Anuncios

Marisa Brel feliz con su nueva pareja, tras superar el “proceso doloroso” de la separación de quien fue su marido durante 30

La felicidad de Marisa Brel y su nueva pareja, Ernesto
La felicidad de Marisa Brel y su nueva pareja, Ernesto

“Si tuviera que ponerle un título a mi vida en éste momento sería: ‘Volver a amar’”, cuenta Marisa Brel con sus ojos brillantes y una enorme sonrisa que desborda su cara. Luego de su separación de Carlos Evaristo, su marido durante 30 años y padre de sus hijos Paloma y Timoteo, la periodista y empresaria vuelve a apostar por el amor. En una charla íntima con LA NACION, Marisa cuenta cómo conoció a Ernesto Mendonca hace casi dos meses, cómo se enamoraron y cómo se lo presentó a sus hijos. Además, habla de sus ganas de volver a la televisión.

“Estuvimos casi treinta años con Carlos y en los últimos veníamos con crisis, no con enojos ni gritos ni peleas, pero la pareja hacía tiempo que se había roto. Somos familia y nos llevamos súper bien, pero hacía años que me sentía sola, viajaba sola y hacía todo sola. Soñaba con compartir todo con una pareja. Y si bien fue de mutuo acuerdo, mi duelo por la separación fue muy duro, un proceso doloroso”, relata Brel.

-Pero hace poco tiempo conociste a alguien...

-Sí, y Carlos fue el primero a quien le conté porque todavía tengo el hábito de contarle todo. Fue muy rápido, muy vertiginoso, una montaña rusa de emociones. No podía creer que en tan poco tiempo hubiera tanto amor, tanto romanticismo y me daba un poco de miedo, claro.

-¿Cómo se conocieron?

-A través de una app que se llama Inner Circle. No sabía si contarlo, pero al mismo tiempo soy una mujer que derriba tabúes y así fue toda mi vida. Para desdramatizar y ponerle humor, siempre digo que la novela colombiana Café con aroma de mujer y el marido de Pampita nos arruinaron la vida a todas las mujeres porque después de ver ese amor del personaje de esa novela y el romanticismo de García Moritán, las mujeres deseamos eso para nuestras vidas . Dejaron la vara muy alta.

-Te habías tomado un tiempo tras la separación, ¿no?

-La venía pasando mal por mi separación y en el primer año no conocí a nadie. Está la fantasía de que en ese primer año de separada hacés lo que no hiciste en toda tu vida. Y no, nada que ver. Me escribieron por Instagram pero era gente que no tenía foto y me daba miedo. Y mis amigos no me presentaron a nadie. En octubre viajamos a Nueva York con Paloma y visitamos a mi sobrina, Natasha Nutkiewicz, la hija de mi mejor amiga, Mercedes Martí. Ella me contó que conocía a chicos por apps. Yo me espanté, pero ella me explicó que es mucho más seguro porque podés saber quiénes son, qué hacen, saber algo de su familia. Cuando volví todos empezaron a hablarme de Inner Circle y finalmente me hice un perfil. De octubre a marzo entré y salí veinte veces porque me arrepentía, me daba vergüenza. Salí a tomar café con dos hombres a la tarde, cerquita de mi casa, y volví llorando. Tenía la autoestima por el piso, y decía que nunca nadie se iba a volver enamorar de mí, y que no quería terminar sola como mi mamá. Tuve que derribar muchos mandatos, muchas creencias limitantes. Y a fines de abril apareció Ernesto. Me pareció buen mozo, empezamos a chatear y fue gracioso que me dijera que trabajaba en una empresa de gaseosas porque yo estoy en Fuxion, que es la versión saludable. Así que empecé a discutir.

-Te boicoteabas...

-No podía creer que una vez que me estaba divirtiendo me pasaba eso (ríe con ganas). Una noche fuimos a cenar y fue amor a primera vista. Fuimos a un restaurante que está a 200 metros de mi casa, cuestión de poder huir tranquila si la pasaba mal. Charlamos un montón, nos divertimos, nos reímos. Es muy caballero, tan real, un súper papá de una nena de 12 años por quien se desvive. A los dos días me iba de vacaciones a Punta Cana así que en esas dos semanas chateamos a diario y nos dimos cuenta de que tenemos muchas cosas en común. Coincidimos en pensamientos, sueños, creencias y conectamos muy bien. El 1 de junio volví de las vacaciones, nos vimos y no nos separamos más. No vivimos juntos porque ya sería demasiado.

-Amor a primera vista...

-Fue una conexión a primera vista. Tenemos un amor muy lindo, muy sano. Enseguida quisimos que se conocieran nuestros hijos y por eso le conté también a Carlos.

-¿Y qué dijeron tus hijos?

-Están encantados. También conocí a su hija y fue amor a primera vista. Los chicos se llevan muy bien, se ríen, juegan y nosotros no podíamos creerlo. Estábamos muy emocionados. Antes de oficializar hablé con Paloma porque necesitaba su aval. Y hablé con Timo también. Y Ernesto le contó a toda su familia. Fue todo un proceso, yo tuve miedos, no sabía si me animaba. Realmente estoy muy feliz. Después de los momentos terribles que sufrí hace cuatro años con Paloma, aprendí y sigo aprendiendo a vivir el hoy y no quiero ocultar lo que me pasa. Quiero gritarle al mundo que el amor existe, que siempre se puede volver a amar. De verdad yo no sabía cómo volver a empezar, cómo conocer a un hombre en mi misma sintonía. Nunca se me hubiera ocurrido meterme en una app. También tuve que aprender a relajarme con Ernesto, porque todo me daba mucho miedo. Es la primera vez en la vida que siento que todo fluye naturalmente y que todo es de a dos. Pensé que nunca ningún hombre se iba a enamorar de mí, y ahora volví a sentir cosquillitas en la panza. Estaba muy mal, no creía en mí, y Ernesto tiene todo lo que buscaba. Creo mucho en la ley de atracción y en Dios, y con mi amiga Flor creamos al hombre de nuestros sueños y hacemos el mapa de nuestros sueños. La vara estaba muy alta y el hombre de mis sueños tenía que ser caballero, sano de mente y de corazón, romántico, presente, que ame a mis hijos, que me ame y me guste.

-Y Ernesto cumple con todos los requisitos...

-Sí, y todos los días me manda una canción. Quería enamorarme otra vez, pero pensé que no me iba a suceder.

-Tampoco es fácil ceder cuando se es más grande.

-Tal cual. Hay que aprender. El otro día Ernesto me derritió cuando me dijo: ‘viviste 30 años con un hombre, y los próximos 30 los vas a vivir conmigo’. Y es así, porque no quiero un ratito con alguien sino que me gusta construir un vínculo de amor.

-No buscabas un touch and go…

-No, no era lo que yo necesitaba. Hoy estamos felices, todo es de a dos, acabamos de pasar un fin de semana súper romántico y también fue todo un desafío.

-¿Y cuándo volves a tu primer amor, la televisión?

-Haría algo por unos meses, para que no me quite la libertad de poder viajar.

-Vos sos la panelista emblemática del debate de Gran Hermano, que vuelve.

-¡Me encantaría! Estuve en muchos Gran hermano, desde el 2002 con Juan Alberto Badía. Soy fan del formato y me gustaría ser parte éste año, también, porque disfruté mucho y fue como estar en disneylandia. Tengo la experiencia y la pasión por Gran hermano. Me divierte volver un rato a la tele.