María Teresa Campos ha vivido un auténtico punto de inflexión en este 2022

SEVILLA, ESPAÑA - 30 DE MARZO: María Teresa Campos, Juanma Moreno y Terelu Campos hablan durante la ceremonia de entrega de premios Andalucía de Periodismo 2022 el 30 de marzo de 2022 en Sevilla, España. (Foto de Leandro Wassaul/Europa Press vía Getty Images)
SEVILLA, ESPAÑA - 30 DE MARZO: María Teresa Campos, Juanma Moreno y Terelu Campos hablan durante la ceremonia de entrega de premios Andalucía de Periodismo 2022 el 30 de marzo de 2022 en Sevilla, España. (Foto de Leandro Wassaul/Europa Press vía Getty Images)

¿Recuerdan cuál fue el último programa de televisión en el que apareció María Teresa Campos? ¿Y el anterior a este? Habría que tener muy buena memoria para saber estos datos sin tirar de buscadores virtuales, la verdad. Y es que este año 2022 que ya está acabándose ha supuesto un punto de inflexión en la carrera de la comunicadora malagueña, que lleva meses pasando completamente desapercibida para la pequeña pantalla.

A sus 81 años, María Teresa tiene, en teoría, ganas de seguir trabajando. Ya ha dicho por activa y por pasiva que no sabe estar en casa, disfrutando de las pequeñas cosas y mirando la vida pasar. Que lo suyo es la televisión. El pasado marzo, Telemadrid emitió una entrevista que le hizo Anne Igartirburu, y allí soltó un grito desesperado: quería volver a la pequeña pantalla, aunque fuese como colaboradora. No comprendía si es porque ya era mayor o por qué otra posible razón, pero que ansiaba seguir en los medios de comunicación. “Yo necesito trabajar porque, aunque sea un poquito, llena mi vida y no estoy sentada en mi casa”, le dijo entonces a Anne. Decía que no era justo que para la única persona que no hubiese un sitio fuese para ella.

Ese mismo mes, María Teresa recibió el galardón a la trayectoria profesional en los XXXVI premios Andalucía de Periodismo, y cuando le pusieron un micrófono delante, volvió a decir lo mismo que a Anne. Que necesitaba trabajar. Y hasta pidió un programa como su desaparecido ¡Qué tiempo tan feliz!, aquel formato de corte nostálgico que se emitía en Telecinco en las tardes de los fines de semana. Sus hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, salieron a su rescate para que diese el tema ahí por zanjado.

Desde entonces, María Teresa Campos está en lo que podríamos llamar una jubilación forzosa. Su entorno más cercano ha puesto sangre, sudor y lágrimas para protegerla, para que no entre en polémicas, para que deje de transmitir cierta infelicidad por no estar trabajando en la pequeña pantalla. Para que no dé entrevistas que haga subir el pan, como la que le concedió a Kiko Hernández. No se merece titulares negativos, sino todo lo contrario.

Si en 2021 de vez en cuando aparecía en algún programa suelto como colaboradora, este 2022 el rastro de la que fuese conductora de Pasa la vida oLo que interesa se ha reducido de forma radical. No se cuenta con ella, no está ni se la espera. Desconocemos, sin embargo, si ella sí que sigue esperando que el teléfono suene de un momento a otro para darle una silla ante un buen puñado de cámaras de televisión.

María Teresa, a lo largo de su amplia carrera, ha hecho absolutamente de todo en los medios de comunicación. Programas de política, de entrevistas, entretenimiento puro y duro, espacios familiares de corte nostálgico, capitaneó su propio reality. Caray, si hasta ha publicado discos con su entonces pareja Bigote Arrocet y han dado el do de pecho. Pero a ella le parece insuficiente, ha pedido por activa y por pasiva algo más, que le dejen seguir.

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En ese sentido, hay que destacar cómo en junio de 2020 se estrenó como YouTuber. Creó el programa Enredados con María Teresa Campos, y empezó a hacer entrevistas a personas como Boris Izaguirre, Santiago Segura o Dani Martín, e incluso se animó a cocinar con sus hijas en algunas entregas. El proyecto no tuvo demasiada repercusión, y en marzo de 2021 subió su último vídeo hasta la fecha. Cierto es que ni consiguió una gran cantidad de suscriptores, ni tampoco ninguna de las entregas se disparó en visitas, y por ello acabó abandonándolo. Carmen Borrego confirmó esta primavera que era un proyecto que habían abandonado, sin fecha de vuelta. Y visto lo visto, ya no volverá. No tendría demasiado sentido.

Hay que aclarar que no es cierto que, como denunció, hubiese sitio pata todos en televisión menos para ella. La actual industria televisiva hace que cada vez los programas duren más y más horas, y encima, que tengan menos gente en su equipo, con menos rostros. Igual no hay sitio para ella, es posible, del mismo modo que no lo hay para Agustín Bravo, para Aitor Trigos, para Óscar Martínez y tantos otros presentadores que hace dos décadas enlazaban un trabajo con otro y ahora es difícil verlos en una cadena nacional.

Igual María Teresa ha comprendido, al fin, que hay que dejar paso a las nuevas generaciones. Ella tuvo la suerte de empezar a hacer radio muy joven, con solo 16 años, y ahora le toca a otros tener esa oportunidad. El mundo de la comunicación no es sencillo, y ella puede que estar más satisfecha con todo lo que ha conseguido. Solo tiene que permitirse desconectar un poco, como lo está haciendo últimamente, sin pena de ninguna clase. Todo lo contrario. Con la cabeza muy alta.

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