Marta Riesco vuelve al circo mediático con la pistola cargada

Demasiado tiempo llevaba Marta Riesco alejada de la polémica que tanto parece disfrutar y quizá por eso, a la vuelta de vacaciones y terminando el verano del amor que ha vivido junto a su amado Antonio David Flores, vuelve a la carga.

Lo de Marta Riesco es un poco como la famosa vuelta al cole de septiembre y es que la reportera de Telecinco ha usado su perfil de Instagram para hablar de lo odiosas que son las comparaciones y, mira tú por donde, que lo hace poniendo el ejemplo las que ella ha ‘sufrido’ con Olga Moreno.

Parece que criticar a Olga vuelve a estar en auge y es que recientemente te contaba que Rocío Carrasco la había tirado públicamente porque, según ella, Antonio David la ha hecho creer que es la madre de David Flores, el hijo que Rociítio y el guardia civil tienen en común.

Es decir, que Olga ama a David como si fuese su hijo, es la que le cuida desde que se ha separado de su marido y todavía tiene que aguantar que la madre biológica (que afirma no estar preparada para tener relación con sus hijos) la critique, tela marinera.

Pues ahora a estas críticas se suman las de Riesco que vuelve al ruedo mediático con una stories efímeras de Instagram que sabe de sobra que traerán cola. En su favor tengo que decir que es la primera vez (al menos que yo recuerde) que Marta Riesco habla mal de la todavía esposa de su novio.

Olga y David han estado juntos más de veinte años y, desde luego, que Marta hable negativamente de Moreno llevando solo 9 meses con Antonio Da es bastante cuestionable. De todos modos la crítica de Riesco va más dirigida a aquellos que la comparan con Olga y que siguen diciendo que Olga es “el gran amo de la vida de Antonio David” mientras que a ella la tachan de oportunista o cazafamosos.

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“Llevo muchos meses, casi un año, enfrentándome a este tipo de comentarios. Me resultan cómicas las comparaciones que se hacen entre una y otra pero aún más cuando se dice que 'ella es una gran mujer que no ha querido protagonismo'. Os recuerdo, por si no lo sabéis, que yo nunca entré en ‘Supervivientes’ a pesar de las ofertas, nunca me senté en el Deluxe para hablar de mi vida, jamás he concedido entrevistas para hablar de mi vida ni me río de alguien que se quiere casar… Y no, no he recibido un perdón público de nadie de los que decía que yo solo buscaba protagonismo”.

Me hace gracia que diga que ella no se ha sentado en un ‘Deluxe’ porque sabe de sobra que no le ha hecho falta dado que desde ‘El Programa de Ana Rosa’ podía comentar su propia vida como personaje siempre que era pertinente en el contenido de la escalera.

Lo mismo sucede con las entrevistas en revistas, recordemos que se comentó que la portada de ‘Lecturas’ de risas y complicidad entre ella y su novio habría sido un “robado pactado”, es decir que habrían hecho el paripé haciendo ver que era todo natural, pero estaría preparado.

Ese doble rasero es el que no me gusta de Marta, mira que la chica me cae bien y me gusta mucho como hace su trabajo de reportera, sin embargo como personaje del corazón, cuando hace este tipo de cosas, hay demasiados flecos colgando que nunca me acaban de cuadrar y no tiene nada que ver con los dramas de Antonio Da sino con los circos que ella crea.

Por un lado lanza dardos y por otro dice que quiere ser ‘la de siempre’, en su trabajo de siempre y blabla, nos vende el rollo de que prácticamente quisiera ser anónima pero, a su vez, se coloca ella solita en el disparadero. No tiene sentido.

Y menos aún lo tiene usar el nombre de Olga Moreno justo ahora que Rocío Carrasco también la vuelve a poner en la picota para subirse a la ola de ‘hate’ o críticas contra ella. Riesco también ha dicho que: “Una no es señora y la otra (yo), un despojo. (...) Haberme enamorado me ha provocado muchos problemas, los más importantes en mi trabajo. Pese a todas las trabas he seguido adelante, no me he rendido y he mostrado orgullosa mi relación. Porque es mía y me siento empoderada de haber luchado, a pesar del mundo en contra”.

Lo de que ‘Olga no es señora’ es un titular como la copa de un pino y Marta lo sabe de sobras así que todo el discurso de después, ya no me entra. Es que si Marta se hubiese enamorado respetando la privacidad y sin entrar para nada en el juego de los medios y del corazón, se la hubiese dejado en paz a los 5 minutos porque ella en sí, como personaje, no interesa.

Sin embargo y una vez más, estira el mismo chicle sin sabor que, por otro lado, dice detestar. Hoy le ha tocado a Olga, veremos con qué nos sorprende mañana porque esto no va a parar, aunque el tema esté ya muerto.

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