Mariana Enríquez: "Milei me arruinó un cuento sobre un perro muerto y una médium"
Santiago de Chile, 16 dic (EFE).- La escritora argentina Mariana Enríquez quería plasmar en uno de sus fantasmagóricos cuentos los contactos que una amiga suya tenía con su perro muerto a través de una médium, pero se enteró de que el presidente de su país, Javier Milei, había hecho lo mismo y decidió archivar la historia.
"El presidente me arruinó un cuento... Mi amiga me mandaba videos de la médium, yo no le decía nada, pero guardaba ese material en mi carpetita y después me enteré que Javier Milei lo había hecho... Ya no puedo escribir este cuento", dice entre risas en una entrevista con EFE en Santiago.
Enríquez (Buenos Aires, 1973), bautizada como la reina del terror latinoamericano, reconoce que el "esoterismo" de Milei -quien no solo contrató a una médium para hablar con Conan, sino que también clonó a su mastín muerto en 2017- le parece "muy interesante" y asegura que no es algo tan atípico entre los líderes políticos.
"Casi todos los líderes tienen sus brujos. Son famosas las leyendas de Fidel Castro con un santón en el Congo que le daba unas pociones no para vivir eternamente, sino para que no lo mataran. También la del brujo John Dee, que le indicaba a la reina Isabel I de Inglaterra qué países invadir", indica la también periodista, que la semana pasada recibió el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso de Chile.
"El realismo no abarca la realidad latinoamericana"
Pese a que el ultraderechista podría ser uno de los personajes de sus oscuros cuentos, Enríquez asegura que no "teme" a Milei -"es un presidente llamativo, pero democrático"- y dice que "el pasado de la Argentina da bastante miedo como para estar alarmándose todo el tiempo".
"La Argentina pasó por una dictadura sangrienta, gris... Yo no lo hubiera votado jamás (a Milei), pero es un presidente que representa a un montón de gente", agrega la autora de los libros de cuentos ´Las cosas que perdimos en el fuego´, ´Los peligros de fumar en la cama´ o ´Un lugar soleado para gente sombría´.
El ultraderechista forma parte de un club de líderes que "usan el miedo como arma política", junto al estadounidense Donald Trump y el brasileño Jair Bolsonaro, y cuyos discursos de odio están creando atmósferas sociales que explican de cierta manera, según Enríquez, el 'boom' del gótico contemporáneo en la literatura de todo el mundo.
"Las narrativas de terror son tan prevalentes en este momento porque la sensación más habitual que percibimos es la amenaza. El miedo y el ataque se convirtieron en una manera de ser", lamenta.
El auge de este género literario es especialmente notable en Latinoamérica, donde la realidad es "tan desoladora" que "el realismo no es capaz de abarcarla", subraya.
"Hay cierta sensación de imposibilidad de salir de las crisis en América Latina, un deterioro institucional, económico y social que parece crónico y que me da miedo. La ciencia ficción latinoamericana es muy oscura", añade.
"Mis mujeres son imperfectas"
Premio Herralde de Novela en 2019 por ´Nuestra parte de noche´, Enríquez es una de las pioneras del gótico contemporáneo en la región y ha abierto camino a muchas mujeres en un género hasta ahora muy masculino.
Seguidora de Stephen King, Jorge Luis Borges y Edgard Allan Poe, Enríquez debutó hace casi tres décadas con tan solo 21 años con ´Bajar es lo peor´, una historia de tres adolescentes que se asoman al abismo de las drogas, el terror y el sexo en el Buenos Aires sórdido y vibrante de inicios de la década de 1990.
"Ahora, lo que las mujeres tienen que decir en literatura o en arte sí que tienen su público. Antes estaban invisibilizadas porque no calaba lo que decían, porque no había un público para ellas", destaca.
Enríquez tiene legiones de seguidores allá donde va y sus charlas y lecturas dramatizadas en vivo se llenan sobre todo de mujeres jóvenes.
Dice que "siempre es un misterio por qué unos escritores triunfan y otros no", pero cree que su éxito entre las jóvenes tiene que ver con que "lo femenino a veces es un poco aburrido y en literatura se suele dibujar a la mujer como santificada y siempre mejor que el hombre".
"Mis mujeres y mis chicas son muy imperfectas. Algunas son malas, algunas son vengativas y creo que eso conectó con las jóvenes, con la necesidad -concluye- de no siempre estar a la altura".
María M.Mur
(c) Agencia EFE