Mariana Garza, la exTimbiriche que venció a las adversidades refugiándose en el teatro

Fueron muchos los talentos que emergieron de Timbiriche, el grupo músico vocal infantil que se formó en 1981 -y se lanzó a la fama al año siguiente-, compuesto principalmente por niños vinculados a lo que eventualmente sería el CEA Infantil (pero que en aquel entonces no tenía ese nombre), donde hijos de ejecutivos o del talento de la empresa acudían a clases de canto, baile, arte dramático y (lo más importante) a divertirse mientras descubrían cuál podía ser su futuro.

Ahí está Benny, hijo de la legendaria Julissa y del rockero Benny Ibarra. O Paulina Rubio, hija de la actriz Susana Dosamantes (posiblemente de esa primera generación, fue la más famosa, aunque ahora mismo su estrella haya menguado); el carismático Diego Schoening, hijo de la actriz Marta Zavaleta (que dirigía las clases) y el escritor Arturo Schoening, o Sasha Sökol, pero de entre todos ellos, si bien no es la única ni la más célebre en salir de esas filas, está la que creció para ser la mejor actriz (e indiscutiblemente la mejor voz) de este grupo —y de la generación que representa: la formidable Mariana Garza.

Con sus rizos y sonrisa luminosa y espontánea, Mariana se hizo muy querida por el público por su naturalidad —de hecho, ella ya tenía experiencia como actriz— y simpatía (la misma que ostenta ahora su hija menor, María Perroni Garza, que ha seguido sus pasos, mientras que su hija mayor, Diana Shamadhi Alarcón se dedica al modelaje).

Cuando inició su carrera, oficialmente era presentada como hija del célebre comunicador Ramiro Garza y la galardonada poetisa regiomontana Carmen Alardín, aunque en realidad es hija de la primera actriz Ana Silvia Garza y Juan Arturo Salinas González Méndez.

Aunque esta historia —revelada espontáneamente en 1998 cuando Shamadhi, entonces casi una bebé, públicamente llamó "abuela" a Ana Silvia durante una entrevista —podía haber sido un escándalo, si los medios la hubieran tratado de este modo, aunque en realidad esto para Mariana no era ningún secreto (ella supo desde que tuvo edad para entender cuál era la verdad de su nacimiento, ya que tiene un hermano, Sebastián), y de hecho en ese mismo instante lo manejó con mucha elegancia: "Ana Silvia es mi mamá, es su abuela y (Shamadhi) es mi hija. Ya mucha gente lo sabía y, quienes no, pues ya lo saben de viva voz".

Mariana, que ha cultivado su carrera histriónica con participaciones estelares y de reparto en telenovelas y en teatro —desde la espectacular 'Alcanzar una estrella', con la que ella y Eduardo Capetillo, que en la adolescencia fue su novio, cuando estaban en la obra 'Vaselina', alcanzaron fama internacional, hasta una muy celebrada intervención en 'Alborada', con gran éxito— y una serie de obras de teatro co-protagonizadas con su ex esposo, el actor Pablo Perroni, en el Teatro Milán, que ambos poseen y que desde 2014 operan en conjunto.

Sin embargo, más allá de su enorme talento escénico, que es evidente y bien reconocido, hay algo más que impresiona del carácter de Mariana; su enorme resiliencia ante situaciones adversas que a muchos otros quebrarían, pero que ella ha sabido manejar con un aplomo que la distingue; así es como ha lidiado con pérdidas personales —las muertes de su abuela y más recientemente de su tío Jaime Garza, quien falleció a consecuencia de diabetes en abril pasado —, con la incertidumbre sobre el negocio teatral a raíz de la pandemia, e incluso sus separaciones sentimentales (mantiene relaciones amistosas y cordiales con sus dos exparejas, Benjamín Alarcón y Pablo Perroni). ¿Cuál es su secreto?

En sus propias palabras: un balance entre físico y espíritu. Mariana practica yoga y se ejercita regularmente desde hace muchos años, eso, junto con el optimismo determinado con el que ha adoptado la vida desde su niñez, es lo que la ha ayudado a mantener una actitud positiva que muchos de sus amigos y compañeros han encontrado siempre como un apoyo solidario y un ejemplo a seguir.

"En realidad," señaló en una entrevista "cuando era más joven, me preocupaba por todo: Sí hubo un tiempo que me tomaba todo tan en serio que al hospital fui a dar, del estrés, tenía 17 años; estaba aún en Timbiriche. Un día, durante un ensayo perdí un oído y me quedé paralizada por la aprehensión y me tuvieron que llevar a urgencias. No era nada más que estrés. A partir de ese momento decidí que no iba a tomarme todo tan en serio. Al poco tiempo empecé a practicar meditación y yoga para relajarme, y todo esto me llevó a una ruta de bienestar que es la que sigo aplicando hasta el día de hoy."

Otra de sus soluciones clave, es el teatro, que por lo mismo, ocupa su prioridad más que una carrera en televisión (que pudo haber cultivado sin problemas, pero que ha dosificado para estar presente en la vida de sus hijas, en las giras de Timbiriche y sobre todo, sobre las tablas): "El teatro es un lugar que abraza, que si te quedas un ratito quieto puedes contactar con todas las emociones que en un escenario se dan. Entonces, para mí tiene esta función, mejorar al ser humano en todos los sentidos."

Alcanzando catársis a través de la interpretación, Mariana ha logrado desafiar y vencer las adversidades que se le han presentado, no solo en épocas recientes, tomándolas más como lecciones de vida: "Tener la posibilidad de ser intérprete, de estar en el escenario, de las maneras en las que he estado, es lo que me ha salvado, me ha ayudado a sobrevivir en muchos casos. Y por eso mismo estoy profundamente agradecida con la vida".

Esto lo explora también en ‘Pequeñas Grandes Cosas’, la obra que protagoniza en el Teatro Milán de Ciudad de México, teniendo un éxito notable, si bien observan todas las medidas de seguridad y protocolos de salud por la pandemia de COVID-19 "Esta es una historia que sirve para que les demos un un gran abrazo del alma y nos sintamos felices de compartir un espacio juntos. Y también es un trabajo importante que sirve reactivar una industria que genera mucho bienestar a cada uno como seres humanos y para un montón de familias, dando un poquito de alegría y esperanza en estos tiempos difíciles, eso siempre ayuda".

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