresalir bajo la sombra de su abuelo "Chespirito"

María Penella (Ultra Media)
María Penella (Ultra Media)

Es probable que el nombre de María Penella no sea todavía muy conocido, pero esto no será así por mucho tiempo. La joven actriz mexicana ha ido destacando por su propio trabajo en escenarios teatrales de México, ahora está ante su mayor reto hasta la fecha: ser Marina Cáceres, la antagonista en “¿Te acuerdas de mí?”, el nuevo melodrama que produce Carmen Armendáriz para Televisa, que estrena el 18 de enero y en el que hará estragos en la relación de los protagonista Gabriel Soto y Fátima Molina.

Algo que distingue a María, además de su talento, es su tenacidad, desde niña tuvo la certeza de su vocación y buscó perfeccionarse en actuación y música. No es raro si se toma en cuenta que es la más pequeña de los 12 nietos de Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito” y de su primera esposa, Graciela Fernández Pierre, aunque para formarse y destacar, María –que era tan cercana a su abuelo como las circunstancias familiares lo permitían– no dependió nunca del apellido para formarse y siempre lo prefirió así.

Hija de Marcela Fernández, una de las 5 hijas del célebre comediante y de Henri Penella, un reconocido publicista mexicano, María debutó formalmente en teatro interpretando el rol titular en la puesta en escena “El diario de Anna Frank”, que se montó en Ciudad de México en 2009 (siendo ella seis años mayor que la verdadera Anna). La crítica se deshizo en halagos por la actuación de María, y esto eventualmente la llevó a estudiar en Gran Bretaña, y a su vuelta, siguió trabajando independientemente de su familia.

Así fue como conocí a María, y por eso hago este apunte personal: en 2015, participamos juntos en “Tus ojos”, un proyecto teatral en el que llevó uno de los roles principales, en un elenco que incluía a Mabel Cadena (espléndida en “Monarca”, “La diosa del asfalto” y “El baile de los 41”) y Aldo Escalante (“Club de Cuervos”) –en la obra, una fabulita de terror y ciencia ficción-, tuve la fortuna de poder trabajar de cerca con ella como dramaturgo y director; de este modo encontré en María a una profesional apasionada de la escena, con muchos niveles y capas de empatía que sabía imprimir a su personaje, quien además era una mujer invidente (y encarnar a un personaje con una capacidad diferente no es una cosa simple: María me dio lecciones de cómo hacerlo bien).

Es por ello que puedo hablar de primera mano del talento que tiene y que será percibido por televidentes a nivel continental con su primer papel destacado en televisión cuando se estrene la telenovela: como he escrito antes, el público mexicano es quien realmente hace o deshace una carrera actoral con su favor o su rencor; nunca olvidan. No obstante, el caso de María es único y aunque los medios han hablado acerca de su vínculo familiar notable, en realidad, ella no le debe nada a su célebre abuelo, salvo a que heredó la pasión escénica y musical, pero esto es más un legado genético que empírico; no hay duda, porque ella se abrió las puertas de su carrera por sí misma.

Esto queda claro en la opinión de los directores que han trabajado con ella, principalmente en teatro, que es donde forjó su carrera: así demostró su talento musical en la exitosa puesta de “El hombre de la mancha” con Benny Ibarra y Ana Brenda Contreras, en la que cantaba (tiene tesitura de soprano coloratura, detalle muy especial en la escena) y bailaba con dominio.

Lo más importante para María, que en el rol de Marina Cáceres tiene una estupenda oportunidad de hacerse un lugar en la arena pública, ha sido ser independiente de cualquier asociación con los personajes que su abuelo hizo famosos: “De pequeña, no tenía idea de que mi abuelo era ‘El Chavo del 8’. Estaba consciente del personaje, pero para mí él y mi abuelo eran dos personas distintas. Conforme fui creciendo, descubrí que era mucho más que sus personajes, que era un gran escritor, un gran pensador, con intereses muy variados, la música clásica, la literatura, el cine… y eso es lo que me quedo de él: lo que nos compartió, cuando se podía, en cultura, en arte. No hubo nada material, ni tampoco fama; de hecho, nos manteníamos siempre al margen de la fama. Y esa es una gran enseñanza. Porque aprendes a amar tu profesión cuando la eliges. O cuando tu profesión te elige a ti”.

¿Te acuerdas de mí?” le permitirá entrar a la piel de un personaje complejo, obsesivo, amoral, capaz de cualquier infamia para conseguir su propósito: hacer que Pedro, quien creció como su hermano de adopción y se convirtió en su marido, no pueda ser feliz al lado de Vera (Fátima Molina), a quien considera una intrusa. Se sabe que los personajes de villano suelen ser los más llamativos (ahí está el caso de María Rubio y Catalina Creel, por ejemplo), así que es apuesta segura de que llamará la atención en este serial, donde compartirá cartel con Helena Rojo, Rebecca Jones, Guillermo García Cantú y Alejandro de la Madrid, y con más de diez años de carrera, María merece brillar con luz propia.

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