Marta Ortega y su fórmula de estilo que ha repetido en París: prendas básicas y accesorios de lujo que duran años
La capital francesa se ha convertido en uno de los destinos veraniegos más deseados por ser el lugar que acoge los Juegos Olímpicos de este año. Y hasta allí se ha trasladado Marta Ortega, quien este martes posaba feliz en la hípica tras ser testigo de cómo Beauville Z, caballo de su propiedad montado por el jinete neerlandés Maikel van der Vleuten, lograba el bronce en el concurso de saltos. Una competición a la que asistió con su marido y sus hijos y para la que escogió un conjunto cómodo aplicando una vez más la regla de estilo que nunca le falla.
La empresaria gallega es la mejor abanderada del minimalismo cuando se trata de vestir y ha convertido las prendas lisas de tonos neutros, en auténticas aliadas. Así lo dejaba ver una vez más en París posando con un cómodo vestido en verde oliva. Una pieza de manga corta y cuello redondo que recuerda a la silueta de una camiseta, y que por el momento no ha aparecido en las tiendas de Inditex, aunque no sería extraño que lo hiciera próximamente en Zara, pues no es la primera ocasión en la que su presidenta adelanta un nuevo diseño.
Un vestido de lo más sencillo que Marta combinaba con el que se ha convertido en uno de sus accesorios favoritos: hablamos de las gafas de sol de montura con detalle en pico, un modelo de la firma francesa Céline que desde hace años acompaña sus estilismos y que rondan los 290 euros.
Mezcla de prendas básicas con accesorios de lujo
Es la fórmula que la hija pequeña de Amancio Ortega repite sin cesar en sus elecciones. Habitualmente escoge prendas de nueva temporada disponibles sobre todo en Zara o Massimo Dutti: de vestidos a vaqueros, pasando por trajes de sastre. Ropa que complementa en ocasiones con calzado o bolsos exclusivos de otras marcas internacionales, apostando así por la tendencia del lujo silencioso que tanto éxito goza últimamente y que rescata aquella forma de vestir que figuras como Carolyn Bessette popularizaron en los noventa: elegante, con prendas de calidad y atemporal.
En junio nos ofrecía un buen ejemplo de ello con el look con el que aparecía de nuevo en París durante la Semana de la Alta Costura, caminando con unos cómodos pantalones de lino de Zara, que en rebajas han llegado a estar disponibles por 12,99 euros. Destacaban los dos bolsos que llevaba, uno a cada mano: una bolsa de viaje bautizada como Birkin Voyage, de Hermès (hasta 18.000 euros en tiendas de lujo de segunda mano) y un pequeño modelo de la misma casa francesa, el Picotin (desde 3.500 euros), inspirado en una de las pasiones de la empresaria, el mundo ecuestre, pues toma su forma de las bolsas que servían como comedero a los caballos.
En mayo, y de nuevo en la hípica, volvía a dejarnos con un elegante estilismo en el que conjuntaba unos vaqueros blancos de Zara (29,95 euros) que llevaban el nombre de barrel cropped, con una americana y un calzado de origen italiano. Se trataban de unos mules de tacón cuadrado de piel de cordero, firmados por Bottega Veneta (850 euros). Otro bolso de Hermès ponía la guinda a su atuendo, el modelo Constance, realizado en piel de cocodrilo color marrón chocolate. Un diseño que en plataformas de segunda mano roza los 15.000 euros.